El copago de los servicios sociales b¨¢sicos se impone por la crisis

M¨¢s del 10% de la poblaci¨®n catalana es usuaria de los servicios sociales b¨¢sicos, principalmente de la teleasistencia y de la ayuda domiciliaria, cuya demanda se ha disparado en los ¨²ltimos a?os. La crisis lleva a las administraciones locales a aplicar el copago de estos servicios, pero de forma muy desigual. Por ejemplo, la teleasistencia es gratuita para los ciudadanos de Barcelona, pero los del Alt Urgell deben pagar la totalidad de su coste.

En la atenci¨®n domiciliaria el copago est¨¢ m¨¢s generalizado, aunque la aportaci¨®n del usuario var¨ªa seg¨²n la comarca, que puede oscilar entre el 20% del Alt Camp y el 30% de la Garrotxa. En esta comarca, como en muchas que lo han implantado en estos servicios, los usuarios con rentas altas pagan hasta el 100% del coste, de unos 15 euros por hora si es atenci¨®n domiciliaria. Y es que en Catalu?a no existe un modelo ¨²nico de copago en los servicios sociales b¨¢sicos porque las administraciones locales, a las que corresponde prestarlos (Ayuntamientos en el caso de ciudades de m¨¢s de 20.000 habitantes y consejos comarcales para las poblaciones que no superan esta cifra), tienen plena autonom¨ªa para decidir sobre la aportaci¨®n econ¨®mica de los usuarios. La falta de homogeneidad genera agravios comparativos entre ciudadanos, un problema que la Generalitat quiere combatir estableciendo un "marco general" que gu¨ªe a Ayuntamientos y consejos comarcales a la hora de decidir sobre la contribuci¨®n de los usuarios en el pago de los servicios sociales b¨¢sicos.

Barcelona ha dejado este a?o de prestar la atenci¨®n domiciliaria gratis

Esta es una de las propuestas que el Departamento de Acci¨®n Social y Ciudadan¨ªa incluye en el Plan Estrat¨¦gico de Servicios Sociales 2010-2013, que la consejera Carme Capdevila presenta hoy en el Parlament. El plan apuesta por el copago como una herramienta necesaria para "asegurar la sostenibilidad" de un pilar fundamental del Estado de bienestar como son los servicios sociales.

La Generalitat no tiene competencias en servicios sociales b¨¢sicos, por lo que el "marco general" que establecer¨¢ no ser¨¢ de obligado cumplimiento para los Ayuntamientos y consejos comarcales. Sin embargo, el Departamento de Acci¨®n Social y Ciudadan¨ªa defiende la necesidad de que se cumpla, ya que muchos Ayuntamientos y consejos comarcales que no aplicaban el copago ahora lo est¨¢n implantando -y de forma muy diversa-, debido a la creciente demanda de estos servicios y al generalizado adelgazamiento de las finanzas municipales por la crisis. El Ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo, implant¨® a principios de este a?o el copago, que var¨ªa en funci¨®n de la renta del usuario, para la atenci¨®n domiciliaria. Lo mismo hizo en junio el Consejo Comarcal de la Conca de Barber¨¤, que pide al beneficiario, salvo excepciones, la aportaci¨®n del 20% del coste de un servicio que hasta ahora era gratuito.

La disparidad de criterios a la hora de implantar el copago no s¨®lo preocupa a la Generalitat; es un tema de debate en el propio ¨¢mbito de la Administraci¨®n local. Prueba de ello es que la Diputaci¨®n de Barcelona ha consensuado con la Asociaci¨®n Catalana de Municipios (ACM) y la Federaci¨®n de Municipios de Catalu?a (FMC) un documento en el que se proponen unos criterios comunes de copago para la misma tipolog¨ªa de servicios con el objetivo de "promover la homogeneidad" y evitar "la extrema diversidad de situaciones" que existen entre las Administraciones locales. El acuerdo propone unificar el modelo de c¨¢lculo de la capacidad econ¨®mica del usuario, los porcentajes del gravamen y los precios de referencia sobre los que calcular el copago.