Banderas de la ciudad
Andamos enfrascados en lo simb¨®lico, una vez m¨¢s. ?Cuatribarrada pelada encabezando la manifestaci¨®n del d¨ªa 10, como quiere el presidente Montilla, o con lema a?adido, como propone ?mnium? En todo caso, "Som una naci¨®. Volem decidir" suena a tautol¨®gico: si lo primero es cierto, lo segundo parece una derivada que quita fuerza al mensaje principal. En fin, ellos ver¨¢n c¨®mo lo ponen, pero que sea pronto, porque la discusi¨®n aburre a las ovejas.
Mientras, la ciudad ha ido colgando banderas en sus balcones. No muchas, es cierto, pero s¨ª de una tipolog¨ªa variada que da cierto juego. Veamos. La mayor¨ªa son cuatribarradas peladas, como le gustan a Montilla, con las franjas en vertical u horizontal, seg¨²n tipolog¨ªa de las barandillas y al modo de la festiva Diada de Sant Jordi. Banderas afirmativas, sin m¨¢s. La variante introducida con ocasi¨®n de la sentencia estatutaria lleva prendido en el centro un f¨²nebre cresp¨®n negro para significar que Catalu?a est¨¢ de duelo, lo cual no deja de ser otra tautolog¨ªa. Y de ah¨ª ya pasamos a las banderas directamente propositivas: la del tri¨¢ngulo azul con la estrella blanca (las m¨¢s) o la de la estrella roja sobre fondo amarillo (las menos): "Ad¨¦u, Espanya!". Pues vale. Sin soluci¨®n de continuidad, junto con las anteriores se presentan, adem¨¢s, muchas banderas espa?olas, la mayor¨ªa nuevas, con el escudo constitucional. No se trata de ninguna provocaci¨®n pol¨ªtica, sino del apoyo sentimental a la Roja, que ma?ana se la juega frente a Alemania. Una "roja" llena de catalanes, como vienen a recordar las banderas del Bar?a, que tambi¨¦n abundan por las calles, no se sabe si olvidadas tras el triunfo en la Liga o bien subrepticiamente colocadas de nuevo como un subliminal apoyo a Laporta al frente de Democr¨¤cia Catalana, en cuyo caso habr¨ªa que catalogarlas en el apartado anterior y no en el deportivo. Vaya l¨ªo.
Ahora bien, de todas las banderas de la ciudad, la que resulta m¨¢s risue?a y directa es sin duda la de Uruguay, con sus franjas azules y blancas y el Sol de Mayo mir¨¢ndonos entre rayos flam¨ªgeros desde el cuarto superior izquierdo. Aqu¨ª no caben matices: ¨¢nimo cerrado a una selecci¨®n heroica que esta tarde se enfrenta a la temible Holanda. ?Tiene ese sol alguna opini¨®n sobre el fabuloso l¨ªo simb¨®lico en que solemos meternos en este pa¨ªs? Tal vez podr¨ªa iluminarnos. Aunque, la verdad, parece muy concentrado en el f¨²tbol.
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