?xito humanitario

El ministro Moratinos ha logrado con su tercer viaje oficial a La Habana el gesto que estaba buscando para justificar el cambio de la posici¨®n com¨²n europea hacia Cuba, un empe?o personal que no logr¨® alcanzar durante el semestre de la presidencia espa?ola y que a¨²n conf¨ªa en ver realizado. Algo m¨¢s de 50 presos ser¨¢n excarcelados a condici¨®n de que abandonen el pa¨ªs. La oposici¨®n al castrismo ha acogido la decisi¨®n con dos sentimientos diferentes: satisfacci¨®n porque se aten¨²en las extremas condiciones de vida de sus compa?eros, pero tambi¨¦n rabia ante la evidencia de que el r¨¦gimen comunista solo permite escoger entre la c¨¢rcel y el exilio. El opositor Guillermo Fari?as ha accedido a poner fin a la huelga de hambre que manten¨ªa desde hace tres meses, una buena noticia adicional.

El incontestable ¨¦xito humanitario de la visita de Moratinos no es, sin embargo, inmediatamente traducible a t¨¦rminos pol¨ªticos. En realidad, el r¨¦gimen cubano podr¨ªa haber excarcelado a los prisioneros sin necesidad de intervenci¨®n de la Iglesia cat¨®lica y el Gobierno espa?ol, puesto que la mediaci¨®n no se ha desarrollado entre el castrismo y la oposici¨®n, buscando un equilibrio entre las mutuas concesiones, sino en el interior del castrismo mismo. El r¨¦gimen no se ha visto en ning¨²n momento obligado a renunciar a la vieja estrategia de usar a los presos como moneda para obtener r¨¦ditos pol¨ªticos a cambio de medidas humanitarias. Que el rigor represivo se aten¨²e, como ha sucedido con estas excarcelaciones, no equivale a la consolidaci¨®n de un espacio de libertad para la disidencia.

El ministro Moratinos se propone presentar el resultado de su viaje como la prueba que reclamaban los socios europeos para modificar la posici¨®n com¨²n. No es una decisi¨®n f¨¢cil para los Veintisiete, puesto que lo que el Gobierno espa?ol sugiere es adoptar una decisi¨®n pol¨ªtica en respuesta a una concesi¨®n humanitaria. Si la UE no consiente, el r¨¦gimen castrista podr¨ªa endurecer de nuevo la represi¨®n, puesto que mantiene intactos todos sus mecanismos. Pero si la UE acepta, La Habana habr¨¢ logrado salvar las presiones internacionales tras la muerte de Orlando Zapata, mandando al exilio a una cincuentena de prisioneros y evitando cualquier avance en direcci¨®n a una apertura real. Con el agravante de que a¨²n dispone de otro centenar de presos pol¨ªticos para seguir canjeando.