"El pasado no se supera echando tierra encima"
Por primera vez en muchos, muchos a?os, sali¨® el nombre de Carlos en una reuni¨®n familiar. Su hermano Ricardo record¨® c¨®mo de chico le hab¨ªa quitado unos chocolates. Fue una nimiedad, pero todos rieron aliviados. Se volv¨ªa a hablar de Carlos como hermano, padre, esposo, lejos de su leyenda de h¨¦roe, de periodista y abogado comunista y de su tr¨¢gico asesinato un mes despu¨¦s del golpe de Estado de Pinochet en Chile. Se romp¨ªa as¨ª un silencio que hab¨ªa durado demasiado. La huida de un dolor que destroz¨® y desbarat¨® toda una familia.
Fue el hijo de Carlos, el cineasta Germ¨¢n Berger-Hertz -que ten¨ªa un a?o cuando integrantes de la caravana de la muerte sacaron de la c¨¢rcel a su padre, un d¨ªa de octubre de 1973, junto a 25 hombres m¨¢s, para torturarle y fusilarle en el desierto de Calama, al norte de Chile- quien decidi¨® provocar una catarsis en su familia, jud¨ªos alejados de la vida religiosa, y obligarles a romper el silencio. "Yo llen¨¦ mi hoja en blanco mientras ellos recuperaron su memoria y sus recuerdos", dice Germ¨¢n.
El cineasta filma una carta a su padre, asesinado tras el golpe de Pinochet
Su documental Mi vida con Carlos, que se estrena hoy en Madrid -en Barcelona la semana pasada- es una carta, seca y sobria, pero rebosante de emociones, que env¨ªa un hijo a su padre asesinado y en la que le cuenta lo que ocurri¨® en su familia tras su muerte.
Berger-Hertz decide r¨¢pido el primer plato, carpaccio de at¨²n, y en el segundo se deja aconsejar por el due?o del restaurante: los tagliatelle con aceite de trufa que le resultan deliciosos. Es lento para comer porque habla mucho y r¨¢pido. La realidad es que tiene cosas que contar. Y empieza: "Desde ni?o supe lo que hab¨ªa pasado con mi padre, pero no se hablaba de ¨¦l, se instal¨® en la familia un silencio emocional tremendo. Siempre supe que en alg¨²n momento iba a hacer algo, y fue cuando naci¨® mi primera hija, Greta, cuando se me encendi¨® el clic. Decid¨ª enfrentarme a la ausencia de referente paterno en un momento muy hermoso para m¨ª, con menos rabia, de forma menos vengativa y con una mirada esperanzadora. Quer¨ªa transmitir a mi hija qui¨¦n fue su abuelo". De eso hace siete a?os.
Y ese abuelo ya aparece en la primera imagen de Mi vida con Carlos, la de un joven Carlos ba?¨¢ndose en la playa, la ¨²nica que su hijo ha visto de ¨¦l en movimiento. "Me he atrevido a hurgar en mi silencio m¨¢s ¨ªntimo. El recuerdo de mi padre era triste y quer¨ªa anularlo. Quer¨ªa traerle a mi lado, sentir su presencia. Entr¨¦ a hurgar en las emociones con respeto. Creo haber cumplido expresando el dolor y la desolaci¨®n que provoca una muerte violenta. Lo he hecho por m¨ª, mi familia y mi pa¨ªs", asegura Berger-Hertz, que tras diversos exilios y pa¨ªses junto a su madre, Carmen Hertz, una famosa abogada luchadora por los derechos humanos, se instal¨® en Barcelona hace 12 a?os -vive con una catalana y tiene dos hijas- y se nacionaliz¨® espa?ol. "El pasado no se supera echando tierra encima. Hay que romper el silencio personal y colectivo. La sociedad tiene una responsabilidad moral para enfrentarse a su pasado, superarlo y asumirlo. Es la ¨²nica manera de hacer una sociedad justa".
No se lleven una impresi¨®n equivocada. Germ¨¢n es un hombre alegre y privilegiado. "Llevo la amargura en mi origen, por eso evito amargarme".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.