'Vuvuzelas made in China'
Si usted adquiere una vuvuzela de pl¨¢stico estos d¨ªas, sepa que es muy probable que provenga de China, tras haber sido repescada de Italia. Una decena de sacos del molesto instrumento, quiz¨¢ los ¨²ltimos de Madrid, descansaba ayer a la entrada del macrobazar chino International Trade City (ITC), una nave de 13.000 metros cuadrados situada en el pol¨ªgono industrial Cobo Calleja (Fuenlabrada). "Las que nos quedan son de un amigo chino que trabaja en Italia", comentaba ayer Xia Yongping, de 43 a?os, uno de los socios fundadores de la compa?¨ªa. "Como ha perdido el equipo de su pa¨ªs las ha mandado para aqu¨ª".
Por una vez, los comerciantes chinos de Madrid parecen haber llegado tarde a la fiebre de un producto de consumo potencialmente masivo. Yongping, uno de los pocos empresarios asi¨¢ticos que ha comercializado vuvuzelas como mayorista, pidi¨® en abril 10 pal¨¦s, con unas 500 unidades cada uno. Llegaron en junio. Y para cuando quisieron darse cuenta del ¨¦xito del artilugio ya no quedaba tiempo de reacci¨®n. "El pedido tarda unos 40 d¨ªas", asegura Yongping, quien tambi¨¦n preside la reci¨¦n creada Asociaci¨®n de Bazares Chinos de Espa?a. Por suerte, prosigue, han podido contar con las partidas sobrantes de su colega italiano. Los 10 sacos que quedan, con unas 25 unidades cada uno, son de la remesa de este pa¨ªs. Seg¨²n los c¨¢lculos del empresario, ITC ha vendido unas 10.000 vuvuzelas, a 2,50 euros la unidad.
Hace dos meses
En China Center, un conglomerado de peque?as tiendas de venta mayorista, situado tambi¨¦n en Cobo Calleja, apenas recuerdan el caso de la ¨²nica partida de trompetas que import¨® el due?o de uno de los locales. "Fue hace cosa de dos meses. Y al empresario debi¨® de salirle mal, porque no trajo ninguna m¨¢s", comentaba ayer uno de los empleados. En otros dos grandes centros de venta al por mayor del pol¨ªgono de Fuenlabrada, la respuesta fue similar: "No, eso no tenemos".
Un espa?ol que trabaja con comerciantes chinos cuenta, sin embargo, que cuando estuvo hace tres meses en la ciudad de Yiwu, considerada el gran hipermercado del todo a cien, a unos 200 kil¨®metros de Shanghai, no se ve¨ªa ni se anticipaba la explosi¨®n del producto estrella. "Estaba por ah¨ª, pero como cualquier otro. De haberlo sabido entonces, s¨ª hubiese dado tiempo a traerlo a Espa?a", dice junto al coche de lujo en el que ha llegado hasta la puerta de ITC. Mientras habla, la tarde avanza en un ir y venir de furgonetas blancas y camiones. Desaparecen poco a poco los ¨²ltimos sacos de vuvuzelas. Quiz¨¢ las ¨²ltimas de Madrid. Esas que llegaron de China, y sobraron en Italia.
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