La excarcelaci¨®n divide a la disidencia
Los opositores discrepan entre los que ven la liberaci¨®n como una "deportaci¨®n" y quienes consideran que abre una "oportunidad" para el cambio en la isla
La salida hacia Espa?a de los primeros presos de conciencia excarcelados por el Gobierno de Ra¨²l Castro ha sido recibida por la disidencia con regocijo, pero tambi¨¦n con escepticismo y divisi¨®n de opiniones sobre el alcance de la medida. Anoche, otros dos prisioneros acompa?ados por una quincena de familiares partieron hacia Madrid, con lo que ya son nueve los excarcelados. Seg¨²n la Iglesia, en los pr¨®ximos d¨ªas podr¨ªan salir otros 11, pero todav¨ªa hay numerosos interrogantes: ?Qu¨¦ pasar¨¢ con los que no quieren abandonar la isla? ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ con el resto de los presos pol¨ªticos (m¨¢s de un centenar, seg¨²n organizaciones opositoras)? Y la cuesti¨®n m¨¢s relevante: ?El indulto abre una nueva etapa, o se trata de una operaci¨®n para ganar tiempo, como creen algunos?
El esposo de la l¨ªder de las Damas de Blanco no quiere abandonar la isla
"Es una liberaci¨®n de rehenes secuestrados", dice Oswaldo Pay¨¢
La disidencia est¨¢ desconcertada y dividida sobre estos temas. Algunas voces, como las de los ex presos del Grupo del los 75 ?scar Espinosa Chepe y H¨¦ctor Palacios, o el opositor moderado Manuel Cuesta Mor¨²a, dicen que se abre una "oportunidad" para Cuba y que ser¨ªa irresponsable desaprovecharla. Piden por ello a EE UU y la Uni¨®n Europea mover ficha para alentar nuevos pasos del r¨¦gimen. Los m¨¢s esc¨¦pticos, como el democristiano Oswaldo Pay¨¢ o el activista de los derechos humanos Elizardo S¨¢nchez, afirman que las excarcelaciones son en realidad "deportaciones" y que se trata solo de una "maniobra" del Gobierno para lavar su mala imagen y "comprar tiempo".
Desde que en mayo comenz¨® la mediaci¨®n de la Iglesia ante el Gobierno de Ra¨²l Castro, se establecieron dos bandos bien diferenciados, que en general se corresponden con las diferentes opiniones del exilio y de los actores del conflicto. Unos apoyan abiertamente el di¨¢logo y la gesti¨®n de la jerarqu¨ªa cat¨®lica, por imperfecta que sea. Aqu¨ª se incluyen las Damas de Blanco, cuyo objetivo principal es la excarcelaci¨®n de sus familiares en prisi¨®n. Los que defienden la l¨ªnea m¨¢s dura ven con recelo la mediaci¨®n de la Iglesia y del canciller espa?ol, Miguel ?ngel Moratinos, y consideran un insulto cambiar "celdas por exilio" y "dar ox¨ªgeno" al r¨¦gimen.
Seg¨²n Pay¨¢, "se les da a escoger entre la prisi¨®n y el destierro", por lo que no hay "respeto a su dignidad ni a sus sentimientos". "Se parece a lo que es: una liberaci¨®n de rehenes secuestrados", afirma el opositor, radicalmente opuesto a que la Uni¨®n Europea cambie su Posici¨®n Com¨²n. "La Posici¨®n Com¨²n dice que los cubanos deben tener derechos para que las relaciones de la UE con Cuba sean plenas. ?Quiere Moratinos defender intereses empresariales o quiere vernos como personas merecedoras de respeto y dignidad? Que no nos trate as¨ª", dice Pay¨¢, y agrega: "Yo no defiendo la Posici¨®n Com¨²n, es la Posici¨®n Com¨²n la que defiende nuestros derechos".
El dilema es el de siempre, presi¨®n o di¨¢logo. Y ante tal disyuntiva, Espinosa Chepe no lo duda: "Adem¨¢s de la importancia humana que tendr¨¢ la liberaci¨®n total de los prisioneros de conciencia de los 75, la soluci¨®n de este problema crea condiciones para seguir avanzando hacia las reformas radicales que urgentemente necesita el pa¨ªs". A su juicio, se trata de "un importante primer paso", y ahora el di¨¢logo con la Iglesia debe continuar y extenderse a toda la sociedad cubana. El Gobierno cubano deber¨ªa "continuar" con "la liberaci¨®n de los prisioneros pol¨ªticos pac¨ªficos", y EE UU y Europa dar pasos audaces para cambiar las relaciones con Cuba.
"Ahora se est¨¢ eliminando un gran obst¨¢culo (...), los grupos inmovilistas dentro y fuera del Gobierno han recibido un duro golpe, y sus posibilidades de revertir el proceso de reconciliaci¨®n nacional se han reducido considerablemente", considera Chepe. Palacios y Cuesta Mor¨²a, pese a representar diversas tendencias, piensan como ¨¦l, y se?alan que aunque el Gobierno acabara defraudando las expectativas, hay que intentarlo.
Nadie sabe qu¨¦ pasar¨¢ finalmente con los presos del Grupo de los 75 que no quieren abandonar la isla, como H¨¦ctor Maseda, el esposo de Laura Poll¨¢n, l¨ªder de las Damas de Blanco. La Iglesia y el Gobierno espa?ol, y tambi¨¦n los familiares de los presos plantados, conf¨ªan en que, al final, cuando hayan salido hacia Espa?a la mayor¨ªa de los opositores en prisi¨®n, el Gobierno liberar¨¢ al resto. Sobre los dem¨¢s presos pol¨ªticos, que son 115 seg¨²n Elizardo S¨¢nchez, Ra¨²l Castro estar¨ªa dispuesto a excarcelar a los que no han sido condenados por pirater¨ªa, sabotaje, terrorismo o hechos violentos; as¨ª lo ha dicho Moratinos. Pero habr¨¢ que esperar para averiguarlo. Solo el tiempo y los hechos dir¨¢n qui¨¦n tiene la raz¨®n.
Castro vaticina una guerra nuclear
Con camisa de cuadros bajo la chaqueta de un ch¨¢ndal, voz pausada y algo d¨¦bil, pero animado y sentado tras una mesa llena de documentos, el ex presidente de Cuba, Fidel Castro, reapareci¨® el lunes por la noche en televisi¨®n. Lo hizo en el programa Mesa redonda para "valorar los peligrosos acontecimientos que tienen lugar en Oriente Medio". Castro, que cumplir¨¢ 84 a?os en agosto, analiz¨® el conflicto de las dos Coreas y luego vaticin¨® una guerra nuclear tras un ataque de EE UU a Ir¨¢n. El programa dur¨® una hora y 16 minutos y no se dieron detalles sobre si se emiti¨® en directo o en diferido. Ni una palabra de Castro sobre la situaci¨®n en Cuba, sobre su estado de salud ni sobre la liberaci¨®n de los presos.
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