Ecologistas radicales destrozan un campo de ma¨ªz por error

Abdon Blay, de 30 a?os, camina como puede por el reguero de tallos rotos, quebrados y pisados. Es lo que queda de su campo de ma¨ªz en Torroella de Montgr¨ª (Baix Empord¨¤). Varias personas lo destrozaron el lunes pensando que el cultivo experimentaba con semillas transg¨¦nicas. Blay cultiva ma¨ªz modificado, pero comercial, igual que la mayor parte de los agricultores catalanes. Este a?o la cosecha ir¨¢ a la basura. La protesta le ha salido por m¨¢s de 4.500 euros.

Blay estaba cogiendo melocotones en su plantaci¨®n de Gualta cuando le llam¨® un pay¨¦s vecino. "Me dijo: '?Has visto c¨®mo tienes el campo? Parece que han entrado jabal¨ªes, pero de dos patas", recuerda en jarras, frente al desastre, y cubierto con una gorra que viene que ni pintada. Rondaban las diez de la ma?ana.

Al principio no entend¨ªa nada de lo ocurrido. "Luego at¨¦ cabos". Blay hab¨ªa estado negociando con la multinacional Syngenta, especializada en la investigaci¨®n de semillas transg¨¦nicas, para ensayar en su parcela. En enero llegaron a un acuerdo, pero al final la cosa se paraliz¨®. Syngenta asegura que decidi¨® no seguir adelante. La Generalitat aduce que no les autoriz¨® la siembra porque el campo de Blay estaba muy cerca de una zona protegida.La parcela estaba en la lista de lugares de ensayo en Espa?a que el Ministerio de Medio Ambiente facilit¨® a la asociaci¨®n ecologista Amigos de la Tierra en mayo y que estos colgaron en su p¨¢gina web. Un grupo radical la utiliz¨® para destrozar el campo de Blay. Unas semanas antes, tambi¨¦n arrasaron otro en Zaragoza.

"Son ecologistas de mentira, estos van en contra de todo", lamenta el pay¨¦s, que ten¨ªa previsto cosechar en septiembre 17 toneladas de ma¨ªz de su campo de 1,09 hect¨¢reas. "Intent¨¦ venderlo a alguien que tuviese vacas, pero no hay manera, est¨¢ todo chafado", dice, mientras supervisa que el tractor que est¨¢ trinchando la cosecha no se caliente demasiado y siga partiendo en trocitos el ma¨ªz.

Al agricultor tambi¨¦n le escama que los Mossos d'Esquadra y el Departamento de Agricultura supiesen de antemano que un grupo de ecologistas radicales rondaba por la zona. "Un colectivo envi¨® unos panfletos de convocatoria y se avis¨® a los Mossos", reconoce una portavoz de la Administraci¨®n. La polic¨ªa auton¨®mica admite que los j¨®venes estaban en Girona desde el 6 de julio, pero aduce que desconoc¨ªa que iban a destrozar un campo de ma¨ªz.

Por ahora, no hay nadie que se autoinculpe con nombres y apellidos. Los Mossos tienen varios sospechosos, como el colectivo franc¨¦s Mundo Solidario, la organizaci¨®n Segadores Voluntarios o la mezcla de ambos, junto a alg¨²n grupo catal¨¢n.

Mientras, los blogs arden. "La acci¨®n se prepar¨® durante varios meses", escribe uno de los supuestos ecologistas. El relato, cargado de literatura, habla de un "grupo franco-espa?ol" de un centenar de personas entre 15 y 25 a?os que llegaron al campo a las seis de la ma?ana "en dos procesiones de m¨¢s de 15 veh¨ªculos". En 10 minutos, acabaron con el ma¨ªz de Blay, rompi¨¦ndolo tallo a tallo.

Syngenta ha dado apoyo legal al agricultor. "Nos tem¨ªamos lo que iba a pasar y ha pasado. Hasta ahora el Ministerio no hab¨ªa dado nunca un listado completo", explica su responsable de Asuntos Regulatorios de Biotecnolog¨ªa, Esteban Alcalde.

Amigos de la Tierra no se arrepiente de haberlo colgado en Internet. "Lo primero es el derecho de informaci¨®n. No se puede decir que hay un motivo de desorden p¨²blico para no darla", justifica su responsable de Agricultura y Alimentaci¨®n, David S¨¢nchez.

El Ministerio de Medio Ambiente asegura que no ten¨ªa m¨¢s remedio: "Es obligatorio dar la informaci¨®n, de acuerdo con una sentencia del Tribunal de Luxemburgo. Los particulares que hacen estos ensayos saben que tenemos que facilitar la informaci¨®n, si no el Ministerio podr¨ªa ser acusado de prevaricaci¨®n". El director de la fundaci¨®n Antama (dedicada a informar de temas de biotecnolog¨ªa), Juan Quintana, teme que se puedan producir m¨¢s episodios.

Ecologistas en Acci¨®n y Amigos de la Tierra quieren dejar ya de lado los sabotajes y debatir sobre el contexto de los transg¨¦nicos en Espa?a. "Es necesario plantear los argumentos cient¨ªficos que hay en contra", aduce Tom Kucharz, de Ecologistas en Acci¨®n. Blay no le ve el mal a los experimentos. Su prioridad es que la polic¨ªa coja a quien le ha destrozado el campo.