El Papa acaba con la impunidad de obispos y cardenales
La Iglesia podr¨¢ investigar a los altos prelados sin permiso previo del Pont¨ªfice
Un texto jur¨ªdico, elaborado por canonistas y no por ide¨®logos, que aclara las normas existentes y agiliza los procesos a los sacerdotes pederastas. Respeto a los ordenamientos civiles nacionales para denunciar a los sospechosos a la justicia civil antes de que empiece el proceso can¨®nico. Un regreso al pasado que suena casi revolucionario: el recurso al brazo seglar para juzgar y castigar los delitos m¨¢s graves dentro de la Iglesia. Y una gran reforma org¨¢nica destinada a acabar con la impunidad de la curia: a partir de ahora, la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (el antiguo Santo Oficio) podr¨¢ investigar a los obispos y cardenales sospechosos de delinquir sin que el Papa d¨¦ su permiso previo.
Los laicos participar¨¢n en los procesos can¨®nicos contra curas
Si exhiben su homosexualidad, los cl¨¦rigos podr¨¢n ser denunciados
Estas son algunas de las nuevas normas de Derecho Can¨®nico anunciadas ayer por el Vaticano para perseguir y castigar los delitos m¨¢s graves. Las reglas aclaran algunas dudas, agilizan los tiempos de los juicios, actualizan algunos delitos, elevan la prescripci¨®n de 10 a?os a 20 desde que la v¨ªctima cumple la mayor¨ªa de edad, y hacen m¨¢s duras las penas en los casos de delitos contra la fe, como la apostas¨ªa, el cisma o la herej¨ªa o la ordenaci¨®n de mujeres.
La reforma de m¨¢s calado pas¨® casi inadvertida en los tres folios y cerca de 120 art¨ªculos que contienen las normas. Fue el promotor de justicia de la Congregaci¨®n de la Doctrina de la Fe, Charles J. Scicluna, quien la revel¨® en la conferencia de prensa. "La Congregaci¨®n podr¨¢ investigar a aquellos obispos y cardenales que se manchen con delitos contra la fe y contra las costumbres, entre ellos los de pederastia", dijo Scicluna. "Las nuevas normas dan esa se?al importante. La Congregaci¨®n puede investigar primero y luego ir al Papa a pedirle permiso para perseguir (es decir, castigar) al posible culpable".
Seg¨²n el canonista Filippo di Giacomo, esa norma significa una "revoluci¨®n en toda regla". "Permitir¨¢ a la Doctrina de la Fe actuar de forma aut¨®noma contra los altos prelados, e incluso investigar de nuevo todos aquellos expedientes que fueron ocultados por el apartamento wojtyiliano. Los c¨®mplices de la curia podr¨¢n ser castigados. Y los obispos que hagan exhibici¨®n de homosexualidad podr¨¢n ser denunciados por un cura a la Congregaci¨®n. Ahora ya no ser¨¢ posible un nuevo Stanislaw Dziwisz (secretario de Juan Pablo II y cardenal de Cracovia), porque si la Congregaci¨®n le pone delante las pruebas, el Papa sabr¨¢ qu¨¦ est¨¢ pasando a su alrededor y no podr¨¢ no actuar".
?Una acusaci¨®n impl¨ªcita a Wojtyla? ?Una forma de implicar en la limpieza de la Iglesia a los c¨®mplices de la suciedad del pasado? Di Giacomo cree que el Papa ha demostrado ya en el caso de los Legionarios de Cristo, que los c¨®mplices del pasado deben purificarse para purificar de paso a la Iglesia. "Primero ha mandado all¨ª a Velasio de Paolis para purgar sus culpas del pasado, ahora ofrece al viejo Santo Oficio la facultad de ser el tribunal de obispos y cardenales. Antes la congregaci¨®n no pod¨ªa actuar a no ser que el Papa les dijera 'investigad'. Ahora podr¨¢ hacerlo de oficio, llevar¨¢ el resultado el Papa y este decidir¨¢ la pena".
En general, el documento titulado Modificaciones introducidas a las normas de los delitos m¨¢s graves es un reflejo de la ortodoxia trentina de Benedicto XVI; su misma publicaci¨®n con rueda de prensa incluida parece querer marcar distancias con las pasadas d¨¦cadas de ocultaci¨®n a la hora de afrontar la plaga de la pederastia clerical.
Las nuevas normas conceden m¨¢s respeto y derechos a las v¨ªctimas, y en consecuencia menos garant¨ªas para los acusados, que ahora podr¨¢n ser despojados del sacerdocio con un simple decreto cuando las pruebas sean claras y graves.
Las modificaciones firmadas por el prefecto del ex Santo Oficio, el cardenal estadounidense William J. Levada, ofrecen una segunda sorpresa que adapta a los tiempos los procedimientos. Los laicos podr¨¢n participar en los procesos can¨®nicos penales contra sacerdotes y cl¨¦rigos. Hasta ahora, los curas eran juzgados por curas, y los laicos solo pod¨ªan participar en causas civiles y matrimoniales.
La valoraci¨®n del portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, destac¨® como novedades significativas "la equiparaci¨®n de los abusos a personas con limitado uso de raz¨®n a los que se somete contra menores, y la introducci¨®n del delito de pornograf¨ªa infantil".
La curiosidad de este moderno delito, muy relacionado con Internet, es que las normas consideran punible "la descarga o posesi¨®n de material pornogr¨¢fico relativo a menores de 14 a?os". La perversa f¨®rmula vaticana que distingue pedofilia de efebofilia se cuela as¨ª en la ley.
Otras modificaciones afectan a la confidencialidad de los procesos, para intentar defender la intimidad y dignidad de "todas las personas implicadas". El nuevo documento no trata la denuncia a las autoridades civiles, seg¨²n Lombardi, "porque no es eso lo que se espera de un texto can¨®nico". En todo caso, subray¨® el portavoz, "la adecuaci¨®n a las leyes civiles forma parte de las indicaciones impartidas por la Congregaci¨®n desde la fase preliminar de la tramitaci¨®n de los casos de abusos".
La Congregaci¨®n, dijo el portavoz de la Santa Sede, "est¨¢ trabajando en ulteriores indicaciones a los episcopados para que las directivas sobre abusos sexuales sean cada vez m¨¢s rigurosas, coherentes y eficaces". Las nuevas normas est¨¢n contenidas en una carta enviada a los obispos de todo el mundo, como culminaci¨®n del motu proprio (ley) de Juan Pablo II Sacramentorum sanctitatis tutela que en abril de 2001 estableci¨® la competencia de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe sobre los delitos m¨¢s graves.
Lo m¨¢s grave
Los delitos m¨¢s graves contra la moral, reservados al juicio de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, son:
- Menores. El delito contra el sexto mandamiento del Dec¨¢logo [no cometer¨¢s actos impuros] cometido por un cl¨¦rigo con un menor de 18 a?os. Se equipara al menor con la persona que habitualmente tiene un uso imperfecto de la raz¨®n.
- Pornograf¨ªa. La adquisici¨®n, retenci¨®n o divulgaci¨®n, con un fin libidinoso, de im¨¢genes pornogr¨¢ficas de menores de 14 a?os, por parte de un cl¨¦rigo en cualquier forma y con cualquier instrumento.
- Castigo. El cl¨¦rigo que comete estos delitos "debe ser castigado seg¨²n la gravedad del crimen, sin excluir la dimisi¨®n o la deposici¨®n".
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