Vinok¨²rov, s¨ª, pero a dosis homeop¨¢ticas
Agresivo y atacante imprevisible, el ayudante kazajo de Contador marca todas las etapas en las que se mueve
Vinok¨²rov es gasolina para el fuego. Lo sabe Contador, que el a?o pasado, cuando decidi¨® firmar por el Astana, el equipo creado por Vino, el deportista m¨¢s poderoso de Kazajist¨¢n, ante quien hasta los ministros se postran, entendi¨® que habr¨ªa que dar con la manera en la que la agresividad natural del kazajo, tan contraindicada a veces con la paciencia que exigen las carreras de tres semanas, cuadrara con la t¨¢ctica que le llevara victorioso hasta Par¨ªs. "Me vendr¨¢ muy bien Vino", dijo Contador, "pues al ser un corredor importante al que no podr¨¢n dar libertad, siempre que ataque har¨¢ da?o". Siempre, claro, que, como los venenos en la medicina, se use a dosis homeop¨¢ticas, para evitar que haga da?o al organismo al que quiere ayudar.
Como prueba de buena fe, para recordarle que a ¨¦l solo le importaba el Tour, en abril, Contador se sacrific¨® para que su compa?ero ganara la Lieja-Bastogne-Lieja, una carrera simb¨®lica para el kazajo, donde marcaba su regreso al gran nivel despu¨¦s de una sanci¨®n de dos a?os por dopaje. Como se?al de agradecimiento, Vino, que tambi¨¦n ha ganado la Vuelta de 2006 y ha acudido al Tour con intenci¨®n de ganarlo algunos a?os, declar¨® su disposici¨®n ¨²nica a trabajar por el chico de Pinto en el Tour 2010. El ¨²ltimo cap¨ªtulo de una relaci¨®n curiosa que se inici¨® en julio de 2005, cuando Manolo Saiz, que sab¨ªa que su l¨ªder durante a?os deber¨ªa ser Contador, fich¨® a Vinok¨²rov para el Liberty -"a su sombra crecer¨¢ m¨¢s tranquilo, sin presi¨®n, Alberto", dijo Saiz-, se escribe estos d¨ªas en los despachos, en la m¨¢s que probable renovaci¨®n de Contador con el Astana, con el equipo de Vinok¨²rov.
Muchos que conocen el car¨¢cter ganador del kazajo, su orgullo, dudaron. Los mismos dudaron tambi¨¦n el martes, cuando, aparentemente sin responder a una t¨¢ctica prevista, Vino salt¨® en La Madeleine. "Solo piensa en ganar etapas", criticaron algunas voces en el pelot¨®n. "Solo piensa en quedar entre los 10 primeros". Fuera como fuera, su ataque impetuoso e imposible benefici¨® a Contador, pues funcion¨® como un esc¨¢ner sobre todos los favoritos que descubri¨® las debilidades de Evans, sobre todos los dem¨¢s, salvo Andy, despu¨¦s.
Ayer, cuando se infiltr¨® en la fuga masiva, las dudas sobre su intenci¨®n -?querr¨ªa ganar la etapa?, ?avanzar en la general tambi¨¦n (es 12?, a 6m 25s de Andy Schleck)?-, se diluyeron inmediatamente viendo el efecto insidioso que ten¨ªa sobre el Saxo, el equipo del l¨ªder, que debi¨® trabajar durante un terreno dur¨ªsimo sin parar para evitar que se fuera la fuga a m¨¢s de tres o cuatro minutos; y, sobre todo, el efecto domin¨® que produjo: aunque el equipo de Riis logr¨® que colaboraran en la caza el Liquigas, el Cerv¨¦lo, el Lampre, equipos que quer¨ªan ganar la etapa o que deb¨ªan favores, finalmente la marcha sostenid¨ªsima -se corri¨® a 42 kil¨®metros de media- acab¨® afectando a Schleck, quien confes¨® haber pasado un mal d¨ªa.
Cuando atac¨® y le sobrepas¨® a 200 metros de la cima, Contador estuvo tentado de esperar a Vinok¨²rov. Hizo el amago. Luego pens¨® r¨¢pidamente que eso supondr¨ªa que les alcanzar¨ªa el pelot¨®n y sigui¨® para adelante. Aunque no se hubiera movido el de Pinto, Vinok¨²rov tampoco habr¨ªa ganado. "Ataqu¨¦ porque as¨ª lo hab¨ªamos programado", dijo el kazajo. "Luego, el ¨²ltimo puerto se me hizo muy duro, y con el ruido tampoco o¨ª que llegaba Alberto por detr¨¢s. Si no, habr¨ªa ralentizado para esperarlo y ayudarlo m¨¢s. Lo importante es la victoria final de Alberto".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.