Cr¨ªticas al Vaticano por regular como delito grave la ordenaci¨®n de mujeres
La inclusi¨®n de la ordenaci¨®n de mujeres sacerdotes entre los delitos m¨¢s graves que pueden cometer los miembros de la Iglesia, anunciada el jueves por el Vaticano, ha suscitado la perplejidad del mundo anglosaj¨®n y cr¨ªticas de muchas asociaciones cat¨®licas de base y te¨®logos progresistas.
Aunque el fiscal de la Congregaci¨®n de la Doctrina de la Fe, Charles J. Scicluna, intent¨® aclarar en la conferencia de prensa donde present¨® las nuevas normas que el delito de ordenaci¨®n de una mujer es "una falta grave contra el sacramento y la doctrina de la Iglesia, y por tanto un delito de entidad menor que el abuso sexual o la pornograf¨ªa", te¨®logos como Juan Jos¨¦ Tamayo creen que su incorporaci¨®n a la lista negra demuestra que las nuevas normas "son solo una operaci¨®n cosm¨¦tica obligada por la presi¨®n internacional". Tamayo cree que las modificaciones "confusas y oportunistas, porque mezclan asuntos que nada tienen que ver, como la pornograf¨ªa infantil, que ya es un delito en la inmensa mayor¨ªa de los c¨®digos penales, y la ordenaci¨®n sacerdotal de las mujeres, que no es ning¨²n delito sino un derecho leg¨ªtimo".
Los vaticanistas aparecen divididos sobre la medida, que codifica una instrucci¨®n emanada por el ex Santo Oficio el 19 de diciembre de 2007, cuando convirti¨® el intento de ordenar a mujeres en una ofensa penada con la excomuni¨®n. El jurista y canonista Filippo di Giacomo piensa que el castigo a la ordenaci¨®n femenina "no es nuevo, y ni siquiera zanja el problema teol¨®gico de fondo, sino que se limita a punir un asunto por otro lado muy marginal". El historiador Giancarlo Zizola, comentarista de La Repubblica, cree que "es horripilante considerar la ordenaci¨®n de mujeres un delito perpetuo". "Significa alejarse de la sociedad y olvidar el mensaje de Cristo". El portavoz vaticano, Federico Lombardi, asegura que "la controversia no tiene fundamento". "En la lista hay delitos muy dispares entre s¨ª, y eso no quiere decir que sean equivalentes ni igualmente graves", dice.
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