Fiesta afgana para Moratinos

El ministro de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, hizo ayer un viaje en el tiempo. Un avi¨®n de las Fuerzas Armadas aterriz¨® en la ciudad de Qala-i-Naw, al noroeste de Afganist¨¢n. El reloj se par¨® en el a?o 1389 -el a?o actual en el pa¨ªs seg¨²n el calendario isl¨¢mico- en un lugar inh¨®spito rodeado de monta?as y caminos de piedra, donde los adultos son analfabetos, los ni?os van en burro y las mujeres no tienen derechos.

En cierto modo, la idea del ministro espa?ol era ver si los 150 millones de euros que Espa?a ha invertido desde 2006 en la zona, consiguen que el calendario se mueva un poco m¨¢s r¨¢pido.

Los afganos le dieron la bienvenida con una jirga, una asamblea de dirigentes tribales de la provincia de Badghis, una de las m¨¢s pobres del pa¨ªs. Los 400 notables que asistieron felicitaron al ministro por el Mundial de Sud¨¢frica y le agasajaron con bailes y discursos de agradecimiento por la ayuda recibida y el gobernador de la provincia, Delban Jan Arman, le coloc¨® el chap¨¢n (t¨²nica de mando) y el longui (turbante de gala), que el ministro acept¨® a sabiendas de que la foto estar¨ªa hoy en todos los peri¨®dicos.

Traslad¨® a Karzai que no reducir¨¢ la ayuda militar y econ¨®mica

Moratinos visit¨® luego los proyectos que Espa?a tiene en la ciudad. Son tres y son un buen ejemplo de eso que se ha dado en llamar la afganizaci¨®n, la nueva estrategia compartida por Estados Unidos, que pretende ir cediendo el control de la seguridad y el desarrollo del pa¨ªs a los afganos. El primero de ellos es el Centro Multinacional de Formaci¨®n, un edificio de tres plantas donde se forma a profesores de instituto, se ofrecen estudios de agricultura, de bachillerato y de formaci¨®n profesional. El segundo es el proyecto estrella, un hospital con 106 camas que atiende a una poblaci¨®n de m¨¢s de 400.000 personas en la provincia de Badghis y donde se dan clases a enfermeras y matronas. El ¨²ltimo, es la granja Shugufan, donde se intenta mejorar el rendimiento de la tierra con nuevas t¨¦cnicas y cultivos como el pistacho, una alternativa m¨¢s barata en el mercado, al opio, la droga que convierte a Afganist¨¢n en el mayor proveedor del mundo. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si todo esto no estuviese? "Pues no sabemos", responde un miembro de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional, "todo se quedar¨ªa como est¨¢, como lo ves, pero dejar de ayudar aqu¨ª no es algo que ahora mismo est¨¦ en el horizonte. Por ahora hay que seguir porque los afganos van adapt¨¢ndose muy lentamente".

En esa l¨ªnea fue el mensaje que horas despu¨¦s traslad¨® Moratinos al presidente de Afganist¨¢n, Hamid Karzai. No habr¨¢ pasos atr¨¢s en las ayudas militares y econ¨®micas proporcionadas hasta ahora para reconstruir el pa¨ªs y garantizar su estabilidad. El encuentro con Karzai tuvo lugar horas despu¨¦s del atentado contra un convoy de la OTAN, cerca de la carretera del aeropuerto de Kabul. Murieron tres civiles y 35 personas resultaron heridas.

De las dos vetas de la presencia espa?ola en Afganist¨¢n, la militar y la de cooperaci¨®n, esta ¨²ltima es la que ha tenido m¨¢s peso en la visita del ministro. Moratinos quiere as¨ª mostrar que la presencia de los 1.300 soldados espa?oles en el pa¨ªs se explica b¨¢sicamente como una misi¨®n que proporciona seguridad a los cooperantes que desarrollan los proyectos de desarrollo. "Los espa?oles, al igual que est¨¢n muy orgullosos del triunfo en el Mundial, deber¨ªan estarlo tambi¨¦n del trabajo que se hace en Afganist¨¢n. Es de primera divisi¨®n", recalc¨®.

Adem¨¢s de visitar los proyectos, Moratinos se reuni¨® con el general al mando de las tropas de la OTAN en Afganist¨¢n, David Petraeus. Ambos coincidieron en la necesidad de integrar a los talibanes en el proceso de afganizaci¨®n y en la importancia de hacer cambiar de opini¨®n a la poblaci¨®n afgana, que sigue viendo a los militares como intrusos. "La ¨²nica manera de ganar esta batalla es ganando los corazones y las mentalidades de los afganos", se?al¨® el ministro.

Ese ser¨¢ el asunto principal a tratar este martes en la Conferencia de Kabul, donde Espa?a estar¨¢ representada por la secretaria de Estado de Cooperaci¨®n Internacional, Soraya Rodr¨ªguez.