La trama de Ciutat Vella pidi¨® en un d¨ªa 661 licencias para pisos tur¨ªsticos

El 31 de diciembre de 2006 entraron en el registro de Ciutat Vella 675 solicitudes de licencia de apartamentos tur¨ªsticos. De ellas, 661 llevaban la firma del mismo ingeniero, Joaqu¨ªn Qu¨ªlez, imputado en una trama de corrupci¨®n junto con dos ex funcionarios del distrito: Heliodoro Lozano, director de licencias y espacio p¨²blico, y Elena Ariza, que fue secretaria jur¨ªdica, entre otros cargos. En la causa tambi¨¦n est¨¢n involucrados 25 empresarios -que declararon ante los Mossos- y tanto Qu¨ªlez como Lozano estuvieron en prisi¨®n preventiva. Lo que investiga el juzgado es una trama de sobornos de empresarios al intermediario -el ingeniero Qu¨ªlez- y de este a los funcionarios municipales con la misma finalidad: facilitar la tramitaci¨®n de licencias, acelerar los tiempos habituales de la Administraci¨®n o, sencillamente, evitar las inspecciones que hubieran puesto al descubierto las irregularidades. La relaci¨®n entre Qu¨ªlez y Lozano no se limitaba a la motivada por los apartamentos tur¨ªsticos, explican fuentes municipales.

La entrada en bloque de peticiones colaps¨® las oficinas de Ciutat Vella

El 31 de diciembre de 2006 finalizaba el plazo para solicitar las licencias de apartamentos tur¨ªsticos en aplicaci¨®n del plan de usos aprobado en junio de 2005, que pretend¨ªa acotar esa actividad en un distrito que se vio desbordado. Hasta aquel momento, los apartamentos hab¨ªan funcionado sin ning¨²n tipo de requisito porque no exist¨ªa normativa. La licencia para operar como apartamento tur¨ªstico era de cambio de usos y supon¨ªa cumplir unos requisitos. Quien no los cumpliese estaba obligado a restituir el uso anterior: vivienda. La presentaci¨®n en bloque de 675 solicitudes colaps¨® las oficinas, que quedaron completamente desbordadas. Esas solicitudes de licencias -de obras mayores- tienen un plazo para ser contestadas: tres meses, pero no pudo ser cumplido y, en consecuencia, todos los apartamentos siguieron funcionando por silencio administrativo. Todo ello ocurri¨® en una ¨¦poca de mudanza, con las elecciones municipales en mayo de 2007 y la posterior formaci¨®n de gobierno. Itziar Gonz¨¢lez, que fue edil de Ciutat Vella, se encontr¨® con un fenomenal l¨ªo de licencias en espera y con un ingeniero (Qu¨ªlez) que se mov¨ªa por las oficinas "como Pedro por su casa", en expresi¨®n de un responsable de ese mismo distrito. Lozano -trasladado a Urbanismo- fue sustituido por otro director de licencias de confianza de la edil. Fue a partir de ese momento -primavera de 2008- cuando se empezaron a revisar las licencias de los apartamentos.

En esas comprobaciones, se observ¨® que muchos de los expedientes que llevaban la firma del despacho de ingenier¨ªa de Qu¨ªlez adolec¨ªan de carencias en la documentaci¨®n. Algunos tuvieron que ser literalmente reconstruidos. A veces, las obras que se presentaban no se correspond¨ªan con las ejecutadas, explicaron fuentes municipales.

Las inspecciones de los apartamentos -con Lozano ya fuera del distrito- supusieron la denegaci¨®n de permiso a 218. Muchos de ellos, no obstante, siguen operando.