Respuesta a Carnero
Tiene raz¨®n Carlos Carnero en su apostilla, que, tal y como la entiendo, no contradice en realidad el sentido de lo por m¨ª escrito. Sin duda la culpa de la Guerra Civil fue ante todo de quienes se sublevaron contra un r¨¦gimen leg¨ªtimo y eso es algo incuestionable. Como tambi¨¦n me parece incuestionable que, durante la azarosa vida de una Rep¨²blica que tantas ilusiones despert¨®, distintos e irreductibles extremismos ideol¨®gicos, tan minoritarios como fanatizados, hicieron todo lo posible por servirse de ella en vez de servirla. Ello en modo alguno justifica el levantamiento, evidentemente, pero ayuda a entender la ferocidad y la sa?a con que, al derivar el golpe en guerra civil, se emplearon -ya sin ning¨²n freno o cautela- tales sectores, en uno y otro bando. Desde Chaves Nogales a Mu?oz Molina (en su ¨²ltima y espl¨¦ndida novela La noche de los tiempos) son muchos los autores que han tratado de narrar esos horrores. Andr¨¦s Trapiello les dedica su Las letras y las armas y a este texto, ya cl¨¢sico, me remito.
La inmensa mayor¨ªa de los ciudadanos de a pie, esa buena gente a que alude Carnero en su carta (sus parientes, y los m¨ªos y los de casi todos los que ahora vivimos en este pa¨ªs), que ni en su vida hab¨ªa cogido nunca fusil ni ten¨ªa probablemente la m¨¢s m¨ªnima intenci¨®n de hacerlo nunca, ni quisieron ni provocaron el conflicto: solo lo sufrieron. Designarles, gen¨¦ricamente, como integrantes de una "tercera Espa?a" no es sino un recurso ret¨®rico para cuestionar la idea de las "dos Espa?as", es decir, de un pa¨ªs irremediable y radicalmente partido en dos. No hubo tal. Lo que hubo fue un pa¨ªs conducido al despe?adero por la impericia pol¨ªtica, la deslealtad, el radicalismo ideol¨®gico extremo y el fanatismo feroz de grupos en realidad minoritarios. Y eso es, en esencia, lo que en mi texto trataba de resaltar a partir de datos de encuesta actuales; es decir, a partir del recuerdo que de aquellos a?os nos ha ido siendo legado por nuestros padres y abuelos a los que, felizmente, compartimos ahora la vida de este pa¨ªs.
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