Pruebas de estr¨¦s y 'fair play'
Espa?a ha jugado m¨¢s limpio. Y no hablamos del pasado Mundial de f¨²tbol. Se trata de los resultados de los test de esfuerzo del sector bancario. Puede que la publicaci¨®n de estas pruebas nos haya dejado a algunos con la mosca detr¨¢s de la oreja por las modestas estimaciones de necesidades de capital que se han desprendido de los mismos. No obstante, hay que acoger el resultado de las pruebas con optimismo y fe a partes iguales. Es una cuesti¨®n de juego limpio. El Sistema Europeo de Supervisores Bancarios (CEBS) ha fijado las reglas. Y con esas reglas es con las que ha habido que jugar. Espa?a inici¨® la partida con m¨¢s fair play porque fue la primera en solicitar y mostrar su predisposici¨®n a la publicaci¨®n de las pruebas, porque un conjunto de entidades extraordinariamente representativo del sector bancario espa?ol se ha sometido a las mismas y porque los criterios y supuestos para Espa?a han sido m¨¢s duros en t¨¦rminos relativos (baste con considerar las p¨¦rdidas estimadas en propiedad inmobiliaria y suelo) que para otros pa¨ªses europeos.
Si Europa hubiera juzgado todo el sector, la comparaci¨®n favorecer¨ªa a Espa?a
Sin embargo, la mayor parte del resto de los estados miembros de la UE apenas ha sometido a estos test, en el mejor de los casos, al 50% de su sector bancario. Decepcionante de partida. Esta asimetr¨ªa hace injusto decir, por ser una comparaci¨®n mal definida y simplista, que cinco de las siete entidades que no han pasado las pruebas son espa?olas. Simplemente, porque si todos los pa¨ªses hubieran sometido a un porcentaje de instituciones financieras similar al espa?ol a los test, muy probablemente habr¨ªa salido a la luz en mayor medida una realidad comparativa a¨²n m¨¢s favorable al caso espa?ol.
Como ayer se recordaba en la presentaci¨®n de los stress test, la estimaci¨®n de 2.043 millones de euros para el conjunto del sector bancario de nuestro pa¨ªs parece irrisoria en comparaci¨®n con los 260.000 millones de euros que se inyectaron en las entidades europeas hace casi dos a?os.
Puede que estas necesidades crezcan en el futuro aunque, en cualquier caso, no faltar¨¢n mecanismos para atenderlas, a tenor de la ampliaci¨®n del FROB refrendada ayer mismo por la Comisi¨®n Europea, o a las nuevas posibilidades de ampliaciones de capital que se han abierto para las cajas y las que realizar¨¢n numerosos bancos.
Si realmente la reestructuraci¨®n bancaria se ha completado en otros pa¨ªses europeos, llama la atenci¨®n que siga fallando esta prueba alguna de las entidades europeas m¨¢s sist¨¦micas. Los test de estr¨¦s est¨¢n para detectar problemas y, con los criterios establecidos Espa?a, estos problemas se han detectado y reconocido, de modo que queda poco margen a la improvisaci¨®n respecto a qu¨¦ problemas estamos hablando y a la cobertura de entidades analizadas. ?Qu¨¦ otro pa¨ªs europeo puede decir lo mismo? Es importante tener en cuenta que la cuota de mercado total de las entidades que necesitan capital en Espa?a no llega al 8%. Eso no quiere decir que el sector est¨¦ para tirar cohetes o que el cr¨¦dito vaya a fluir a partir de ahora de manera mucho m¨¢s significativa pero es una buena base para la confianza.
Ahora es el momento para hacer hincapi¨¦ en la transparencia ante el inevitable e importante test de los mercados que llegar¨¢ la pr¨®xima semana. Habr¨¢ que esperar al lunes para comenzar a evaluar qu¨¦ consideraci¨®n merecen a los inversores los resultados alcanzados. No faltan ni faltar¨¢n analistas que advierten de una infravaloraci¨®n del riesgo soberano que, en todo caso, podr¨ªa afectar m¨¢s a la banca de otros pa¨ªses que a la espa?ola. Lo importante es que los datos de Espa?a est¨¢n sobre la mesa para su debate y, en lo que a depreciaci¨®n de activos ligados al mercado inmobiliario se refiere -uno de los aspectos m¨¢s controvertidos en los ¨²ltimos meses- los criterios son duros, con un escenario adverso que contempla unas ca¨ªdas nominales del precio de la vivienda del 28% y del suelo del 61%.
Importa ya menos, en mi opini¨®n, en qu¨¦ medida la exposici¨®n inmobiliaria ha salido a la luz porque con tan duros criterios y con las medidas contingentes que hay preparadas, el sector bancario espa?ol no queda mal parado. Quedan a¨²n muchos meses por delante de intensa batalla pero cabe esperar que el paso dado con la publicaci¨®n de las pruebas de esfuerzo sea uno significativo en el de la generaci¨®n de confianza, que es la primera obligaci¨®n actual. Ser¨¢ fundamental, en este contexto, concretar cuanto antes algo m¨¢s c¨®mo se instrumentar¨¢n las necesarias inyecciones de capital (algunas entidades ya se han apresurado a hacerlo desde la iniciativa privada). El marco para futuras recapitalizaciones sigue abierto, con o sin fusiones e integraciones y, por lo tanto, si surgieran sorpresas el camino parece expedito para su soluci¨®n.
En Espa?a entramos ahora en una fase de consolidaci¨®n, lo que podr¨ªamos denominar el FROB II, una etapa que los anglosajones llamar¨ªan de integraci¨®n postfusiones (PMI o post-merger integration) dado que tan importante c¨®mo establecer la hoja de ruta es concretarla.
A la hoja de ruta espa?ola los test de estr¨¦s han a?adido datos y transparencia y en la concreci¨®n de la misma ser¨¢ precisa rigidez y gesti¨®n responsable. Queda por delante un duro camino de mejoras de eficiencia y de readaptaci¨®n pero medidas como la reforma de las cajas de ahorros aprobada esta misma semana en el Parlamento o la propia publicaci¨®n de las pruebas de esfuerzo han respondido a la necesidad de informaci¨®n para comenzar a edificar el terreno de la esperanza.
Santiago Carb¨® Valverde es catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Granada.
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