La Palma flores y lava
Una isla canaria para los que no buscan marcha discotequera ni complejos hoteleros a lo grande. Aqu¨ª el mejor plan es el silencio
La Palma, en su d¨ªa hogar de uno de los puertos m¨¢s estrat¨¦gicos del mundo, ha ofrecido refugio a aventureros, viajeros y comerciantes durante m¨¢s de 500 a?os. Incluso hoy, la isla es m¨¢s conocida por exportaciones como los pl¨¢tanos y por Manolo Blahnik (a diferencia de los pl¨¢tanos, Blahnik puede volver a casa siempre que quiera).
En mis ocho a?os escribiendo art¨ªculos de viajes desde Madrid, La Palma ha sido la isla canaria que m¨¢s me han recomendado mis amigos espa?oles y otros periodistas; todo el mundo excepto los residentes de la isla. Pregunten a un palmero por los encantos de su isla, y lo primero que suelen decirle es que no se hagan muchas ilusiones. No es que quieran guardarse para ellos su rinconcito del para¨ªso -conocido, y con raz¨®n, como La Isla Bonita-, sino que prefieren ahorrarles el viaje si van por los motivos equivocados.
Gu¨ªa
C¨®mo llegar
? Iberia (www.iberia.com) vuela de Madrid a Santa Cruz de La Palma por unos 400 euros.
? Halc¨®n Viajes (www.halconviajes.com) ofrece vuelo y 5 noches de hotel por 365 euros por persona.
Dormir
? La Palma Rom¨¢ntica (Las Llanadas, Barlovento; www.hotellapalmaromantica.com; 922 18 66 21). Para parejas. Desde 66 euros la doble.
? Tenegu¨ªa Princess & Spa (Carretera de la Costa, Cerca Vieja, 10; Fuencaliente; www.hotellapalmaprincess.com; 922 42 55 00). La doble, con media pensi¨®n, 130 euros.
? Parador de La Palma (calle de Zumacal, s/n; Bre?a Baja; 922 43 58 28; www.paradores.es). La doble, sin desayuno, 145 euros.
? Hotasa Taburiente Playa (playa de los Cancajos; www.hotasa.es; 922 18 12 77). Desde 105 euros.
Comer
? Casa Osmunda (subida a la Concepci¨®n, 2; Bre?a Alta; 922 41 26 35). http://casaosmunda.blogspot.com. Precio medio por persona:unos 25 euros.
? Chipi Chipi (calle de Juan Mayor, 42; 922 41 10 24). Especialidad: carnes a la brasa. Precio medio: 30 euros.
? Casa Goyo (camino El Lomito Rodero, 120; 922 44 06 03, www.casagoyo.es). Para amantes del pesca¨ªto. Precio: unos 20 euros.
Informaci¨®n
? Turismo de La Palma (www.lapalmaturismo.com/turismo; 922 41 21 06).
Muchas de las cosas que alguien -sobre todo un guiri como yo- podr¨ªa ir a buscar a una isla canaria escasean aqu¨ª (si es que no son del todo inexistentes). No hay centros comerciales, discotecas ni hoteles mastod¨®nticos invadiendo las playas. De hecho, ni siquiera hay mucha playa. La vertiginosa topograf¨ªa volc¨¢nica de la isla ha creado hermosas cuevitas, pero normalmente requiere cierto esfuerzo llegar hasta ellas, y en muchas solo caben unas docenas de adoradores del sol y a lo mejor un chiringuito.
En lugar de hoteles de lujo, encontrar¨¢n plantaciones de pl¨¢tanos que ocupan cualquier extensi¨®n de tierra lo bastante llana como para construir un campo de golf. Quiz¨¢ por eso, muchos residentes de las otras islas, aparentemente "mejor equipadas" con diversiones artificiales, suelen dar el salto a La Palma para pasar las vacaciones. El atractivo de La Palma estriba tanto en lo que la isla no posee -turismo de masas, cadenas de restaurantes y discotecas abiertas hasta el amanecer- como en lo que s¨ª ofrece, es decir, relajaci¨®n y descubrimiento.
De modo que, aunque puede que La Palma no sea el mejor mercado para recorrer los bares en busca de amante, es el mejor destino cuando ya lo tienes. La isla es una escapada perfecta para dos, especialmente una pareja que disfrute con las rutas panor¨¢micas y los paseos por los diversos paisajes de la isla. Existe incluso un establecimiento, el hotel La Palma Rom¨¢ntica (Las Llanadas, s/n; Barlovento; 922 18 66 21; www.hotellapalmaromantica.com), con balneario y rutas naturales pensadas para parejas.
La Palma, la ¨²nica isla de las Canarias que tiene agua en la superficie -hay un riachuelo, manantiales y hasta alguna cascada-, luce todo el a?o un manto verde que contrasta enormemente con las formaciones rocosas de lava negra de la isla, as¨ª como las aguas azul celeste del Atl¨¢ntico. Esto es as¨ª sobre todo en la costa norte, donde las monta?as extremadamente escarpadas forman valles profundos que protegen ecosistemas ¨²nicos situados unos junto a otros, a menudo en la cara opuesta de una misma colina. Recorriendo las serpenteantes carreteras del norte vemos c¨®mo el paisaje se transforma por completo a cada curva.
La ruta volc¨¢nica
Pero la mejor manera de explorar La Palma -desde 2002, reserva de la biosfera de la Unesco- es caminar por los cientos de kil¨®metros de rutas bien se?alizadas que atraviesan la isla, desde la Caldera de Taburiente, envuelta en nubes, hasta los famosos bosques de laurisilva, como Los Tilos, y las r¨¢pidas aguas de los Nacientes de Corderos y Marcos. Quienes dispongan de m¨¢s tiempo y energ¨ªa pueden probar la Ruta de los Volcanes, una caminata de cinco horas por la columna volc¨¢nica de la isla, que ofrece panor¨¢micas de las costas este y oeste. Denle un toque m¨¢s rom¨¢ntico caminando de noche bajo la luna llena.
Uno de los paseos m¨¢s atractivos por el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente empieza en el Mirador de Brecitos, atraviesa la zona de acampada situada en el centro del cr¨¢ter y desciende por el barranco de las Angustias. Se tarda cuatro horas, es una caminata bastante sencilla, incluso para principiantes, y da idea de muchos de los ecosistemas de la isla con unas vistas espectaculares a lo largo del camino. Dependiendo de la temporada, hay lugares donde refrescarse, sumergi¨¦ndose en los arroyos, aunque en pleno verano suele haber menos agua. Pueden utilizar los taxis de la isla para que los lleven y los recojan, de modo que en muchas rutas no es necesario deshacer lo andado. Hay mapas e informaci¨®n disponibles a las entradas de los parques y las reservas naturales, y tambi¨¦n en p¨¢ginas web como http://reddeparquesnacionales.mma.es o www.senderosdelapalma.com.
A los pies de las monta?as y fuera de los bosques tambi¨¦n hay mucho que explorar. Cerca de la capital, Santa Cruz, situada en la costa este de la isla, se encuentran algunas de las playas m¨¢s accesibles (y c¨®modas para el usuario), como Los Cancajos y playa Nueva, tambi¨¦n conocida como playa de las Focas. La zona cuenta con la densidad m¨¢s alta de restaurantes.
El parador de La Palma (calle de Zumacal, s/n; Bre?a Baja; 922 43 58 28; www.paradores.es) quiz¨¢ no sea la propiedad nacional m¨¢s impresionante o hist¨®rica, pero las espaciosas habitaciones disponen de grandes balcones con sombra y hermosas vistas al mar. La multitud que se congrega por la tarde y noche en torno al bar y el patio interior, sembrado de palmeras y flores llenas de colorido, parece salida directamente de una historia de Somerset Maugham. El excelente restaurante ofrece un men¨² cambiante basado en especialidades locales, incluidos sus extraordinarios postres, como el tradicional bienmesabe y el arribista Pr¨ªncipe Alberto, de finales del siglo XX, una mezcla de mousse de chocolate, almendras y bizcocho empapado en caf¨¦ que es caracter¨ªstica de la isla.
El restaurante Casa Osmunda (Subida a la Concepci¨®n, 2; Bre?a Alta; 922 41 26 35; http://casaosmunda.blogspot.com/) es otro lugar favorito de siempre. Tiene un interior colorido y una gran terraza, as¨ª como una de las mejores bodegas de la isla, donde pueden probar los maravillosos malvas¨ªas blancos y tambi¨¦n los vinos de tea -envejecidos en barrica de pino- del norte de la isla. La producci¨®n de las mejores variedades de estos vinos caracter¨ªsticos normalmente es tan reducida que nunca llegan a las tiendas, de modo que no se los deben perder aqu¨ª.
Para comidas m¨¢s informales, prueben el Chipi Chipi (calle de Juan Mayor, 42; 922 41 10 04), donde encontrar¨¢n carnes a la brasa y platos palmeros sin florituras. Parte del encanto del Chipi Chipi es su ambiente, que recuerda un poco a un parque tem¨¢tico, con el restaurante principal e hileras de peque?os salones privados para familias o grupos reducidos rodeando un gran patio, todo ello construido con roca volc¨¢nica oscura y cubierto de exuberantes plantas tropicales.
Otro favorito de los habitantes de la zona es Casa Goyo, situado cerca del aeropuerto (camino El Lomito Lodero, 120; 922 44 06 03; www.casagoyo.es) y descrito como "m¨¢s chiringuito que restaurante". Es uno de los lugares preferidos por los isle?os para comer pesca¨ªto. Para las mejores carnes a la brasa est¨¢ el bar Parrilla las Nieves (plaza de las Nieves, 2; Santa Cruz; 922 41 66 00), famoso por su cabrito, conejo y pollo a la plancha, por no hablar de los chicharrones fritos (corteza de cerdo).
Si conducimos en direcci¨®n sur, hacia el pueblo de Fuencaliente, atravesamos un paisaje marcado por el devastador incendio del verano pasado, pero que ya da muestras de regeneraci¨®n con brillantes brotes verdes que afloran de los troncos carbonizados y ennegrecidos de los pinos, un vivo recuerdo de que esta es una tierra de perseverancia.
La mitad sur de la isla tambi¨¦n alberga algunas de las mejores playas. Estas incluyen la playa Blanco, entre Mazo y Fuencaliente, en la costa sureste y cerca del faro de Punta el Lajio. La playa es bonita y segura para nadar, algo a tener en cuenta en la isla, ya que las fuertes corrientes pueden hacer que en algunas aguas el ba?o resulte peligroso.
Tambi¨¦n merece la pena visitar la peque?a cala de El Charco Verde, localizada cerca de Puerto Naos y una de las playas m¨¢s tranquilas (y seguras) para el ba?o. En la regi¨®n se encuentran asimismo la playa del Faro, la de la Zamora y la playa Chica, todas ellas de arena negra asombrosamente bellas y embutidas entre los volcanes y el mar. Con un ir¨®nico nombre, la ¨²nica playa nudista de la isla es la playa de las Monjas, situada a 1,5 kil¨®metros al sur de Puerto Naos.
En cualquier playa de la isla, presten atenci¨®n a las condiciones del oc¨¦ano. A menudo presenta corrientes intensas y un fuerte oleaje. Si no ven a lugare?os ba?¨¢ndose, es mejor no arriesgarse a hacerlo solos. Si preguntan, la mayor¨ªa de los hoteles les informar¨¢n de las condiciones de las playas, que var¨ªan en funci¨®n de la temporada y de la climatolog¨ªa del momento.
Es obligado darse una vuelta por la costa norte de la isla, con sus picos monta?osos, sus valles profundos y sus vistas espectaculares, y aunque paren solo una vez para comer, el viaje ocupar¨¢ buena parte del d¨ªa debido a las caracter¨ªsticas de las carreteras, que tienen una cantidad incre¨ªble de curvas. Por suerte, la regi¨®n ahora est¨¢ salpicada de numerosas casas rurales para alquilar. Hasta hace poco, muchas eran viviendas de pueblo descuidadas, cuando no olvidadas, pertenecientes a palmeros cuya familia se hab¨ªa trasladado hac¨ªa mucho tiempo a centros urbanos de la isla como Santa Cruz o Los Llanos de Aridane, pero que ahora han sido restauradas y convertidas en propiedades de alquiler. Otras han sido adquiridas y restauradas por los emigrantes llegados del norte de Europa que aprecian el maravilloso clima de La Palma, su naturaleza pr¨ªstina y su estilo de vida sencillo.
Aldeas con estilo bohemio
Una estancia con pernoctaci¨®n incluida en la parte septentrional de la isla significa que podr¨¢n salir del coche m¨¢s tiempo del que se tarda en hacer una foto y explorar la vida de pueblo en peque?os pagos cuyo aspecto es muy similar al que ten¨ªan hace un siglo, aunque con un aire algo m¨¢s internacional y bohemio del que conoci¨® la abuela.
Los lugares que vale la pena explorar incluyen Garaf¨ªa, Roque del Faro, El Tablado, Gallegos y Barlovento. Entre los restaurantes destacados de la zona se encuentra el restaurante Azul (El Castillo, 13; Garaf¨ªa; 922 40 06 60), peque?o y popular entre los habitantes procedentes del norte de Europa, de modo que es mejor reservar con antelaci¨®n. Otro favorito entre los residentes es el restaurante Reyes (calle de Roque del Faro, 14; 922 40 04 84).
Los fines de semana hay un mercadillo cerca de Puntagorda donde se venden productos y exquisiteces palmeras tradicionales: quesos de cabra, mermeladas, panes artesanales y artesan¨ªas que incluyen coloridas cer¨¢micas y esculturas y utensilios de madera. El mercado desprende una curiosa atm¨®sfera hippy y tambi¨¦n internacional, ya que muchos de los vendedores son brit¨¢nicos, alemanes y holandeses que se han afincado en la isla y celebran su generosidad ¨²nica. Como dice un lugare?o cuando habla del ¨¦xito del mercado, "a veces necesitamos a un extranjero para darnos cuenta de lo mucho que damos por sentado los maravillosos productos y tradiciones de nuestra hermosa isla".
Andrew Ferren colabora en el suplemento de viajes de The New York Times y en la revista Travel & Leisure.
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