Costas de servidumbre militar

La Ley de Costas lo deja claro. Todas las playas son p¨²blicas y se debe garantizar su acceso a pie y por mar. Pero en la provincia de C¨¢diz la excepci¨®n marca la regla. En la frontera entre El Puerto de Santa Mar¨ªa y Rota una valla separa la playa de Fuentebrav¨ªa de la del Almirante. La reforz¨® el a?o pasado el Ministerio de Defensa para proteger la seguridad de la base naval de Rota. Los civiles no pueden pasar aunque este a?o se conceden permisos especiales. En Camposoto, en San Fernando, y en El Ret¨ªn, en Barbate, existen limitaciones en el uso cuando se realizan maniobras militares. A la costa gaditana le pesan sus servidumbres.

Rota ha sido el municipio m¨¢s combativo. La playa del Almirante fue cerrada totalmente al p¨²blico, incluidos los militares de la base y sus familiares, el a?o pasado cuando crecieron las quejas municipales por el agravio que supon¨ªa que esta playa pudiera ser disfrutada por unos cuantos privilegiados mientras que al otro lado de la valla levantada por Defensa, en la zona portuense, se aglomeraba la masa de ba?istas.

Las autoridades han decidido levantar este a?o el veto total a la playa, que era contrario a la Ley de Costas, y han vuelto a permitir el ba?o a los residentes en el recinto militar y tambi¨¦n, de forma controlada, a los civiles de fuera. Para ello los civiles deben solicitar un impreso en el Ayuntamiento de Rota, con el que pueden obtener una licencia para acceder a la playa durante 15 d¨ªas. Dos semanas despu¨¦s de poner en marcha esta iniciativa, sus responsables ya reconocen su fracaso. Hasta ahora, aunque ha habido gente interesada, no se ha presentado ninguna solicitud.

"Es una playa sin servicios, obliga a entrar por la base, necesita de un papeleo. ?Para qu¨¦ tantas molestias si tienes 30 kil¨®metros de litoral abierto justo al lado y con todos los dispositivos de limpieza, seguridad y chiringuitos?", se responde el alcalde de Rota, Lorenzo S¨¢nchez, de Rote?os Unidos. El regidor reconoce, adem¨¢s, que tampoco se ha promocionado la nueva posibilidad de utilizar la playa.

Los ecologistas y colectivos pacifistas tienen otra versi¨®n del fracaso. Ellos, que siempre han reivindicado el uso civil de la playa, se han negado a hacer uso de lo que consideran "una limosna rid¨ªcula". IU les ha apoyado. El parlamentario Ignacio Garc¨ªa califica la actitud de Defensa como "trasnochada, paternalista y cortijera". Los permisos que est¨¢ dispuesta a conceder la base de Rota responden a "una subordinaci¨®n de la sociedad civil a lo militar que ya cre¨ªamos superada", advierte. Por eso, ha animado a los turistas y vecinos a que "no pasen por la humillaci¨®n de pedir permiso al Ej¨¦rcito para usar una playa que es de todos".

En otros dos municipios gaditanos perviven tambi¨¦n playas con restricciones militares. En el acuartelamiento del Ret¨ªn se disfruta de una de las franjas costeras mejor conservadas. La presencia de la Armada ha frenado en los ¨²ltimos 20 a?os cualquier intento de urbanizaci¨®n, como los que se pensaron en su d¨ªa en el marco del plan de Puerto de la Plata que destap¨® el caso Juan Guerra. La playa de los militares, como se la conoce en Barbate, es de libre acceso y mantiene su estado pr¨¢cticamente virgen. Pero no siempre se puede utilizar. Las continuas maniobras de la OTAN o de la Armada espa?ola limitan muchas veces su utilizaci¨®n.

Todos los planes de desafectaci¨®n dise?ados para esta parte de la costa han terminado fracasando. Este a?o, al menos, el Ayuntamiento de Barbate ha conseguido un logro hist¨®rico: que el Ministerio de Defensa permita ceder una peque?a parcela de 20 hect¨¢reas para la construcci¨®n de una piscifactor¨ªa y una carretera.

En una situaci¨®n similar se encuentra San Fernando, donde tambi¨¦n est¨¢ restringida la zona militar de Camposoto. El Ayuntamiento sue?a con planes hoteleros y residenciales en unos terrenos de unas 150 hect¨¢reas situados frente a la playa.

Es un sue?o que dura ya 30 a?os. Ahora, aprovechando los avances conseguidos en Barbate y en otros municipios gaditanos con instalaciones militares en desuso, se ultima tambi¨¦n un acuerdo en San Fernando, pero todav¨ªa debe esperar a tener el visto bueno de las m¨¢ximas autoridades militares.