Dignidad nacional
La sociedad catalana reaccion¨® con una gran manifestaci¨®n a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto. La mayor concentraci¨®n jam¨¢s realizada quiso mostrar en la calle esa indignaci¨®n por lo que el presidente Montilla denomina "da?os morales" del fallo. La mayor parte de la ciudadan¨ªa se ha sentido herida en su dignidad despu¨¦s de haber votado en refer¨¦ndum un texto que luego ha sido retocado, recortado y modificado por el alto tribunal, actuando, en palabras del presidente, como una suerte de "tercera C¨¢mara".
Es curioso que una sociedad que expresa leg¨ªtimamente en la calle su sensibilidad para con los temas que precisan reparaci¨®n moral, luego se resigne m¨¢s que cristianamente ante los asuntos que exigen tambi¨¦n compensaci¨®n material. Contrariamente a lo que apunta el t¨®pico, parece que a los catalanes nos va m¨¢s el sufrimiento espiritual que la recuperaci¨®n de la pela. Tal vez, adem¨¢s de un ?mnium Cultural, este pa¨ªs precisa un catalizador similar para asuntos m¨¢s prosaicos. Hemos olvidado la vieja acepci¨®n del t¨¦rmino catarsis -material y relativa a la purificaci¨®n del cuerpo- para volcarnos en su significado aristot¨¦lico. Nos gusta el territorio de lo moral y espiritual.
?Por qu¨¦ la comisi¨®n del 'caso Palau', salvo un par de honorables excepciones, hace su trabajo tan mal y tan a desgana?
Es sorprendente, m¨¢s all¨¢ del l¨®gico cabreo, la falta de iniciativas sociales que muestren la indignaci¨®n social por el caso Palau. Ante los ojos de la ciudadan¨ªa han desaparecido 35,1 millones de euros, seg¨²n la auditor¨ªa presentada el pasado viernes -al cumplirse un a?o de la entrada de los Mossos en el auditorio- por la nueva direcci¨®n del Palau. Dos nobles patricios -Millet y Montull- y una cohorte de an¨®nimos beneficiarios han distra¨ªdo tal cantidad. Vayamos al desglose: al menos 4,6 millones de euros de lo desviado proceden del erario p¨²blico, es decir, del consorcio que agrupa a las administraciones y que pagamos todos. Las facturas ficticias, de acuerdo con la auditoria, ascender¨ªan a 5,6 millones de euros. El fraude fiscal relativo al IVA subir¨ªa a 600.000 euros. De las obras de ampliaci¨®n se desviaron, afirma Deloitte, 10 millones de euros. Los nuevos gestores han solicitado que el juez impute a tres empresas que facturaron casi dos millones de euros al Palau. Se trata de unas firmas que, seg¨²n el propio Palau, jam¨¢s realizaron trabajos para el auditorio. Las propias empresas no han acreditado qu¨¦ tipo de servicios cubrieron. Estas mismas firmas s¨ª hicieron campa?as electorales para Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya (CDC). A la espera de lo que decida esta pr¨®xima semana la comisi¨®n parlamentaria creada para investigar la supuesta financiaci¨®n irregular de CDC, Esquerra Republicana -el partido que m¨¢s en serio se ha tomado su trabajo- calcula que de las donaciones de Ferrovial al Palau, alrededor de cinco millones de euros. podr¨ªan haber ido a parar a CDC. Pero no sucede nada; mientras, todo sigue fluyendo
Impasible ante este c¨²mulo de contingencias, la justicia sigue su ritmo. Las cuentas bancarias personales -stricto sensu- de F¨¨lix Millet y Jordi Montull no han sido intervenidas. El juez tampoco ha considerado relevante incluir en el sumario las agendas de los ¨²ltimos ocho a?os del gran saquedador confeso. Seg¨²n los nuevos gestores, la auditor¨ªa de Deloitte ha tenido que cerrarse sin que los t¨¦cnicos hayan tenido acceso a la agenda contable de la secretaria del saqueador confeso del Palau.
Y lo que es m¨¢s sorprendente, en un caso de exceso de celo o monumental desacato, una entidad bancaria, Banesto, se ha negado a facilitar a los nuevos gestores los movimientos de una cuenta cuyo titular es el Palau de la M¨²sica, a pesar de que una orden judicial la obliga a ello.
?Por qu¨¦ no merece ninguna respuesta social sonada el caso Palau? ?Por qu¨¦ la comisi¨®n parlamentaria, salvo un par de honorables excepciones, hace su trabajo tan mal y tan a desgana? Da la impresi¨®n de que con disparar cuatro salvas y unas cuantas raciones de excesos verbales, los parlamentarios cubren el expediente medi¨¢tico.
Se echa en falta la iniciativa social, como en el caso estatutario. La dignidad nacional tambi¨¦n se pierde cuando la justicia y las instituciones se alejan de la ciudadan¨ªa. El ex presidente Pujol dec¨ªa, a poco de conocerse el saqueo del Palau, que el esc¨¢ndalo no afectar¨ªa a la moral de Catalu?a. Pues s¨ª, al menos a una parte de Catalu?a la ha afectado. Y lo peor es que llevamos visos de dejar f¨ªsicamente este mundo antes de saber ad¨®nde fue a parar todo ese dinero. O simplemente, antes de que la causa quede vista para sentencia.
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