Atrapados en el atasco del juzgado
La crisis provoca que las salas de lo Mercantil tengan 3.000 asuntos pendientes
El 1 de septiembre de 2004 comenzaron a funcionar en Espa?a los juzgados de lo Mercantil. Se estrenaba entonces la Ley Concursal, que puso fin a las antiguas suspensiones de pagos y a la mara?a de normas dispersas y arcaicas que se derivaban de los c¨®digos de derecho privado, civil y de comercio del siglo XIX. Un informe del Consejo General del Poder Judicial sugiri¨® entonces que las nuevas salas podr¨ªan llegar a soportar, como media, 400 procedimientos, teniendo en cuenta que unos pueden ser bastante m¨¢s complicados que otros. Era el n¨²mero que se consideraba "m¨¢s razonable". Pero, como con muchas otras cosas, la crisis hizo saltar por los aires la estad¨ªstica. El a?o pasado, en los dos mercantiles de A Coru?a se presentaron 2.015 casos y se resolvieron 1.441. En toda Galicia los seis juzgados especializados en asuntos empresariales tienen m¨¢s de 3.000 procesos pendientes.
El a?o pasado las dos salas de A Coru?a recibieron 2.015 asuntos
S¨®lo la suspensi¨®n de pagos de Fadesa contabiliza 10.000 acreedores
Los jueces tienen m¨¢s trabajo del que son capaces de resolver
S¨®lo uno vale por todos. Es el concurso de Martinsa-Fadesa, que desde hace dos a?os ocupa al juez Pablo Gonz¨¢lez-Carrer¨® Foj¨®n. Confiesa que su primera reacci¨®n cuando recibi¨® la noticia fue de no cre¨¦rselo: "No sab¨ªa que despu¨¦s de la venta la constructora segu¨ªa teniendo el domicilio social en A Coru?a. Tengo que reconocer que no estaba preparado psicol¨®gicamente". Se le vino encima un tsunami. La suspensi¨®n de pagos de una constructora con 10.000 acreedores, un pasivo de 7.000 millones y tres ERES que dejaron la plantilla diezmada. Y por descontado, un caso muy seguido por los medios de comunicaci¨®n. Lo peor es que solo era uno m¨¢s de los asuntos de su juzgado, atendido por un secretario y cinco funcionarios en jornada de ma?ana. "Por lo menos los refuerzos llegaron en pocos meses", recuerda Carrer¨®. Un juez de apoyo y cinco funcionarios le ayudaron a tomar las riendas del d¨ªa a d¨ªa. Pudo dedicarse por completo a desentra?ar el l¨ªo contable de la constructora reci¨¦n vendida por el empresario gallego Manuel Jove. Estirando su jornada hasta la tarde, cuando en las oficinas no queda nadie m¨¢s que el personal de limpieza, el juez consigui¨® sacar adelante la primera fase del concurso.
Como la mayor¨ªa de sus colegas, sabe que tiene m¨¢s trabajo del que puede resolver, algo que le frustra: "Eso significa que acumulamos retrasos, es terrible acumular retrasos". Esa sensaci¨®n, compartida por la mayor¨ªa de la judicatura, explot¨® el 18 de febrero de 2009 en la primera huelga de jueces de la historia de Espa?a. Uno de los pilares de la democracia aireaba as¨ª su enorme enfado por tener que vivir todos los d¨ªas situaciones casi kafkianas, con medios del siglo XX en el siglo XXI.
Algunas cosas han mejorado, (de los 36 nuevos ¨®rganos que se reclamaban el a?o pasado se han logrado 11) pero el atasco judicial contin¨²a. Galicia es la quinta comunidad con m¨¢s asuntos en tr¨¢mite de Espa?a, un total de 181.415. Tiene las salas de lo contencioso-administrativo m¨¢s congestionadas del pa¨ªs. En materia penal se acumulan 18.916 sentencias sin ejecutar. Los juzgados de lo Social a?adieron a su cuenta el a?o pasado 5.130 procedimientos, con lo que ya tienen 17.938 sin resolver.
"?Qu¨¦ opino de las estad¨ªsticas? Que son muy fr¨ªas, no les har¨ªa mucho caso", sonr¨ªe Gonz¨¢lez-Carrer¨®. En su despacho del edificio Proa en A Coru?a las estanter¨ªas est¨¢n llenas. "Hay asuntos que resuelves en un d¨ªa y otros tardan cinco. En junio ten¨ªamos jornadas en las que se dictaban entre ocho y diez sentencias". Seg¨²n las cifras presentadas esta semana por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, la mala situaci¨®n econ¨®mica ha llevado al concurso a 388 empresas en el ¨²ltimo a?o y se han dictado m¨¢s de mil notificaciones de embargo. No hay d¨ªa en que el Bolet¨ªn Oficial del Registro (BORME) no sume un pu?ado de concursos. El 90% de las suspensiones terminan con la liquidaci¨®n de la empresa. Psicol¨®gico o no, lo cierto es que los expertos creen que se tarda demasiado en reconocer una situaci¨®n de insolvencia.
"Ha subido much¨ªsimo la actividad en los juzgados de primera instancia. Presentan n¨²meros espectaculares, se ha generado un trabajo tremendo", suscribe el juez, que a¨²n as¨ª se consuela. "?Comparados con Levante? Estamos de maravilla. Si nos medimos con Catalu?a, Valencia, Alicante... all¨ª es espantoso. El Estado tard¨® mucho en dar refuerzos". Galicia, al menos, es un lugar distinto, esta vez para bien.
Sin corbata, en un d¨ªa de calor en A Coru?a, el juez habla de que la especializaci¨®n en temas mercantiles no ha sido un camino de rosas. "A los jueces nos costaba al principio entender la verdadera situaci¨®n de una empresa, leer un balance y entender la informaci¨®n econ¨®mica, saber si una insolvencia se produce de manera fortuita o si ha habido movimientos negligentes por parte de los administradores. Porque nuestra formaci¨®n en materia contable es limitada".
Se ha encontrado con situaciones complicadas, pero agradece que la norma concursal haya aclarado las cosas. "No estamos en 2006. En todo caso, no es un problema de la ley. Surge lo de siempre, la insuficiencia de medios o, mejor dicho, la adaptaci¨®n de los que hay a las circunstancias. En 2008 esto fue la locura, ni siquiera por el n¨²mero de procedimientos, lo m¨¢s importante fue la litigiosidad". En la antesala de su despacho diez funcionarios comparten mesas y papeleo. Pegada en una estanter¨ªa, una foto del grupo con bufandas de la Roja. "Los funcionarios son un encanto, no tenemos ninguna clase de conflicto". Utilizan ese esp¨ªritu de equipo para torear el d¨ªa a d¨ªa de un asunto como el de Fadesa. "Se generaron montones de demandas. En estos casos cada acreedor ve su problema, todo el mundo intenta posicionarse lo mejor posible".
Tras la suspensi¨®n de pagos est¨¢ el drama de los ahorradores, de las pymes que no han podido sobrevivir. "No podemos asesorar a los acreedores, pero eso no quiere decir que no los veamos. Est¨¢n detr¨¢s de los papeles, de los expedientes. Hay trabajadores, hay empresas peque?as a las que le deben dinero, empresas grandes... Los jueces no estamos alejados de la realidad".
Pablo Gonz¨¢lez no se considera una estrella. "Me gusta lo que hago, aunque tengo la sensaci¨®n de que podr¨ªa hacerlo bastante mejor". Empez¨® la carrera judicial en 1991, en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n de Betanzos. Tres a?os despu¨¦s se traslad¨® a Ourense y en el 96 pas¨® a la sala de Primera Instancia de A Coru?a, hasta que lleg¨® al Mercantil. Cree que jueces como Garz¨®n, como Grande Marlaska, son famosos a su pesar. "Es normal que acaben siendo conocidos por su trabajo". Hijo de juez, antes de Fadesa no tuvo asuntos espectaculares entre manos. "Somos seis hermanos y soy el ¨²nico que estudi¨® Derecho. Aprendo de los abogados constantemente, ellos hacen evolucionar el Derecho, abren las v¨ªas". Hace un par¨¦ntesis para loar el nivel de la curia de A Coru?a, donde no sent¨® nada bien que, en su d¨ªa, eligiese una administradora concursal de Valencia para el proceso de Fadesa. La bronca ten¨ªa mar de fondo detr¨¢s: los honorarios de los administradores se calculan como un porcentaje del activo de la empresa. Los del mayor proceso presentado en Espa?a se van a llevar un buen pellizco.
La semana que viene se inicia la fase de convenio, que durar¨¢ tres meses. Gonz¨¢lez-Carrer¨® espera que hacia finales de este a?o se pueda cerrar el largo asunto de la constructora dirigida por Fernando Mart¨ªn si se aprueba alguna de las propuestas de convenio. ?Y si no? El juez se encoge de hombros: "Si los acreedores no lo aprueban seguiremos trabajando".
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