Lorenzo sube a la Luna

Es s¨¢bado. Son casi las nueve de la noche en Monterey, en el Cibo, un restaurante italiano donde por las noches hay m¨²sica en directo. Est¨¢ repleto. Con vaqueros, camiseta y una sudadera blanca con capucha, Jorge Lorenzo, sentado a una de sus mesas, se dispone a cenar. Est¨¢ hambriento. Y no puede reprimirse m¨¢s: pregunta al camarero si los platos est¨¢n al caer. "S¨ª, ya llegan", le contesta. Mueve nervioso sus piernas, casi como cada vez que se sienta a una silla. Y agradece que le traigan su primer plato: una sopa. Empieza a comer. Aunque el resto de comensales a¨²n esperan su cena. No se trata de una cuesti¨®n de mala educaci¨®n. M¨¢s bien de un problema inherente al deportista de ¨¦lite: la ansiedad competitiva, la obsesi¨®n por controlar todo. Termina de cenar antes que nadie. Aguanta unos minutos de charla. Est¨¢ inquieto. Y tambi¨¦n est¨¢ cansado. Tendr¨¢ que madrugar. De modo que se despide. Cuando empieza la m¨²sica el piloto ya se ha marchado a su hotel. A la ma?ana siguiente le espera el Sacacorchos en Laguna Seca, la curva m¨¢s famosa del mundial. Le espera una prueba m¨¢s. Un pelda?o m¨¢s que le acerque al t¨ªtulo. Porque Lorenzo ya no titubea: su d¨ªa a d¨ªa est¨¢ centrado en ganar el t¨ªtulo de campe¨®n del mundo de MotoGP.

Y ayer subi¨® ese pelda?o. Se acerc¨® un poquito m¨¢s a ese t¨ªtulo que le roba el sue?o. Y lo hizo en un circuito en el que no hab¨ªa ganado en sus dos a?os anteriores en la categor¨ªa reina, como tampoco hab¨ªa ganado en Jerez, donde celebr¨® su primera victoria de este 2010 tras una exhibici¨®n de tes¨®n y derroche. Ayer gan¨® en Laguna Seca, tras una mala salida, tras un final de carrera de v¨¦rtigo, en tiempos inalcanzables para el resto de mortales sobre el asfalto, como ocurri¨® tambi¨¦n en tierras andaluzas. Busca la corona. Pero no se resiste a ganar. La de ayer fue la sexta de nueve disputadas. La logr¨®, adem¨¢s, despu¨¦s de ver c¨®mo Dani Pedrosa, que lideraba la prueba, se daba de bruces contra el suelo.

Lorenzo no esconde sus cartas. Se sent¨ªa seguro en el trazado californiano. Y m¨¢s r¨¢pido que nunca. Pero pon¨ªa cabeza al asunto. Cuantas menos haza?as tenga que protagonizar hasta final de curso, mejor: "A m¨ª tambi¨¦n me gusta la pelea, ganar en Jerez tras aquella remontada fue lo m¨¢ximo, pero ganar el t¨ªtulo es ahora lo m¨¢s importante", se?alaba. Claro que, inquieto como es, no puede esperar a que le caiga el t¨ªtulo como por arte de magia, como tampoco puede esperar a que el resto de comensales a la mesa tengan todos sus platos para empezar a cenar. Si se sabe el mejor, el m¨¢s r¨¢pido, el que tiene mejor ritmo, va a por el primer caj¨®n del podio. Como ayer.

Hab¨ªa salido mal. Y Pedrosa, brillante siempre en las salidas, desde la cuarta posici¨®n, justo detr¨¢s del mallorqu¨ªn, le tom¨® la delantera. Lorenzo lleg¨® a la primera curva en cuarto lugar, tras Spies y Stoner, que tambi¨¦n le pasaron. En su primera llegada al famoso Sacacorchos, arriesg¨¢ndose el pellejo, se deshizo del americano. Y empez¨® a acercarse a Stoner. El tr¨ªo, con Pedrosa en cabeza marcando los tiempos, se alej¨® pronto del resto. El l¨ªder del mundial acechaba a Stoner, que se march¨® largo en la entrada a una curva de derechas: sencillo para el piloto de Yamaha, que entonces se situaba a ocho d¨¦cimas de la Honda. Y justo cuando parec¨ªa que Pedrosa abr¨ªa brecha, al l¨ªmite como iba, con poco m¨¢s de un segundo de diferencia sobre su insaciable perseguidor, Lorenzo marc¨® su vuelta r¨¢pida. Y cuando se situaba a medio segundo de Pedrosa, ¨¦ste se borr¨® del mapa: fue en una curva a izquierdas, en subida, la moto se le fue de delante, y termin¨® en la tierra. Fin de la historia. Stoner que nunca fue un peligro acab¨® segundo. Y en tercer lugar, un incre¨ªble Valentino Rossi, que gan¨® excepcionalmente la tercera posici¨®n a Dovizioso a cinco vueltas para el final. Se defendi¨® con u?as y dientes. Hace solo dos meses se destroz¨® la tibia y el peron¨¦. Anda ayudado de unas muletas. Pero corre como siempre.

Tras pasar la l¨ªnea de meta, Lorenzo, disfrazado de astronauta, en un homenaje a Neil Armstrong, que ya protagoniz¨® uno de sus cascos m¨¢s famosos, brind¨® ayer por la sexta victoria de la temporada. E igual¨® as¨ª el r¨¦cord de victorias de un espa?ol en la categor¨ªa reina. ?lex Crivill¨¦ gan¨® seis carreras en 1999, el a?o en que se proclam¨® campe¨®n del mundo. "?Es un buen augurio?", le preguntaron. "S¨ª, lo es", respondi¨®. No paraba de sonre¨ªr. "Estoy flotando, me cuesta responder, me he olvidado el casco..., estoy en una nube". Lorenzo subi¨® ayer a la Luna.