El enemigo en casa
La esposa del primer ministro japon¨¦s publica un libro en el que cuestiona la capacidad de su marido para liderar la segunda potencia econ¨®mica del mundo
"Tengo a la oposici¨®n en casa", ha confesado entre risotadas el primer ministro nip¨®n, Naoto Kan, en referencia al libro escrito por su mujer. Bajo un t¨ªtulo que podr¨ªa traducirse como ?Qu¨¦ diablos va a cambiar en Jap¨®n ahora que t¨² eres primer ministro?, la primera dama cuestiona la capacidad de su marido, con el que lleva 40 a?os casada, para liderar con solvencia la segunda potencia econ¨®mica del mundo.
"Me cuestiono si es bueno que este hombre sea primer ministro porque lo conozco bien", escribe Nobuko Kan, de 64 a?os, que envi¨® el tomo a la imprenta antes de las elecciones a la C¨¢mara alta del pasado d¨ªa 11, donde el partido de su esposo sufri¨® un duro rev¨¦s.
La se?ora Kan no se corta al enumerar los supuestos defectos del jefe de Gobierno nip¨®n, del que dice que carece del perfil de estadista necesario para liderar Jap¨®n y que es uno de los "pesos ligeros" que hoy abundan en la pol¨ªtica japonesa.
Nobuko Kan dice del mandatario que es un "peso ligero" de la pol¨ªtica
La se?ora Kan s¨ª cree que la oratoria de su marido es buena; siempre que no tenga que leer algo escrito de antemano, algo que recalca criticando su discurso de investidura del pasado 8 de junio.
Tambi¨¦n afirma que el primer ministro carece de gusto al vestir, una cr¨ªtica dif¨ªcil de contrastar puesto que rara vez se ve a un pol¨ªtico despojado de la "nueva armadura samur¨¢i" de la clase dirigente nipona el traje negro, la camisa blanca y la corbata anodina.
Como muchos japoneses de su edad, acostumbrados a no mover un dedo en el hogar, Naoto Kan, de 63 a?os, no sabe cocinar ni el plato m¨¢s simple, dice su mujer, debido a que ella misma y su madre lo han "malcriado durante a?os".
Jap¨®n est¨¢ acostumbrado a las excentricidades de sus primeras damas, sobre todo despu¨¦s de que la admirada Miyuki Hatoyama, casada con el ex primer ministro Yukio Hatoyama, publicara un libro en el que asegura que su alma viaj¨® a bordo de un ovni triangular a Venus, "un lugar verde y hermoso", y que hab¨ªa conocido a Tom Cruise en una vida anterior en la que el actor "era japon¨¦s". En el pa¨ªs gusta que las primeras damas sean contestatarias, tengan car¨¢cter y manden en casa, ya que el hogar sigue siendo, para desgracia de muchas japonesas, el ¨²nico coto de poder femenino.
Por eso las japonesas parecen encantadas de que Nobuko Kan, que debe adoptar en actos protocolarios el papel sumiso y rancio reservado a la mujer japonesa -en la reuni¨®n del G-20 en Toronto se la vio caminar tres o cuatro metros por detr¨¢s del primer ministro, como a¨²n hacen algunas parejas niponas por la calle-, diga lo que piensa sin cohibirse lo m¨¢s m¨ªnimo. Muchas mujeres est¨¢n comprando el libro y la editorial Gentosha ya prepara una segunda edici¨®n, puesto que la primera va camino de agotarse.
Lo peor de todo es que Nobuko Kan podr¨ªa tener raz¨®n. Adem¨¢s del batacazo electoral sufrido en las elecciones a la C¨¢mara alta, el primer ministro est¨¢ acumulando cada vez m¨¢s cr¨ªticas en su otra casa, el Partido Dem¨®crata de Jap¨®n (PDJ). Algo que resulta nefasto, teniendo en cuenta que en septiembre Kan debe salir elegido presidente de su formaci¨®n si quiere seguir siendo primer ministro.
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