"La prioridad es que no nos maten"

La muerte del gran ayatol¨¢ Hosein Ali Montazer¨ª en diciembre dej¨® a los reformistas iran¨ªes sin su principal referente espiritual. El que fuera delf¨ªn de Jomein¨ª tach¨® de fraudulenta la reelecci¨®n de Mahmud Ahmadineyad. Su funeral, al que acudieron cientos de miles de seguidores, se convirti¨® en una gran manifestaci¨®n contra el Gobierno. Medio a?o m¨¢s tarde, los dirigentes iran¨ªes a¨²n siguen luchando contra su recuerdo. "Quieren borrar de la historia el nombre de Montazer¨ª", asegura su hijo Ahmad, primog¨¦nito y depositario de su legado, en la modesta sala de recepci¨®n de su domicilio, en la ciudad santa de Qom.

Ahmad Montazer¨ª (Qom, 1955) es un hombre enjuto que tambi¨¦n viste las ropas clericales aunque est¨¢ muy lejos del alto rango que alcanzara su padre. Apenas un pu?ado de ulemas chi¨ªes llega a marya-e taqlid, fuente de emulaci¨®n o referencia religiosa, lo que convert¨ªa a Montazer¨ª en una de las figuras m¨¢s respetadas de esa rama del Islam. Tampoco tiene su carisma, pero ha demostrado una gran valent¨ªa al defender su memoria.

Montazer¨ª intenta avivar el mensaje reformista del padre a pesar del r¨¦gimen

Un par de semanas antes de la entrevista, las autoridades judiciales han clausurado la oficina del gran ayatol¨¢, que segu¨ªa siendo un punto de encuentro y debate para sus disc¨ªpulos. "Me citaron en la sede de la polic¨ªa secreta en dos ocasiones y me amenazaron para que la cerrara yo, pero no acept¨¦. Entonces me convocaron ante el tribunal y tambi¨¦n me negu¨¦. Al final, dictaron una orden judicial", explica contenido.

A menudo en Ir¨¢n, mis interlocutores hablan en tercera persona de plural cuando se refieren al poder. Ahmad Montazer¨ª, tambi¨¦n. ?A qui¨¦n se refiere? ?Al Gobierno? ?A los servicios de seguridad? ?Qui¨¦n quiere borrar la memoria de su padre? "Es una directriz del sistema. No tiene que ver con el Gobierno. Cualquier asunto relacionado con Montazer¨ª lo coordina la Casa del L¨ªder", responde sin parpadear.

Es una afirmaci¨®n peligrosa. El l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Ali Jamene¨ª, es intocable. Esa instituci¨®n constituye la piedra angular del sistema isl¨¢mico que Montazer¨ª padre ayud¨® a fundar. Con el tiempo, el reverenciado ayatol¨¢ empez¨® a cuestionar el principio del velayat-e faqih, que atribuye al l¨ªder religioso la ¨²ltima palabra en los asuntos de Estado. Hoy, ese debate ha pasado de los seminarios teol¨®gicos a la calle y se ha convertido en la l¨ªnea roja que separa al r¨¦gimen de la oposici¨®n.

"Mi padre era el segundo despu¨¦s de Jomein¨ª y quien estaba llamado a sustituirle, pero lo descalificaron y lo alejaron del sistema. Tienen que seguir destruyendo su imagen para justificarse y convencer a la gente de que no ten¨ªa los m¨¦ritos para ser el l¨ªder. Si no, la gente concluir¨ªa que se hicieron con el poder de forma injusta".

A Montazer¨ª hijo no le duelen prendas en responsabilizar del ostracismo de su padre a dos de sus m¨¢s distinguidos disc¨ªpulos, Jamene¨ª y Rafsanyan¨ª, hoy distanciados en su concepci¨®n de la Rep¨²blica Isl¨¢mica. Tampoco se molesta en envolver en la ret¨®rica clerical el resultado de esos manejos. "Son los militares quienes est¨¢n gobernando a los cl¨¦rigos", admite.

Eso choca con la insistencia de Montazer¨ª en que "no se pueden ignorar las leyes isl¨¢micas para mantener el sistema isl¨¢mico". "Fue el ¨²nico mary¨¢ que sufri¨® torturas en la c¨¢rcel", asegura el hijo en referencia a su lucha contra la dictadura del Shah. "De ah¨ª que reaccionara ante el uso de la tortura para obtener confesiones. Va contra el islam", subraya. "Era una persona muy valiente y no ten¨ªa miedo de decir la verdad", resume. Y por ello alguien molesto.

Qued¨® claro en su entierro. "Ellos", las autoridades, el poder, quien sea quien manda en este pa¨ªs, "enviaron un mensaje directo. Tras el funeral, la polic¨ªa empez¨® a detener a los asistentes mientras agentes de paisano les pegaban", recuerda. "Es lo mismo que hicieron en Teher¨¢n con el Movimiento Verde. Crear un ambiente de terror para que la gente no participe en las movilizaciones".

En ese punto, Montazer¨ª hijo comparte la l¨ªnea de moderaci¨®n adoptada por los dirigentes reformistas. "Lo primordial es mantener la seguridad de la gente. No debemos permitir que les maten", defiende. Tambi¨¦n considera que una sola persona no puede sacar adelante el pa¨ªs. "Los l¨ªderes del movimiento opositor, Musav¨ª, Karrub¨ª o Jatam¨ª, tienen que coordinarse con los maray¨¦ de Qom".