Una previsi¨®n de p¨¦rdidas bastar¨¢ para despedir

Cuando el pacto para la reforma laboral descarril¨® en el di¨¢logo social el mes pasado, tras el desacuerdo se escond¨ªa el despido y sus causas. El Gobierno tuvo que sacar adelante la reforma por decreto y sin el apoyo de sindicatos y empresarios. Ayer, de nuevo, el despido objetivo y sus motivos estuvieron a punto de dar al traste con los planes del Ejecutivo. Tambi¨¦n hubo elementos como la flexibilidad interna y el absentismo que abocaron a la Comisi¨®n de Trabajo a una jornada de infarto. Estos temas y los mandatos para reformar la negociaci¨®n colectiva en seis meses si antes los agentes sociales no alcanzan un acuerdo y los cambios en las prestaciones por desempleo son, entre otros, los cambios m¨¢s significativos de esta reforma laboral:

El contrato de 33 d¨ªas se generaliza todav¨ªa m¨¢s de lo que ya lo estaba

Cuando mejore el mercado laboral, se reformar¨¢n las prestaciones

- Causas de despido objetivo. Seg¨²n el texto aprobado ayer, las empresas podr¨¢n despedir por causas econ¨®micas procedentes cuando existan "p¨¦rdidas actuales o previstas, o la disminuci¨®n persistente de su nivel de ingresos". El decreto original del Gobierno hablaba de "situaci¨®n econ¨®mica negativa". Esta precisi¨®n marca el camino a los jueces a la hora de aprobar los despidos procedentes, mucho m¨¢s baratos (20 d¨ªas por a?o trabajado, con un l¨ªmite de 12 mensualidades) que el improcedente (45 d¨ªas con un tope de 42 mensualidades o 33 con un m¨¢ximo de 24, seg¨²n el tipo de contrato indefinido).

- Flexibilidad interna. Este ha sido uno de los puntos en que los diputados de CiU han puesto m¨¢s empe?o. El grupo nacionalista propon¨ªa que si a la hora de modificar el horario, el puesto de trabajo o los turnos no hab¨ªa acuerdo entre trabajadores y empresario primara la decisi¨®n de este ¨²ltimo. Al empleado le quedaba la opci¨®n de acudir al juez, pero esto no paralizaba la medida patronal. Al final, el PSOE ha impuesto su criterio. Si no hay acuerdo, decidir¨¢ el juez. No obstante, ambas partes podr¨¢n recurrir a un ¨¢rbitro antes de ir a los tribunales.

- Absentismo. Una de las obsesiones de la patronal, reforma tras reforma, tambi¨¦n de CiU esta vez, es el absentismo, pese a bajar en los ¨²ltimos dos a?os. La reforma da m¨¢s poder a los inspectores m¨¦dicos del Instituto Nacional de la Seguridad Social para dar altas en las incapacidades temporales de menos de un a?o. Adem¨¢s se rebaja el umbral del 5% de media de bajas temporales de una empresa al 2,5% para poder despedir de forma procedente a un trabajador que supere el 20% de ausencias, aunque est¨¦n justificadas.

- Contrato de fomento. Para impulsar la contrataci¨®n indefinida, el Gobierno quiso generalizar el contrato de 33 d¨ªas de indemnizaci¨®n por despido. El decreto de la reforma exclu¨ªa a los parados que llevan menos de tres meses en paro, pero inclu¨ªa tantas excepciones en esta regla que casi generalizaba esta figura. Ahora se rebaja el list¨®n a quienes est¨¦n en paro: a aquellos desempleados que llevan menos de un mes.

- Subvenci¨®n del despido. Se mantiene sin apenas cambios tras el tr¨¢mite parlamentario la subvenci¨®n al despido por parte del Fondo de Garant¨ªa Salarial (Fogasa), sin que esto afecte a la indemnizaci¨®n del trabajador. El empresario que alegue causas objetivas a la hora de rescindir un contrato firmado desde que entr¨® en vigor la reforma y que haya durado al menos un a?o contar¨¢ con una subvenci¨®n correspondiente a ocho d¨ªas por a?o trabajado. El resto tendr¨¢ que abonarlo el patr¨®n, sea procedente o improcedente el despido.

- Prestaciones a parados. Cuando se recupere el empleo, el Gobierno tendr¨¢ que reformar el sistema de prestaciones y subsidios a los parados para que estos se impliquen m¨¢s en la b¨²squeda de empleo y el desarrollo de actividades (cursos de formaci¨®n, elaboraci¨®n de itinerarios de inserci¨®n o entrevistas). Un cambio en esta l¨ªnea provoc¨® la ¨²ltima huelga general, la de 2002, contra un Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.

- Negociaci¨®n colectiva. Al final, la oposici¨®n se han resignado a que sean los agentes sociales quienes negocien la reforma de la negociaci¨®n colectiva, algo que comenzaron a hacer el pasado mi¨¦rcoles. No obstante, han puesto una condici¨®n: dan a sindicatos y empresarios medio a?o para ponerse de acuerdo una vez entre en vigor la reforma laboral. Si en ese plazo han sido incapaces de llegar a un pacto, el Gobierno tendr¨¢ que tomar la iniciativa.