Amistades de verano
Desde hace 37 a?os paso el verano en el mismo pueblo, y cada a?o, desde que llego hasta que me marcho, tengo la ocasi¨®n de recuperar amistades que el invierno ha adormecido. He crecido junto a alguno de ellos. A algunos los he conocido hace pocos a?os. Mis amigos veraniegos incluyen un pescador, que adem¨¢s de gran amigo es mi vecino, y aunque pasamos relativamente poco tiempo juntos (es precisamente en verano la ¨¦poca en la que m¨¢s trabajo tiene), nos sabemos cerca.
Incluyen tambi¨¦n aquellos a quienes, como a m¨ª, sus padres llevaron con 10 a?os a veranear al pueblo, y que ahora nosotros llevamos a nuestros hijos. Somos todos de la misma ciudad, pero solo nos vemos en verano. El resto del a?o no tenemos casi contacto.
"En vacaciones establecemos conexiones que van m¨¢s all¨¢ de la superficialidad con la que nos relacionamos a menudo socialmente"
Y s¨ª, tengo que reconocerlo, he tenido tambi¨¦n algunas amistades interesadas. Al menos en algunos momentos.
Siempre dejo el pueblo con la determinaci¨®n de mantener el contacto con algunas de estas amistades, cosa que no hago en absoluto, y lo dejo tambi¨¦n con el temor de que alguna la pierda al a?o siguiente, cosa que afortunadamente y hasta la fecha no ha ocurrido nunca.
Se cuentan entre mis amigos de verano algunas de las amistades m¨¢s s¨®lidas y valiosas que tengo. Y siempre me he preguntado por qu¨¦ es as¨ª, si no son precisamente a las que m¨¢s tiempo dedico.
espacio para la relaci¨®n
"No busques al amigo para matar las horas, sino b¨²scale con horas para vivir" (Khalil Gibran)
Las vacaciones cambian nuestro ritmo vital, y propician disponer de tiempo y oportunidades para relacionarnos con los otros. Lo hacemos, adem¨¢s, en un ambiente relajado, desinhibido, que invita a compartir algo m¨¢s que una intrascendente charla. Quiz¨¢ por eso nos encontramos a menudo compartiendo experiencias, vivencias y sentimientos que muchas veces no hemos encontrado el espacio (o el tiempo) para hacerlo durante el resto del a?o. Y quiz¨¢ por eso tambi¨¦n establecemos con los dem¨¢s conexiones muy profundas, que van m¨¢s all¨¢ de la superficialidad con la que nos relacionamos a menudo socialmente y que alimentan verdaderas amistades.
Es sabido que compartir sufrimientos une, pero no es lo ¨²nico. Disfrutar experiencias agradables tambi¨¦n une. Eso s¨ª, siempre que no nos dejemos arrastrar por una incesante y desbordada actividad y que sepamos apreciar y disfrutar de la compa?¨ªa de los otros. Las tertulias, las largas sobremesas, las conversaciones llenas de complicidad, todos los peque?os momentos de relaci¨®n que tan dif¨ªciles nos resultan durante el a?o, pueden darse de forma espont¨¢nea y natural en verano, propiciando el entorno ideal para forjar ¨ªntimas relaciones.
En vacaciones nos quitamos muchas m¨¢scaras. Somos, la mayor¨ªa de las veces, m¨¢s nosotros que durante el a?o. Y esto tambi¨¦n propicia que nuestros encuentros con los dem¨¢s sean de gran valor. Atr¨¢s quedan los roles profesionales, la necesidad de quedar bien con todos, los compromisos, incluso muchas inseguridades y alg¨²n que otro complejo. Somos nosotros m¨¢s que nunca, y puede ser que por eso existan los amigos de vacaciones, y al mismo tiempo el desinter¨¦s en verlos durante el a?o, pues en invierno no somos los mismos.
Las amistades de verano son de corta duraci¨®n, pero pueden ser de intensa y muy profunda relaci¨®n. Esto explicar¨ªa que algunos de estos fugaces amigos est¨¦n en nuestra lista de amistades m¨¢s preciadas y nos llenen tanto, a pesar del espor¨¢dico contacto. Porque son, de alguna manera, nuestros espejos m¨¢s n¨ªtidos, los que nos reflejan la mejor y m¨¢s aut¨¦ntica imagen de nosotros mismos.
cuidar la amistad
"Ve a menudo a la casa de tu amigo, pues la maleza prolifera en?un?sendero no recorrido"
(Ralph W. Emerson)
Las amistades de verano no se rompen por el hecho de no vernos durante el resto del a?o, simplemente hibernan. El invierno es un par¨¦ntesis en la relaci¨®n, pero no implica en absoluto que se pierda. Pero que este tipo de amistades no se resientan de la larga pausa invernal no significa que funcionen solas. Cada verano, cuando las recuperamos, tenemos que alimentarlas y mimarlas si queremos que perduren. Les tenemos que dedicar atenci¨®n y tiempo. Tanto o m¨¢s que a nuestras amistades de siempre.
Las amistades de verano se alimentan de los peque?os rituales, de las costumbres, de cosas como cenas que se repiten de a?o en a?o en fechas se?aladas o de salidas conjuntas. Siempre hay en toda amistad alguien que toma la iniciativa, que persigue al otro, que contribuye decisivamente a mantener la relaci¨®n viva. Y las amistades de verano -aunque se limiten en el tiempo- no son una excepci¨®n. De hecho, cuanto m¨¢s las cuidemos durante el tiempo en el que permanecemos juntos, mejor resistir¨¢n la desconexi¨®n del invierno.
Amigos lugare?os
"La amistad comienza donde termina el inter¨¦s"
(Marco Tulio Cicer¨®n)
Para aquellos que cambiamos de entorno, las vacaciones nos ofrecen tambi¨¦n la oportunidad de crear amistades con las gentes del lugar. Es una oportunidad ¨²nica de comprender de verdad el lugar que visitamos y de estar en contacto con la autenticidad de otras formas de vivir y entender la vida. Pero para ello es preciso respetar el fundamento b¨¢sico de toda amistad, que no es otro que relacionarnos con los dem¨¢s movidos por el aprecio y por el deseo de conocer, m¨¢s que por el deseo de que nos conozcan.
Es una realidad que a menudo colonizamos pueblos enteros, sin respeto alguno por sus gentes o por la vida de sus gentes. En muchas poblaciones, los veraneantes somos una aplastante mayor¨ªa en vacaciones y pasamos por encima de los lugare?os, que se sienten invadidos por una masa de turistas, que en algunos casos les dan para vivir, pero alteran brutalmente sus vidas y sus costumbres.
Cuando actuamos as¨ª perdemos grandes oportunidades. Porque entre los lugare?os se esconden grandes e interesant¨ªsimas posibles amistades. A menudo nos despedimos de nuestros amigos de verano haciendo grandes planes para seguirnos viendo, aunque estamos convencidos ¨ªntimamente de que lo que ocurrir¨¢ es que no nos veremos de nuevo hasta las pr¨®ximas vacaciones.
Y quiz¨¢ sea lo mejor. Quiz¨¢ sea precisamente esta la clave de poder mantener la fuerza de estas amistades. Porque se forjan en un ambiente de autenticidad y profundidad de relaci¨®n dif¨ªcilmente reproducible en nuestro d¨ªa a d¨ªa. Quiz¨¢ hibernarlas sea, en efecto, la mejor manera de mantenerlas intactas y de que no pierdan sustancia.
Reiniciar el ciclo
"Guarda a tu amigo bajo la llave de tu propia vida"(William Shakespeare)
Pienso que no necesariamente deber¨ªamos esforzarnos por mantenerlas vivas en invierno. Porque es otro entorno y son otras circunstancias. Y del mismo modo que la pi?a colada no sabe igual en una terraza de la ciudad que en la playa, las amistades de verano no saben igual en invierno. Pero pienso tambi¨¦n que s¨ª podemos aprender individualmente de la experiencia vivida con estas amistades, y hacer que esta autenticidad conseguida en verano, esta comunicaci¨®n desprovista de m¨¢scaras, sobreviva, aunque sea un poco, en el d¨ªa a d¨ªa del resto del a?o.
Emociones y reflexiones para ver
La pel¨ªcula 'H¨¦roes', dirigida por Pau Freixas y protagonizada por Eva Santolaria y ?lex Brendem¨¹hl, y galardonada con el Premio del P¨²blico en el XIII Festival de Cine de M¨¢laga, es un retrato nost¨¢lgico lleno de emociones sobre las amistades de verano.
Citas para la reflexi¨®n.
"El amigo de todo el mundo no es un amigo" (Arist¨®teles).
"La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos parece ameno" (Erasmo de Rotterdam).
"No dejes crecer la hierba en el camino de la amistad" (Plat¨®n).
"Una amistad reanudada requiere m¨¢s cuidados que la que nunca se ha roto" (Fran?ois de la Rochefoucauld).
"Cambia de placeres, pero no cambies de amigos" (Voltaire).
"Un amigo merece cualquier riesgo de nuestra parte" (Edward Young).
"Tener un amigo no es cosa de la que pueda ufan arse todo el mundo" (Antoine de Saint-Exupery).
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