'O Av¨®', un gigante centenario

Unas semillas min¨²sculas marcaron la historia natural de Galicia. Las trajo de Australia fray Rosendo Salvado, un misionero benedictino de la localidad pontevedresa de Tui que fue enviado a Perth para evangelizar las ant¨ªpodas. Aquel largo viaje dej¨® huella en el monje, que no dud¨® en traerse la simiente escondida en un bast¨®n y plantarla en el jard¨ªn de su casa natal durante su ¨²ltima visita, en 1860.

Este gesto nost¨¢lico dio lugar al conjunto de eucaliptos m¨¢s importante de Europa, que se ha extendido de forma desmesurada por el litoral gallego desde comienzos del siglo XX. Era la ¨²ltima esperanza de las urbes donde la industrializaci¨®n acababa de aterrizar y los ¨¢rboles se afanaban por purificar pulmones catarrosos y el aire contaminado por los humos de los primeros autom¨®viles y las calefacciones de carb¨®n. Un siglo despu¨¦s, el aire sigue siendo irrespirable en las grandes ciudades, pero los 600.000 eucaliptos que se contabilizan en los inventarios forestales de la comunidad ya no tienen salvoconducto y han pasado a alimentar a la industria celulosa, que consume cada a?o tres millones de metros c¨²bicos de esta madera. S¨®lo un par de espec¨ªmenes centenarios se han hecho fuertes en los bosques y sobreviven a los ca¨ªdos, como sucede con O Av¨®, el vecino m¨¢s longevo de la parroquia lucense de Chav¨ªn, en Viveiro.

"O Av¨®', con 67 metros de alto, es ya un personaje m¨¢s del pueblo"

Un experto se pregunta c¨®mo ha podido crecer tanto en apenas 100 a?os

El cicl¨®n Klaus lo sacudi¨® hasta las ra¨ªces, pero no fue capaz de tumbarlo

"Este Eucaliptus globulus ocupa las p¨¢ginas de los manuales de bot¨¢nica m¨¢s destacados del mundo, pero si algo hace c¨¦lebre al ejemplar m¨¢s grande de Espa?a es el cari?o que le tienen los 45 habitantes de su aldea", cuenta Bernab¨¦ Moya, director del Departamento de ?rboles Monumentales de la Diputaci¨®n valenciana, que ha participado en un libro colectivo sobre los gigantes verdes del pa¨ªs.

"O Av¨® con sus 67 metros de altura y 10,5 de cintura, ha dejado de pertenecer a la masa y se ha convertido en un personaje m¨¢s del pueblo", relata este experto en ¨¢rboles ancianos, convencido de que la leyenda protege m¨¢s a este prodigio que cualquier orden ministerial o auton¨®mica. "El Souto da Retorta [el paraje natural donde se encuentra O Av¨®] pertenece a la Rede Galega de Espazos Protexidos y en 2000 fue declarado Monumento Natural por la Xunta, as¨ª que ya nadie puede hendir el hacha en estas tres hect¨¢reas", afirma Moya, aunque es consciente de la tentaci¨®n que suponen las m¨¢s de cien toneladas de madera que podr¨ªan generar los 75 metros c¨²bicos del gran eucalipto blanco, seg¨²n los datos del Servizo de Espazos Naturais y Biodiversidade de Galicia.

En la senda que conduce hasta O Av¨® se puede leer un cartel donde se indica que algunos eucaliptos del bosque que rodea el margen derecha del r¨ªo Landro pueden alcanzar los 80 metros, aunque por el momento ninguno supera al patriarca. "Una de las cosas m¨¢s asombrosas de este ejemplar es c¨®mo ha conseguido crecer tanto en poco m¨¢s de un centenar de a?os", dice el bot¨¢nico fascinado y a?ade que su origen podr¨ªa estar relacionado con un experimento: "La identidad del padre de O Av¨® forma parte de los misterios de este ¨¢rbol pero, probablemente, lo plant¨® para comprobar hasta d¨®nde pod¨ªan crecer los eucaliptos en condiciones favorables".

El asombroso resultado de aquellas plantaciones no es cuestionado por nadie que haya paseado entre los gigantes robustos que conviven con casta?os y los robles en este entorno del norte de Lugo, pero Carlos Nuevo, el cronista oficial de la comarca de A Mari?a, defiende que el nacimiento de O Av¨® nada tiene que ver con pruebas cient¨ªficas: "Los eucaliptos que se encuentran cuatro kil¨®metros al sur de Viveiro fueron plantados entre 1880 y 1912 para drenar los terrenos bajos que encharcaban los arroyos tributarios del Landro", explica Nuevo, que pone nombre y apellidos al padre de la criatura: "El empresario catal¨¢n Jaume Bassols se afinc¨® en Chav¨ªn y mont¨® una central energ¨¦tica [hoy inactiva] que abastec¨ªa a dos f¨¢bricas de su propiedad [una de hilados y a otra de carrocer¨ªa] que se ve¨ªan perjudicadas cada vez que el r¨ªo inundaba la hidroel¨¦ctrica", narra el cronista. "El complejo industrial pas¨® a?os despu¨¦s a manos de la familia Barro Rebell¨®n, que plant¨® eucaliptos en las inmediaciones para que hicieran de presa natural y ayudasen a drenar los terrenos", cuenta Nuevo, que ha seguido de cerca la historia del ¨¢rbol. "Si O Av¨® hablase, tendr¨ªan cientos de an¨¦cdotas que contar, como la de aquel enero en que la furia del Klaus lo sacudi¨® hasta las raices", recuerda. "El cicl¨®n no consigui¨® tumbarlo, pero le dej¨® secuelas, porque hubo que talarle una gran rama y le qued¨® el mu?¨®n por el que perdi¨® altura", dice entristecido, pero el liderazgo de O Av¨® como el ¨¢rbol m¨¢s grande de Espa?a sigue invicto. Le siguen de cerca los pinos canarios de Vilaflor (Tenerife), que miden 15 metros menos.