Los peligrosos sue?os de gloria del soldado Manning
Un pirata inform¨¢tico permiti¨® la detenci¨®n del militar acusado de filtrar los papeles de Afganist¨¢n
En pleno desierto iraqu¨ª, en una base militar a 60 kil¨®metros de Bagdad, el soldado Bradley Manning, de 22 a?os, sent¨ªa la amargura y la soledad del aislamiento. Pasaba turnos de 14 horas, siete d¨ªas a la semana, frente a una pantalla, analizando informaci¨®n sobre el enemigo para incluirla en las bases de datos clasificadas del Ej¨¦rcito estadounidense.
En aquellas interminables jornadas, rodeado por otros soldados, un calor de 43 grados y tormentas de arena, en una batalla que no sent¨ªa como suya, descubri¨® en su interior el desapego que sent¨ªa hacia su pa¨ªs y sus guerras. No ten¨ªa una relaci¨®n especialmente cercana con su padre, que fue soldado como ¨¦l y viv¨ªa en Oklahoma. Ni con su madre, que se hab¨ªa mudado tiempo atr¨¢s a Gales. Fue educado en el catolicismo, pero en su placa del Ej¨¦rcito luc¨ªa la palabra "humanista".
Manning trabajaba en una base en Irak como analista de inteligencia
Quer¨ªa convertirse en un h¨¦roe denunciando el cinismo occidental
En aquellas estancias militares se sent¨ªa un don nadie y so?aba con cambiar el mundo. De ser Manning, un soldado m¨¢s, a ser Manning, el h¨¦roe que dejar¨ªa en evidencia el cinismo occidental.
En noviembre de 2009, vio clara su oportunidad. Como analista de inteligencia, categor¨ªa 35F, usaba unos ordenadores conectados a dos redes ultrasecretas del Pent¨¢gono: SIPRNet y JWCIS. Los documentos que por all¨ª transitaban mostrar¨ªan los abusos b¨¦licos de su pa¨ªs. Por motivos de seguridad, no ten¨ªan puertos USB. Pero por un error del Ej¨¦rcito, s¨ª dispon¨ªan de reproductores y grabadores de CD. Manning orquest¨® entonces una operaci¨®n de pel¨ªcula. Y le funcion¨®. Rotul¨® un CD virgen: "Lady Gaga". Entr¨® a su puesto. Se sent¨® ante la pantalla. E inici¨® un largo playback de la canci¨®n Telephone, de la mencionada cantante. Como en una pel¨ªcula de espionaje, actuaba como un doble agente: fing¨ªa escuchar m¨²sica mientras descargaba documentos cr¨ªticos para la seguridad nacional.
Ya ten¨ªa el material. El siguiente paso era darle una salida, hacer de aquellos documentos el pasaporte a una vida de gloria y hero¨ªsmo para el soldado Bradley Manning.
En una serie de conversaciones que el soldado tuvo entre el 21 y el 25 de mayo con el pirata inform¨¢tico estadounidense Adri¨¢n Lamo, de 29 a?os -famoso por haberse infiltrado en 2002 en redes como la del diario The New York Times y por haberse entregado finalmente al FBI- Manning le dijo que le hab¨ªa entregado todos esos documentos al portal de documentos clasificados Wikileaks.
"Era informaci¨®n muy vulnerable. Y, bueno, se la mand¨¦ a Wikileaks. Dios sabe lo que suceder¨¢ a partir de ahora. Espero que haya una gran discusi¨®n mundial, debates, reformas. Si no es as¨ª, estamos condenados como especie", le dijo, seg¨²n las transcripciones de esas conversaciones que obran en poder de Lamo. Este le pregunt¨® qu¨¦ har¨ªa si el Pent¨¢gono le descubr¨ªa: "Intentar¨ªa contar mi versi¨®n de los hechos antes de que lo manipularan todo para retratarme como Nidal Hasan
[el acusado del asesinato de 13 soldados en Fort Hood]".
Era una premonici¨®n certera. Detenido en Irak y trasladado a Kuwait en mayo, en confinamiento desde entonces y enviado el pasado viernes a Virginia, en Estados Unidos, a Manning se le acusa de haber robado documentos secretos entre el 19 de noviembre y el 27 de mayo, entre ellos dos v¨ªdeos que muestran matanzas de civiles en Irak y Afganist¨¢n. Se le investiga por la revelaci¨®n de 260.000 mensajes cifrados del Departamento de Estado. Y ahora, fuentes del Pent¨¢gono dicen tener pruebas m¨¢s que suficientes que le relacionan con la filtraci¨®n de los 92.000 documentos clasificados sobre la guerra de Afganist¨¢n.
Fue Lamo quien delat¨® a Manning. "Fue una cuesti¨®n de conciencia", asegura a EL PA?S en entrevista telef¨®nica. "Me pareci¨® que lo que estaba haciendo era terriblemente irresponsable. Estaba poniendo la seguridad nacional y las vidas de mucha gente en peligro". Ahora Lamo est¨¢ colaborando con el Ej¨¦rcito norteamericano y, seguramente, deber¨¢ testificar en contra del soldado.
?Qu¨¦ llev¨® a Manning a ponerse en las manos de alguien que le acabar¨ªa delatando? Como reputado hacker, que logr¨® infiltrarse en redes muy protegidas, Lamo era un modelo para muchos piratas inform¨¢ticos, f¨¢cil de localizar, adem¨¢s, en la Red. "Manning buscaba respeto y aprobaci¨®n", explica Lamo. "Vio que hab¨ªa art¨ªculos y v¨ªdeos sobre m¨ª y crey¨® que contact¨¢ndome encontrar¨ªa una forma de reafirmarse, de confirmar que lo que estaba haciendo era correcto. Me contacta mucha gente como ¨¦l y yo nunca les he delatado. Pero en esta ocasi¨®n vi que esto se le pod¨ªa ir f¨¢cilmente de las manos. Por eso inform¨¦ al Ej¨¦rcito".
Esta semana, tanto el presidente de Afganist¨¢n, Hamid Karzai, el de EE UU, Barack Obama, como el jefe del Estado Mayor Conjunto norteamericano, Mike Mullen, han asegurado que la filtraci¨®n de los documentos de Afganist¨¢n provocar¨¢, probablemente, las muertes de soldados y colaboradores afganos. Mullen ha ido m¨¢s lejos. Ha dicho que Wikileaks y sus gestores "pueden tener ya las manos manchadas por la sangre de alg¨²n joven soldado o de alguna familia afgana".
El viernes, fuentes del Pent¨¢gono confirmaron que, adem¨¢s, el Ej¨¦rcito est¨¢ tratando de averiguar si, durante un permiso en enero, durante el cual viaj¨® a Boston, Manning le entreg¨® los CD con material clasificado a amigos suyos, que los podr¨ªan haber puesto tambi¨¦n al servicio de Wikileaks.
En sus conversaciones con Lamo, Manning queda retratado como una persona infeliz y atormentada. "He estado aislado demasiado tiempo", dice. "Tomo pastillas como un loco". "Siento que abusan de m¨ª como de una mula de carga". "Quiero que la gente vea la verdad". "Ya no creo que haya gente buena y mala. Hay una serie de pa¨ªses que act¨²an siempre a favor de su propio inter¨¦s".
En esas conversaciones, facilitadas por el hacker Lamo, hay un momento en el que este le pregunta: "?Hay algo que no haya sido publicado?". Manning responde: "Tendr¨ªa que preguntarle a Assange".
Julian Assange es el fundador de Wikileaks, un periodista australiano que ha publicado en esa red los documentos de Afganist¨¢n. Lamo asegura que el soldado le revel¨® en sus conversaciones que Assange sab¨ªa que estaba infiltr¨¢ndose en las redes del Pent¨¢gono y que le dio acceso prioritario a los servidores de Wikileaks.
"Yo creo que Assange gui¨® a Manning, le dijo qu¨¦ tipo de documentos ser¨ªan valiosos. Wikileaks manipul¨® a Manning", asegura Lamo. La ¨²nica prueba con la que cuenta Lamo son esas conversaciones y el hecho de que, al menos dos documentos que el soldado rob¨® -el v¨ªdeo de un ataque con helic¨®pteros en Bagdad, en 2007, en el que fallecieron 12 civiles, y dos cables de la Embajada de Estados Unidos en Islandia- han sido publicados en Wikileaks.
Este diario intent¨® contrastar las acusaciones con el fundador de Wikileaks, que ni las confirm¨® ni las desminti¨®. La ¨²nica respuesta a dos correos electr¨®nicos y una llamada telef¨®nica fue emitida por un portavoz: "Por motivos de pol¨ªtica y legislaci¨®n, Wikileaks no habla sobre fuentes".
El Pent¨¢gono espera poder ampliar pronto sus cargos contra el soldado Manning, para incluir las filtraciones de Afganist¨¢n. Puede que este so?ara con que su pa¨ªs le saludara un d¨ªa como un h¨¦roe por su decencia moral. El viernes, sin embargo, lleg¨® a la base militar de Quantico esposado, en r¨¦gimen de aislamiento, enfrentado a la posibilidad de que se le juzgue por alta traici¨®n.
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