La lipoatrofia vuelve a la oficina
Al menos 30 casos del 's¨ªndrome del edificio nuevo' en la sede central de Caprabo, con una antig¨¹edad de 40 a?os
Una especie de hoyuelos que aparecen en muslos y antebrazos son la se?al de alarma. Son las marcas que deja la lipoatrofia circular, una enfermedad rara, indolora y nada est¨¦tica que se conoce desde hace pocos a?os. Atac¨® a las oficinas nuevas en Barcelona de Gas Natural en 2007, donde se llegaron a registrar m¨¢s de 200 casos. Luego a la Torre Agbar y a La Caixa, que confirm¨® 64 afectados. Ahora, al menos 30 casos han sido diagnosticados en las oficinas de Caprabo de L'Hospitalet de Llobregat, donde trabajan cerca de 400 personas, seg¨²n CC OO de Catalu?a. Es un edificio que no encaja con los precedentes m¨¢s sonados, ya que, lejos de ser nuevo, tiene varias d¨¦cadas de vida.
Las lesiones no causan dolor. Adem¨¢s, son reversibles. La baja humedad combinada con electricidad est¨¢tica provoca que el tejido graso de los muslos y antebrazos se pierda de forma irregular y deje semic¨ªrculos m¨¢s hundidos. "No es una enfermedad dolorosa, pero no por eso un trabajador tiene por qu¨¦ soportarla. No es justo que una mujer tenga que avergonzarse de sus piernas porque su empresa no cumpla las medidas de seguridad adecuadas", se queja Carmen Puig. Ella es una de las empleadas de las oficinas de Caprabo a quien la mutua de trabajo ha confirmado sus sospechas. "Tengo lipoatrofia. Poca, pero tengo. Y hay compa?eras a las que se les nota mucho m¨¢s y ya no se atreven ni a ponerse falda", lamenta. Puig es, adem¨¢s de afectada, delegada de CC OO en la empresa y asegura que Caprabo no est¨¢ poniendo mucho de su parte para solucionar el problema cuanto antes.
La lipoatrofia, cuya aparici¨®n se asocia a un exceso de exposici¨®n a campos electromagn¨¦ticos combinado con poca humedad, afecta m¨¢s a las mujeres que a los hombres porque ellas tienen m¨¢s tejido adiposo en las piernas. "Al principio algunas trabajadoras se ve¨ªan marcas raras en las piernas, pero pensaban que igual era por celulitis. Al final una compa?era fue al m¨¦dico y se lo diagnosticaron", cuenta Carmen Puig, de 34 a?os y con cerca de 10 trabajando para la cadena de supermercados. A ra¨ªz de conocerse el primer caso, salieron tres m¨¢s. La empresa estuvo entonces obligada a informar a la Generalitat. "Ten¨ªan que seguir el protocolo", explica.
El "protocolo" es el modo obligatorio que las empresas deben aplicar cuando se detectan cuatro casos entre los empleados. La Generalitat lo aprob¨® en 2007, tras la oleada de casos en Gas Natural, Agbar y La Caixa, que supusieron la salida a la luz de cerca de 400 casos en total. Junto al protocolo, el Gobierno catal¨¢n llev¨® a cabo el reconocimiento de la enfermedad como accidente laboral sin derecho a baja ni indemnizaci¨®n econ¨®mica, pero con la obligaci¨®n por parte de la empresa de realizar exploraciones m¨¦dicas e investigar y solucionar las causas que provocan la dolencia.
Caprabo, explica CC OO de Catalu?a, notific¨® la existencia de cuatro afectados a la Generalitat. Trabajo confirm¨® que en mayo se reunieron con responsables de la compa?¨ªa. Adem¨¢s, Caprabo instal¨® un humidificador durante unas semanas a modo de prueba, seg¨²n Puig, para ver si as¨ª remit¨ªan los casos. "Pero no han remitido. Y la empresa est¨¢ actuando despacio", se queja. La mutua de la empresa ha detectado 30 casos tras las revisiones m¨¦dicas. Este peri¨®dico trat¨® de obtener en la tarde de ayer la versi¨®n de la compa?¨ªa, pero no fue posible.
Las empresas, explica Pere Creus, del departamento de salud laboral de CC OO, han actuado de manera muy distinta para atajar el problema de la lipoatrofia. "Algunas colaboran m¨¢s que otras", explica. En los tres casos m¨¢s sonados (Gas Natural, La Caixa y Agbar) las empresas pusieron medios contra la enfermedad. "Agbar lo tuvo m¨¢s f¨¢cil, porque la humedad era lo que fallaba, pero el edificio ten¨ªa integrado un sistema de humidificaci¨®n que se pudo ajustar. Gas Natural tuvo que instalarlo", recuerda Creus, que explica que la mayor¨ªa de los casos se concentran en la costa porque, en general, se piensa que ya hay humedad suficiente en el ambiente y no se instalan los sistemas de ventilaci¨®n adecuados.
?C¨®mo puede ser que aparezca la enfermedad en un edificio de m¨¢s de 40 a?os? "Porque se habr¨¢ hecho alguna reforma. Hay empresas donde el problema proviene tras el cambio de moqueta pues a veces se trastocan las tomas de tierra. O hay nuevos equipos inform¨¢ticos que producen m¨¢s electricidad est¨¢tica o un tabique nuevo que trastoca la ventilaci¨®n", enumera. En Caprabo, zanja, hace falta una investigaci¨®n a fondo.
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