Marbella se rinde a Michelle Obama
La llegada a la Costa del Sol de la primera dama de EE UU paraliza la ciudad marbell¨ª
Cuando apareci¨® en el casco hist¨®rico de la ciudad a las seis y media de la tarde, a pie, vestida con un pantal¨®n negro, una blusa de lunares blancos luciendo un hombro descubierto, acompa?ada de un s¨¦quito de 40 personas, su hija y las amigas de esta... Cuando la gente aplaudi¨® a rabiar y comenz¨® a jalearla al grito de "?guapa!" y ella entr¨® en un conocido restaurante de la zona, todos respiraron, al fin tranquilos. Marbella, una ciudad castigada por los infinitos esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y las bajezas del coraz¨®n m¨¢s rancio, ten¨ªa por fin la foto de su redenci¨®n. Michelle LaVaughn Robinson Obama, la mujer del primer presidente negro de la historia de Estados Unidos estaba ah¨ª. No se sabe muy bien c¨®mo ni por qu¨¦, pero hab¨ªa elegido ese lugar para pasar cuatro d¨ªas de sus vacaciones y los ojos del mundo iban a verlo en directo.
Al llegar dijo: "Hola. He venido a descansar y relajarme"
Su avi¨®n tom¨® tierra a las 10.30 en el aeropuerto Pablo Picasso de M¨¢laga. A esa hora ya hab¨ªa fot¨®grafos hasta en los puentes de la autopista cercanos al aer¨®dromo para llevarse la primera imagen. Ella baj¨® la escalera vestida de negro con su hija Sasha. R¨¢pido. Se subi¨® a uno de los 14 veh¨ªculos que esperaban a su comitiva y atraves¨® el coraz¨®n de la Costa del Sol por la autopista del Mediterr¨¢neo a toda velocidad. Unos 200 periodistas esperaban desde hac¨ªa horas en una triste glorieta, abrasados por el sol y rodeados por la Guardia Civil, a que Michelle Obama pasara antes de entrar en el hotel Villa Padierna.
Pero no par¨®. Sigui¨® recto y enfil¨® la carreterita hasta la enorme villa donde se hospedar¨¢ estos d¨ªas. "Hola. He venido a descansar y relajarme", le dijo al propietario del establecimiento y a su esposa, los ¨²nicos que la recibieron. Y esta fue la gran noticia de la ma?ana de la visita de Michelle Obama, la primera dama de Estados Unidos, a Marbella. Bueno, a Benahavis; o quiz¨¢s a Estepona.
Ayer algunos se peleaban en los despachos por reivindicar la denominaci¨®n de origen del suelo que pisaba Michelle. Lo ¨²nico claro es que el hotel donde se hospeda, un monumento al lujo marbell¨ª te?ido de tonos pastel, esculturas neocl¨¢sicas y fuentes arabescas, est¨¢ en Benahavis. Eso y que habr¨¢ para todos, incluso para Granada, donde hoy pasar¨¢ el d¨ªa visitando la ciudad y asistiendo a la puesta de sol que Bill Clinton defini¨® como "la m¨¢s bonita del mundo".
Y ah¨ª que se instal¨® la se?ora Obama con una comitiva de unas 70 personas, que incluye a los miembros del servicio secreto y a algunos amigos de la familia. Todos juntos en unas 60 habitaciones de una gran villa anexa al hotel que algunos paparazzi intentaban fotografiar desde los apartamentos cercanos, cuyos propietarios alquilaban por hasta 6.000 euros el d¨ªa. Lo mismo que cuestan las habitaciones m¨¢s caras del Villa Padierna. "Los que la acompa?an se han pagado ellos mismos la estancia", aseguraban fuentes del hotel.
Sobre las seis y media, despu¨¦s de horas de secretos movimientos, la comitiva volvi¨® a ponerse en marcha. A bordo de potentes todoterrenos con matr¨ªcula de Maryland y escoltados por dos helic¨®pteros, volvieron a atravesar la autopista del Mediterr¨¢neo rumbo al centro de Marbella. Y ah¨ª la gente y el castigado municipio, por fin, tuvieron su raci¨®n de primera dama. Acompa?ada del s¨¦quito, Michelle Obama pase¨® por las calles del casco hist¨®rico de la ciudad sonriendo y saludando.
Luego se par¨® en un par de tiendas de bisuter¨ªa de plata y artesan¨ªa. Ech¨® un vistazo, pregunt¨®, y compr¨® en las dos. Y ah¨ª s¨ª, las autoridades de la zona ya estaban plet¨®ricas. Todos sab¨ªan ya que la foto iba a dar la vuelta al mundo. Unas im¨¢genes que supondr¨¢n unos 50.000 impactos en medios de comunicaci¨®n internacionales, por un valor estimado de 800 millones.
Pasadas las siete y media, terminaron el paseo en el restaurante Buenaventura Plaza. El local qued¨® cerrado para los miembros de la expedici¨®n americana que, seguro, brind¨® por el cumplea?os del gran ausente, Barack Obama. "No perdemos la esperanza. Todav¨ªa puede venir este fin de semana", confiaban fuentes del hotel. Adem¨¢s del paseo que dar¨¢ hoy por Granada, en la agenda de la primera dama de EEUU aparece se?alada la fiesta que Antonio Banderas y Eva Longoria dar¨¢n el s¨¢bado en el hotel donde se hospeda (a 1.000 euros el cubierto) y, seguro, el almuerzo con el Rey en el palacio de Marivent el pr¨®ximo domingo. Quedan huecos para que otros tengan sus cinco minutos de Obama.
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