Un d¨ªa entre rocas volc¨¢nicas
La playa, escenario de muchas pel¨ªculas, lucha para mantenerse virgen
Una oquedad de uno de los grandes promontorios volc¨¢nicos de esta cala a¨²n guarda un resto del avi¨®n que hizo estrellar Steven Spielberg en la tercera entrega de Indiana Jones, La ¨²ltima cruzada. De esta aeronave amenazadora se deshizo Sean Connery h¨¢bilmente ayudado por su paraguas negro al espantar a un grupo de gaviotas que en su huida impidieron la visibilidad del piloto del temido avi¨®n nazi, ante la at¨®nita mirada de Harrison Ford. No son los ¨²nicos grandes actores que han pisado la oscura y fina arena de M¨®nsul, una bella y peque?a playa de 300 metros de longitud que se ha convertido en uno de los principales s¨ªmbolos del Parque Natural de Cabo de Gata-N¨ªjar (Almer¨ªa). Lawrence de Arabia, Las aventuras del bar¨®n M¨¹nchausen, de Terry Gilliam, o El hombre que perdi¨® su sombra son algunos de los rodajes que se han producido en este trozo de tierra, ahora descubierto por el gran p¨²blico y uno de los destinos predilectos del turismo de la provincia.
El acceso de los veh¨ªculos se ha restringido para proteger el arenal
300 metros de litoral almeriense en los que manda el paisaje
En Semana Santa recibe las primeras visitas. Sus aguas cristalinas que se resisten a cubrir el cuerpo son parte del reclamo de M¨®nsul donde, sobre todo, se disfruta del paisaje. Esta cala permite comprobar el origen volc¨¢nico de la zona. Sus rocas, de m¨²ltiples formas, producto de la erosi¨®n, son frescos sillones que ofrecen descanso al ba?ista. Sin duda, la imagen m¨¢s popular de M¨®nsul la ofrece la roca llamada Peineta, una lengua de lava que emerge y lame cada d¨ªa la orilla y alrededor de la que se han inmortalizado las mayores estampas de esta cala. Junto a Peineta rod¨® su primer v¨ªdeo musical, Ave Mar¨ªa, uno de los almerienses m¨¢s internacionales: David Bisbal. Pandora, con su caja, mantiene activa una de las pocas dunas vivas de la zona, Rampante, que debe su forma al viento que sople ese d¨ªa; y aqu¨ª es imprevisible. Rampante es una duna protegida y es de los pocos lugares a los que a¨²n no ha llegado la huella humana. La misma que ha tratado de anteponer el negocio tur¨ªstico al inter¨¦s y origen natural de M¨®nsul, vecina de Genoveses, de mayor dimensi¨®n (m¨¢s de un kil¨®metro) y similar belleza. En la cinematogr¨¢fica cala no existen duchas ni chiringuitos. Ning¨²n establecimiento que enturbie su imagen.
El acceso a M¨®nsul puede hacerse a pie o en veh¨ªculo. Desde este verano queda restringida la entrada de turismos en un intento de salvaguardar la cala y devolverla a su origen. Pero los veh¨ªculos pasan hasta completar un aforo que establecen los vigilantes, algo que disgusta a los ecologistas. La aduana se sit¨²a a 4,5 kil¨®metros de M¨®nsul en el n¨²cleo urbano de San Jos¨¦ (N¨ªjar) y a partir de ah¨ª el camino es de tierra, atractivo para recorrer en bicicleta. Si no se dispone de veh¨ªculo y quiere evitarse la caminata, hay un autob¨²s que comunica cada media hora San Jos¨¦ con Genoveses y M¨®nsul (un ticket es v¨¢lido para toda la jornada).
En esta playa, por su entorno y atractivo, se puede pasar todo el d¨ªa. Si los 300 metros de M¨®nsul se quedan peque?os, se pueden visitar cala Carb¨®n y Media Luna, adem¨¢s de las coquetas y nudistas calas de Barronal, Chica y Grande, esta ¨²ltima m¨¢s cercana al Morr¨®n de Genoveses. En toda la zona se puede practicar submarinismo pero, como todo lo que se relaciona con M¨®nsul, es a peque?a escala.
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