Estudiar filosof¨ªa en Teher¨¢n
Desde Plat¨®n, los fil¨®sofos han tratado de imaginar sociedades y sistemas pol¨ªticos en los que filosofar fuera una actividad segura. En su esfuerzo por examinar la vida, los fil¨®sofos siempre han representado alg¨²n tipo de peligro para el statu quo. En muchos aspectos, el ejemplo de S¨®crates ha guiado a los fil¨®sofos de todos los tiempos.
La idea de que es posible examinar la vida haciendo preguntas, unas preguntas atemporales y universales, sigue siendo hoy tan revolucionaria como en la ¨¦poca del maestro griego. La experiencia de las tiran¨ªas en la historia y, m¨¢s en concreto, los reg¨ªmenes totalitarios en el siglo XX, demuestra que un poder pol¨ªtico que se considere a s¨ª mismo la encarnaci¨®n de una ideolog¨ªa y la cima de la filosof¨ªa no puede tolerar el pensamiento filos¨®fico. Pese a ello, la filosof¨ªa ha sobrevivido tanto a sus m¨¢rtires como a sus perseguidores.
El fundamentalismo y su violencia contra la modernidad son una se?al de alarma para todos
El fundamentalismo reacciona a la defensiva ante el pluralismo
?C¨®mo puede afectar el hecho de estudiar y ense?ar filosof¨ªa a una persona que viva bajo un r¨¦gimen teocr¨¢tico aqu¨ª y ahora? En otras palabras, ?c¨®mo es posible estudiar filosof¨ªa en Teher¨¢n? Por extra?o que pueda parecer, estudiar filosof¨ªa en Teher¨¢n puede no solo ser un consuelo espiritual sino un arma pol¨ªtica. Es un desaf¨ªo claro al monologuismo del pensamiento tir¨¢nico, pero es tambi¨¦n una invitaci¨®n a ser un individuo dial¨®gico responsable en una cultura que se ha puesto sistem¨¢ticamente a resguardo de la tarea socr¨¢tica de aprender a base de hacer preguntas y "vivir en la verdad".
En este sentido, el discurso no violento de un fil¨®sofo es diametralmente opuesto a la postura teocr¨¢tica que parte de que las ense?anzas de una tradici¨®n religiosa concreta representan una verdad absoluta y que, por consiguiente, todas las dem¨¢s interpretaciones religiosas e individuales est¨¢n equivocadas y necesitan ser corregidas.
Los periodos de ansiedad hacen que la labor socr¨¢tica de la filosof¨ªa sea a¨²n m¨¢s necesaria, y puede volver a algunas personas que viven bajo la tiran¨ªa m¨¢s receptivas ante sus lecciones. M¨¢s que de un hecho o una doctrina, se trata de un sentido de la realidad -especialmente digno de cultivar- con el que la vida, de pronto, parece mucho m¨¢s incierta y mucho menos fr¨ªvola que antes.
Las caracter¨ªsticas m¨¢s importante del "fundamentalismo" en nuestro mundo son la politizaci¨®n de la religi¨®n y la ideologizaci¨®n de la tradici¨®n. En muchas religiones, como el islam, el juda¨ªsmo y el cristianismo, los fundamentalistas defienden la interpretaci¨®n religiosa del orden existente mediante la toma revolucionaria del poder o a trav¨¦s de reformas sociales. El fundamentalismo dise?a movimientos religiosos que se esfuer-zan por reestablecer los elementos esenciales, sociales, culturales y pol¨ªticos, de una tradici¨®n religiosa. Por tanto, el fundamentalismo reacciona a la defensiva ante el pluralismo de los valores y la metodolog¨ªa hermen¨¦utica aplicada a las tradiciones religiosas; en los movimientos fundamentalistas, por el contrario, existe una reafirmaci¨®n de la validez absoluta de los principios b¨¢sicos de una tradici¨®n.
Por eso es m¨¢s f¨¢cil crear un movimiento fundamentalista en el que los principios b¨¢sicos est¨¦n explicados con detalle en un texto sagrado. Las dimensiones autoritarias y absolutistas de estos movimientos se manifiestan en la manipulaci¨®n ideol¨®gica de una tradici¨®n religiosa. Para la mayor¨ªa de los fundamentalistas, las sociedades deben constituirse sobre la base de una comunidad religiosa.
En ellas, no deben existir ni identidades singulares ni esfuerzos idiosincr¨¢sicos en busca de un significado personal. En otras palabras, todos los individuos deben pertenecer a un colectivo religioso, y su vida cotidiana debe regirse por las tradiciones normativas de dichos colectivos. En consecuencia, todas las formas de pensamiento fundamentalista rechazan la reflexi¨®n filos¨®fica. En su opini¨®n, el di¨¢logo filos¨®fico y la hermen¨¦utica son enfermedades de las que hay que proteger al pueblo. Ello no quiere decir que cualquier movimiento contempor¨¢neo que est¨¢ inc¨®modo con el pensamiento filos¨®fico sea simplemente fundamentalista. Pero los movimientos religiosos y pol¨ªticos inspirados por el rechazo a la pregunta filos¨®fica son muy a menudo fundamentalistas.
Esta reacci¨®n constante contra la cultura dial¨®gica y la filosof¨ªa de la elecci¨®n hace que todos los fundamentalismos contempor¨¢neos tengan cierta dosis de fundamentalismo religioso como trasfondo com¨²n. Los fundamentalistas se consideran a s¨ª mismos personas abiertas al di¨¢logo y la elecci¨®n individual. Pero en su compromiso con la revelaci¨®n de la tradici¨®n religiosa, entablan una lucha precisamente contra el di¨¢logo y la elecci¨®n individual. Los fundamentalistas afirman estar en posesi¨®n exclusiva de la verdad divina y se proponen ense?ar el "camino acertado" a todo el mundo.
Los efectos del discurso fundamentalista pueden verse hoy en todo el mundo musulm¨¢n. En medio de la enorme angustia que provocan los problemas del mundo moderno, para las generaciones j¨®venes de musulmanes, el acercamiento al islam ofrece una pauta clara con la que comparar la sociedad urbana contempor¨¢nea. El ascenso del fundamentalismo y su violencia contra la modernidad no absuelve al "proyecto de la modernidad" de sus pecados, pero s¨ª es una se?al de alarma para todos los que, acosados por los males filos¨®ficos de ese proyecto, esperan que la reafirmaci¨®n de la religi¨®n ayude a crear una nueva comunidad ¨¦tica. Ah¨ª es donde estudiar filosof¨ªa puede ayudarnos a ver la diferencia ontol¨®gica entre ser cr¨ªticos con la modernidad y permanecer fieles a la elecci¨®n radical de la filosof¨ªa, que exige la tarea socr¨¢tica permanente de llevar la introspecci¨®n a la vida pol¨ªtica como correctivo vital del fundamentalismo.
Si se tiene en cuenta todo esto, estudiar filosof¨ªa en Teher¨¢n es un est¨ªmulo para buscar "signos de humanidad" en las experiencias humanas cotidianas, pero tambi¨¦n es una forma de decir "no" a todos los que quieren utilizar la filosof¨ªa contra su responsabilidad eterna, que es pensar siempre con esp¨ªritu cr¨ªtico y de otra manera.
Ramin Jahanbegloo, fil¨®sofo iran¨ª, es catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Toronto. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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