Lindo reivindica la dignidad del cuento

Dice que se siente como quien acaba de cazar una mariposa cuando logra modelar un juego de palabras inspirado. Ayer finaliz¨® el Taller de cuentos: Chejov y compa?¨ªa que Elvira Lindo ha impartido en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP) y en el que analiz¨® la influencia del autor ruso en los relatos de Raymond Carver, Truman Capote o Bernard Malamud. Al final, sus alumnos ten¨ªan que atrapar en un cuento propio unos lepid¨®pteros de colores.

En los Martes literarios de la UIMP, la novelista lament¨® la poca afici¨®n por el relato corto en Espa?a. Un formato al que recurre en sus art¨ªculos para EL PA?S. "Cuando no tengo tema mezclo la actualidad con una historia personal, como si fuera un peque?o cuento, y creo que de ah¨ª salen los mejores art¨ªculos", confes¨®. Una causa de esa falta de afici¨®n la ve en la escasa presencia del cuento en los diarios, y dice a?orar aquellas series que "enganchaban" y que el lector esperaba con avidez.

Lindo habl¨® tambi¨¦n de su pr¨®xima novela, Lo que me queda por vivir, que se publicar¨¢ el 3 de septiembre en Seix Barral. Es la historia de una mujer de 40 a?os que trabaja en la radio y que vive sola con su hijo en un piso del Madrid de los a?os ochenta. "El libro habla de la confusi¨®n ¨ªntima de esa mujer", explic¨®, e insisti¨® en que es una novela, a pesar de su similitud con la protagonista -Lindo trabaj¨® 10 a?os en la radio, adem¨¢s de en televisi¨®n y prensa-. La escritora se defini¨® como "una rebelde". Por eso se resiste a que se la encasille en la literatura infantil o humor¨ªstica, aunque Manolito gafotas y aquellos Tintos de verano le dieran el ¨¦xito. Su nueva novela es un paso m¨¢s en la direcci¨®n que consolid¨® con Una palabra tuya.