El United empieza fuerte

Hay algo en la esencia del f¨²tbol ingl¨¦s capaz de engalanar hasta el extremo un trofeo hist¨®rico con aires de pretemporada. Se enfrentaban en Wembley el Chelsea, que consigui¨® el doblete el curso pasado, y el Manchester United, subcampe¨®n de la Premier, en una reedici¨®n de la final de un a?o atr¨¢s, en la que los de Ancelotti vencieron en la tanda de penaltis. Ayer, el Manchester se tom¨® la revancha y levant¨® su 18? Copa de la Liga (Community Shield).

A una semana del comienzo de la Liga, ambos equipos se pusieron el traje de competici¨®n para dar lustre al octogenario torneo, que marca el inicio de las hostilidades futbol¨ªsticas en Inglaterra. El partido arranc¨® sopor¨ªfero, con las pizarras por definir y las botas por afinar. As¨ª fue hasta que un cl¨¢sico, Scholes, se invent¨® una diagonal de 40 metros que recogi¨® Rooney para enviar un centro punzante al coraz¨®n del ¨¢rea que sirvi¨® a Valencia para abrir el marcador a cinco minutos del descanso.

Con el resultado a favor, Ferguson apost¨® por el nervio y el alboroto ofensivo. Virtudes que encarna a la perfecci¨®n el mexicano Chicharito Hern¨¢ndez, que, tras causar sensaci¨®n en el pasado Mundial, debutaba en partido oficial con los diablos rojos. Nani y Berbatov completaron con ¨¦l la triple sustituci¨®n de Park, Owen y Rooney. Y el plan sali¨® bien.

Tras contener las perezosas llegadas de Malouda, Kalou y Essien, el Manchester sentenci¨® a la contra. La zancada elegante e incontenible de Valencia se abri¨® paso entre las desordenadas fichas azules y Chicharito culmin¨® el centro de forma rocambolesca. Tiene ¨¢ngel. Pifi¨® el remate, la pelota se estrell¨® en su rostro y, de rebote, se col¨® en la porter¨ªa de Hilario. Parec¨ªa momento para homenajes. Siempre atento a la tradici¨®n, Ferguson tramit¨® los cambios como tributo a dos hist¨®ricos. Giggs y Scholes recibieron ovaciones de entrada y salida en la tarde de su en¨¦simo t¨ªtulo con el United. Kalou rompi¨® la m¨ªstica del momento y anim¨® el final con el 1-2. El Chelsea busc¨® el empate con m¨¢s inercia que convicci¨®n hasta que Berbatov recogi¨® con viveza un pase de Nani para definir de vaselina y sentenciar.