Una sentencia que llega demasiado tarde
Solo cinco empleados de Uralita con derecho a indemnizaci¨®n est¨¢n vivos
Pl¨¢cido Moreno tiene 80 a?os y pas¨® 27 en la f¨¢brica de Uralita de Getafe, donde, durante ocho horas al d¨ªa, manipulaba fibras de amianto. "Jug¨¢bamos con ¨¦l, nos lo tir¨¢bamos a la cara. A veces ech¨¢bamos la siesta en medio del polvo". Lo llevaban en los bolsillos, lo respiraban, se les met¨ªa en la comida. Despu¨¦s, en casa, sus mujeres sacud¨ªan y lavaban los monos de trabajo, aspirando estas fibras microsc¨®picas que pueden provocar c¨¢ncer de pulm¨®n, asbestosis (una enfermedad pulmonar) y mesotelioma (c¨¢ncer de pleura). Tend¨ªan la ropa en los tendederos sin preocuparse. Las part¨ªculas de amianto flotaban entonces en casas y calles de Getafe. Por eso entre las v¨ªctimas no hay solo trabajadores: Esperanza Alonso, la mujer del ex operario Julio Arroyo, muri¨® hace tres a?os con amianto en la pleura.
"Nada le paga a uno la salud", dice Pl¨¢cido, que recibi¨® 95.000 euros
Hace menos de un mes el juez decidi¨® que la indemnizaci¨®n a 15 trabajadores afectados -1,4 millones de euros, aunque Uralita ha recurrido la sentencia- no quedara en dep¨®sito hasta el fin del proceso judicial, como ped¨ªa la compa?¨ªa. El mi¨¦rcoles Pl¨¢cido recibi¨® 95.000 euros, pero dec¨ªa con media sonrisa que "nada le paga a uno la salud". Por lo menos a ¨¦l le llega a tiempo.
Los ex empleados de Uralita son supervivientes de "una lucha", como llama a los juicios otro ex operario, Antonio Garc¨ªa. Tiene 75 a?os, casi una treintena en la f¨¢brica y cuatro sabiendo que tiene amianto incrustado en las paredes del p¨¢ncreas, "aunque por ahora est¨¢ quieto". ?l no ha cobrado: forma parte de una segunda demanda que acaban de presentar, por lo social.
El tiempo de vida tras ser diagnosticadas estas enfermedades var¨ªa de meses a d¨¦cadas, porque los hay que se mueren de viejos. Pero lo cierto es que de los 15 indemnizados esta semana quedan cinco vivos, y de los 40 de la segunda demanda solo viven 25. La f¨¢brica de Getafe -que lleg¨® a emplear a 1.500 obreros- funcion¨® hasta 2001, cuando el amianto se prohibi¨® en Espa?a. Antonio se enfada: "Ellos lo sab¨ªan. Nosotros lleg¨¢bamos de los pueblos a trabajar, ?qu¨¦ ¨ªbamos a saber?". Asegura que "ten¨ªan que declararlo t¨®xico, prejubilarnos; pero los m¨¦dicos estaban comprados".
Las historias m¨¦dicas tienen p¨¢ginas arrancadas, seg¨²n Juan Carlos Pa¨²l, presidente de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas de Amianto (Avida) de Madrid. Ni rastro de enfermedades que se puedan relacionar con la f¨¢brica. Uralita ha rechazado hacer declaraciones a este peri¨®dico. Pa¨²l se?ala que en el juicio la compa?¨ªa afirm¨® que aplicaba la legislaci¨®n vigente en la ¨¦poca, pero asegura que "aunque lo hiciera, eso no les exime de la responsabilidad de los da?os a sus trabajadores".
El terreno que en los setenta ocupaba el gigante de Uralita es hoy, aparte de algunas naves, suelo yermo en el que operan las gr¨²as. Pa¨²l teme que levanten polvo de amianto. En Avida -que re¨²ne a unas 200 familias- por ahora no conocen casos de vecinos afectados, a diferencia de los recientemente indemnizados de Cerdanyola y Ripollet.
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