?Qui¨¦n quiere acabar con la neutralidad en la Red?
La amenaza de que unos contenidos se descarguen m¨¢s deprisa que otros por los acuerdos comerciales entre los proveedores cuestiona la esencia de Internet
?Qu¨¦ pensar¨ªa si, al abrir el grifo, el agua llegase a su vecino antes que a usted? ?Y si al encender el televisor quien pagase una cuota extra pudiera ver antes los goles de un partido? O mejor a¨²n, ?y si la red el¨¦ctrica diera preferencia a unos electrodom¨¦sticos frente a otros, de modo que decidiera que la tostadora tiene prioridad frente al secador de pelo o el microondas? Suena poco l¨®gico, pero podr¨ªa darse en la web.
La esencia de Internet, desde su nacimiento, ha sido la igualdad entre los datos. La Red los transporta en paquetes de bits. Van de nodo en nodo hasta llegar a su destino. Desde que se hace clic en la pantalla hasta que aparece el contenido deseado, los elementos que componen ese resultado se distribuyen por la Red de manera equitativa. La infraestructura no sabe qu¨¦ tipo de contenido est¨¢ trasladando. Todos son, y deben ser seg¨²n esta teor¨ªa, iguales.
El equilibrio en el manejo de datos es clave en el dise?o de la web
Durante 20 a?os se ha evitado que haya accesos de primera y de segunda
Es cierto que una persona puede contratar una l¨ªnea diferente, de 3 megas o 10, por ejemplo. Pero eso no es una ventaja competitiva. Siguiendo el s¨ªmil del grifo, tendr¨¢ tuber¨ªas con m¨¢s caudal pero el chorro no le llegar¨¢ antes que al resto. O al menos no deber¨ªa tener prioridad en la cola de espera de los contenidos. Simplemente, le cargar¨¢n m¨¢s r¨¢pido porque tendr¨¢ m¨¢s ancho de banda.
La clave de la neutralidad de la Red consiste en que se mantenga la garant¨ªa de igualdad en el acceso al contenido, sin importar qu¨¦ contenido sea, qu¨¦ servicio se use para gestionar los datos o qu¨¦ dispositivo con conexi¨®n haga la petici¨®n.
Durante los ¨²ltimos 20 a?os, se ha conseguido evitar la creaci¨®n de un acceso a Internet de primera y segunda clase. Enrique Dans, profesor en el Instituto de Empresa y autor de uno de los blogs de referencia en el mundo de la tecnolog¨ªa y los negocios, describ¨ªa la neutralidad en la Red como "el hecho de que un bit debe seguir siendo igual a otro bit, venga de donde venga y lo emita quien lo emita". Algo parecido confirmaba Vinton Cerf, uno de los padres de la red de redes y evangelista tecnol¨®gico, en una entrevista con este peri¨®dico: "Los proveedores de servicios tienen que entender que no deben privilegiar a un servicio u otro. Cada bit de informaci¨®n tiene que tener el mismo trato". Tim Berners Lee, creador del lenguaje HTML -el usado para la creaci¨®n de p¨¢ginas web- se pronunci¨® en la misma l¨ªnea en 2006: "La comunicaci¨®n neutral es algo b¨¢sico en nuestra sociedad, base de un mercado competitivo justo y de una sociedad democr¨¢tica. Protejamos la neutralidad de la Red".
Los dos personajes que definieron Internet como hoy se conoce, ambos premios Pr¨ªncipe de Asturias, se mantienen firmes en su postura. No quieren que su criatura se convierta en un lugar de privilegios y exclusi¨®n.
Los colectivos de activismo en la Red han sabido moverse para crear conciencia entre la clase pol¨ªtica. En Europa hay preocupaci¨®n por mantener una postura com¨²n. Hasta ahora se han dado debates y conversaciones, pero nunca una respuesta firme para preservar la neutralidad en la Red.
La comisaria europea de Sociedad de la Informaci¨®n, Neelie Kroes, abri¨® una consulta p¨²blica sobre la neutralidad de la Red que se puede consultar en la web y est¨¢ abierta a la participaci¨®n hasta el 30 de septiembre. Est¨¢ previsto que antes de que termine el a?o haya una directriz que una a todos los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea.
De forma aislada, solo Finlandia ha declarado el derecho te¨®rico a acceder a la Red de todos sus ciudadanos, al declarar la banda ancha un derecho. En Francia se da el caso contrario. En marzo de 2009, en pleno debate de la ley Hadopi, conocida como de los tres avisos por ser as¨ª c¨®mo se procede antes de cancelar la conexi¨®n al usuario, la ministra de Cultura, Christine Albanel, declar¨® que "el acceso a Internet no es un derecho fundamental".
En noviembre de 2007, un a?o antes de ganar las elecciones, Barack Obama pronunci¨® un discurso en la sede de Google, en Mountain View (California). Se compromet¨ªa a hacer de la Red un lugar de libertad y reafirmaba su compromiso "para que unas aplicaciones o servicios no tuvieran prioridad sobre otros".
El ¨²nico precedente de preservaci¨®n de neutralidad de la Red es el de Chile. El pasado 13 de julio, despu¨¦s de una gran campa?a en blogs, Twitter, redes sociales y foros, se consigui¨® que la medida se aprobase en el Congreso. La consigna era sencilla: "Todos los bits fueron creados iguales". Noventa y nueve votos a favor, ninguno en contra y una sola abstenci¨®n aprobaron medidas entre las que se incluye la prohibici¨®n de discriminaci¨®n entre usuarios o la imposibilidad de la persecuci¨®n de contenidos. Adem¨¢s, se impide expl¨ªcitamente el bloqueo de acceso a Internet de usuarios o empresas.
En Estados Unidos es la FCC (Comisi¨®n Federal de Telecomunicaciones) la que crea el marco para legislar el espectro radioel¨¦ctrico y las comunicaciones electr¨®nicas. En el verano de 2008 cre¨® un precedente al castigar a Comcast -un operador de cable- por bloquear el acceso a varios usuarios que descargaban contenidos. Desde entonces, la FCC se comprometi¨® a obligar a los proveedores de servicios a garantizar a sus usuarios un acceso abierto a Internet. Sin embargo, las operadoras de telefon¨ªa m¨®vil de Estados Unidos AT&T, Verizon, Sprint y T-Mobile est¨¢n ejerciendo presi¨®n para que la normativa permita nuevos servicios de pago en los tel¨¦fonos avanzados.
Si tanto ciudadan¨ªa como expertos y pol¨ªticos tienen tan claro que esto debe ser as¨ª, ?qui¨¦nes son los que promueven que este pacto para el funcionamiento de la Red deje de ser as¨ª?
Los proveedores de acceso son los m¨¢s interesados en que se vulnere este acuerdo. Un intento, aunque solo fueron declaraciones, sucedi¨® en 2006, cuando Cisco y Motorola propusieron instituir tarifas de diferente categor¨ªa: platino, oro, plata y bronce, seg¨²n las necesidades de cada cliente. Las compa?¨ªas argumentaban que se trataba de adaptar mejor el acceso seg¨²n el tipo de usuario, pero no se concretaba un ancho de banda sino una prioridad a la hora del acceso.
El debate se ha abierto tambi¨¦n con los servicios de voz sobre IP, como Skype. Si se acabase con la neutralidad de la Red, los proveedores de conexi¨®n podr¨ªan evitar el acceso a este servicio si lo creyesen oportuno. O a la descarga de contenidos por P2P, caballo de batalla de las entidades de gesti¨®n de derechos de autor y de los proveedores de conexi¨®n. Son muchos los internautas que se quejan de una bajada considerable de la velocidad de conexi¨®n cuando usan estos servicios. Algo que no aparece en ning¨²n contrato de ADSL. Se paga por una conexi¨®n, pero el operador no debe fiscalizar qu¨¦ se hace con ella.
C¨¦sar Alierta, presidente de Telef¨®nica, destap¨® la caja de los truenos en febrero. En un coloquio en Bilbao insist¨ªa en que las redes pertenecen a los operadores, no a los que dan servicios y contenidos en las mismas: "Los buscadores de Internet utilizan nuestras redes sin pagarnos nada, lo que es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros, pero eso no va a poder seguir, es evidente. Es decir, las redes las ponemos nosotros, los sistemas los hacemos nosotros, el servicio posventa lo hacemos nosotros, el servicio de instalaci¨®n lo hacemos nosotros... Lo hacemos todo".
Mucho m¨¢s desapercibida pas¨® una conferencia de Jos¨¦ Luis Gamo, director de Marketing y Estrategia de Telef¨®nica Empresas, titulada Net neutrality: diez mitos, una pregunta y una posdata. En la misma desmontaba los argumentos a favor de la neutralidad para mejorar las reglas de competencia del mercado y el desarrollo de la tecnolog¨ªa.
Vodafone comercializa varias tarifas para conectarse a Internet desde el m¨®vil. La m¨¢s barata permite navegar en la pantalla del tel¨¦fono. Las dos m¨¢s caras incluyen el servicio tethering (uso del tel¨¦fono como m¨®dem: sirve para usar el ordenador y conseguir la conexi¨®n a trav¨¦s del tel¨¦fono). Solo la de 39,90 euros permite llamadas de Voz Sobre IP. Ah¨ª precisamente surgen las dudas: ?por qu¨¦ no se asegura el caudal suficiente en todas las tarifas y el acceso por IP?
La pasada semana, The New York Times filtr¨® una reuni¨®n entre Verizon (operadora de telefon¨ªa m¨®vil) y Google en la que se barajaba la posibilidad de un acuerdo entre ambas compa?¨ªas para privilegiar el acceso a algunos contenidos y servicios de Google. Tendr¨ªa su l¨®gica, pues YouTube (propiedad de Google) gestiona gran cantidad de datos. Ambas compa?¨ªas se apresuraron a desmentirlo.
De alguna manera la puerta ya est¨¢ abierta. Los usuarios se han adaptado a vivir en mundos cerrados en los que se sienten c¨®modos. Un ejemplo ser¨ªa Facebook; otro, las aplicaciones del iPad y el iPhone. Ante el miedo a virus, programas malignos o robo inesperado de archivos, los usuarios de Internet desde el m¨®vil han adquirido la rutina de hacer un peque?o pago a cambio de un servicio. Virginia Hefferman lamentaba esta situaci¨®n en The New York Times. En un art¨ªculo titulado La muerte de la Red abierta se expresaba con una met¨¢fora: "Veo que la gente huy¨® de las ciudades, y veo por qu¨¦ est¨¢n huyendo de la web abierta. Pero creo que pueden, tambi¨¦n, un d¨ªa lamentarlo".
Con el debate abierto, son los pol¨ªticos los que tienen que decidir a qui¨¦n sirven, empresas de telecomunicaci¨®n o ciudadanos.
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