"Campbell cont¨® que Taylor le dio un enorme diamante"
Mia Farrow y la ex agente de la modelo contradicen su testimonio en La Haya
Naomi Campbell miente. S¨ª sab¨ªa que Charles Taylor, ex presidente de Liberia, acusado de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, le regal¨® en 1997 los diamantes sin tallar recibidos tras una cena organizada por Nelson Mandela, entonces presidente sudafricano. Con versiones distintas, pero no contradictorias entre s¨ª, as¨ª lo declararon ayer la actriz Mia Farrow y Carole White, ex representante de la modelo brit¨¢nica, ante el Tribunal Especial para Sierra Leona.
"Campbell cont¨® que le hab¨ªa ocurrido algo inolvidable. Unos enviados de Taylor le dieron un enorme diamante que pensaba donar a la Fundaci¨®n Mandela", dijo Farrow a los jueces. "Naomi me se?al¨® durante el ¨¢gape que Taylor quer¨ªa regalarle unos diamantes. Flirtearon y se re¨ªan. Por la noche, unos emisarios trajeron un papel arrugado con cinco o seis diamantes. No brillaban, pero ninguna los hab¨ªamos visto antes en bruto", asegur¨® White. El pasado lunes, Campbell declar¨® en el mismo Tribunal que ignoraba la identidad del autor del presente.
"Durante la cena, Naomi y Taylor flirtearon y re¨ªan", dijo Carole White
Los 'diamantes de sangre' son una prueba contra el ex presidente liberiano
As¨ª que cuando Mia Farrow repiti¨® con una firmeza que contrastaba con su aspecto quebradizo que Naomi Campbell le dijo que "los enviados del diamante eran de Taylor", el caso dio un vuelco. Con problemas para recordar las fechas, la actriz no se dej¨® intimidar por la defensa. "Habla de un gran diamante. Campbell de varias piedras peque?as. Ha pasado mucho tiempo. ?No ser¨¢ que lo recuerda mal?", le preguntaron. "No. Solo puedo contar lo que recuerdo. Y Naomi dijo que era de Taylor. Me averg¨¹enza admitir la poca informaci¨®n que ten¨ªa hace 13 a?os sobre el tr¨¢fico de diamantes, Liberia y esta parte de ?frica. En su momento, no repar¨¦ en la importancia de lo ocurrido aquella noche en Sud¨¢frica", respondi¨® la int¨¦rprete. Tambi¨¦n dijo que Gra?a Machel, esposa de Mandela, la apart¨® de Charles Taylor para que no la fotografiaran con ¨¦l. "Este hombre no deber¨ªa estar aqu¨ª", le susurr¨®.
Para contrarrestar la mala imagen que ello daba de su cliente, la defensa de Taylor describi¨® a Gra?a Machel como "la ¨²nica mujer casada con dos presidentes africanos". "El primero, Samora Machel, lo fue de Mozambique. Machel y Mandela han pasado por la c¨¢rcel y han sido revolucionarios. ?Le parece que podr¨ªa incomodarse ante la presencia del reci¨¦n elegido presidente de Liberia?". Farrow respondi¨® sin resbalar en la duda sembrada: "Ver¨¢, solo s¨¦ que la se?ora Mandela me dio la sensaci¨®n de no querer que Taylor estuviera all¨ª".
El asiento de los testigos fue ocupado a continuaci¨®n por Carole White, que llev¨® durante casi 20 a?os los asuntos de Naomi Campbell. Y entonces la defensa estall¨®. De Mia Farrow, el equipo de Taylor sugiri¨® que le hab¨ªa prejuzgado. "Usted tiene la convicci¨®n de que Taylor, as¨ª como Omar el-Bashir, presidente de Sud¨¢n [acusado de genocidio por la Corte Penal Internacional] son culpables de antemano", dijeron. La actriz lo admiti¨® sin rubor. A White, por el contrario, la llamaron embustera. "Dice que abri¨® la puerta del pabell¨®n de invitados de la residencia de Mandela, de noche. Que no hab¨ªa guardias de seguridad y Naomi Campbell y usted misma recibieron a los enviados de Taylor con los diamantes. ?C¨®mo es posible?", pregunt¨® el letrado Courtenay Griffiths, que dirige la defensa del ex presidente liberiano. "Eso mismo pregunto yo", respondi¨® White. Despu¨¦s fue a¨²n peor. "Falta usted a la verdad, se?ora White. Tiene un pleito con Campbell por incumplimiento de contrato, y le conviene dejarla en mal lugar para recuperar unos 600.000 d¨®lares. ?No es cierto?". "No", contest¨® inc¨®moda la agente de modelos.
Creado por la ONU para juzgar los cr¨ªmenes cometidos durante la guerra civil que asol¨® el pa¨ªs entre 1991 y 2002, el Tribunal para Sierra Leona se ha convertido por unos d¨ªas en un espacio donde planean los diamantes y las mentiras. Tambi¨¦n en un foro donde los jueces piden deletrear nombres de actrices y modelos famosas. Todos ellos poco asociados, en principio, con un proceso de estas caracter¨ªsticas. O por utilizar el s¨ªmil puesto por el abogado Griffiths, "gente que no sab¨ªa de la existencia del t¨¦rmino diamantes de sangre hasta que Hollywood le prest¨® atenci¨®n" (la pel¨ªcula Diamante de sangre, protagonizada por Leonardo di Caprio, data de 2006). Pero las declaraciones de estos testigos, excepcionales a su manera, podr¨ªan cambiar el curso del proceso contra el antiguo mandatario liberiano.
Al menos as¨ª lo espera la fiscal¨ªa, que pretende demostrar que Taylor, de 62 a?os, financi¨® al Frente Revolucionario Unido de Sierra Leona, entreg¨¢ndoles armamento y dinero a cambio de sus diamantes, y permiti¨¦ndoles que usaran Liberia como retaguardia. Los rebeldes de Sierra Leona cometieron toda clase de tropel¨ªas contra la poblaci¨®n civil durante la guerra en ese pa¨ªs (1991-2002).
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