Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez Pi?ero, un entusiasta de la historia m¨¦dica
Revis¨® cinco veces su exhaustiva biograf¨ªa de Ram¨®n y Cajal
Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez Pi?ero falleci¨® el pasado domingo en Valencia a los 77 a?os. Catedr¨¢tico de Historia de la Medicina, integrante de la Real Academia de la Historia, escritor, profesor, investigador, apasionado del premio Nobel Santiago Ram¨®n y Cajal... L¨®pez Pi?ero fue pionero en aplicar el m¨¦todo cient¨ªfico a su campo.
?l mismo lo explicaba en una entrevista hace 24 a?os: "De la misma forma que analizamos la evoluci¨®n de la cirrosis hep¨¢tica o de la vida de los insectos con criterios cient¨ªficos, es l¨®gico que estudiemos la ciencia del mismo modo". Sencillo y entusiasta, como le defin¨ªa ayer su amigo y escritor Jos¨¦ Luis Aguirre, L¨®pez Pi?ero coment¨® en una ocasi¨®n que "colocarte en tu sitio es la ¨²nica opci¨®n seria que tienes de trabajar y de saber cu¨¢ndo llega la hora de vaciar tu despacho y seguir trabajando".
L¨®pez Pi?ero naci¨® en 1933 en el pueblo murciano de Mula. "He conocido mucha gente inteligente", explicaba Aguirre, "pero la inteligencia de L¨®pez Pi?ero es una de las m¨¢s grandes a las que he asistido". El ni?o murciano cambi¨® pronto Mula por Valencia. Estudi¨® becado en el Colegio Beato San Juan de Ribera de Burjassot, a escasos kil¨®metros de la capital valenciana. Se trataba de un centro especial, el ¨²nico en toda Espa?a que conced¨ªa becas a las mentes brillantes de aquella ¨¦poca. Por all¨ª pasaron el catedr¨¢tico de Filosof¨ªa Ram¨®n Calvo Ferrer, el psiquiatra Juan Jos¨¦ L¨®pez Ibor o uno de los maestros de Pi?ero, Pedro La¨ªn Entralgo.
Asignaturas olvidadas
De La¨ªn, el estudiante Pi?ero aprendi¨® qu¨¦ es lo que quer¨ªa hacer con lo que empezaba a saber de medicina. "La¨ªn presentaba un ciclo de conferencias en Valdecilla [Santander]", recordaba ayer Aguirre, "y los dos asistimos". La¨ªn, precursor de la Historia de la Medicina, les asombr¨® con sus disertaciones sobre la relaci¨®n m¨¦dico-paciente en la Espa?a de la posguerra. "Me qued¨¦ deslumbrado", contaba L¨®pez Pi?ero en 1998. Se dio cuenta de que en Espa?a hab¨ªa asignaturas, como Historia de la Medicina, consideradas mar¨ªas, mientras que solo en Alemania hab¨ªa 27 institutos que la estudiaban. Y all¨¢ que se fue. Su pasi¨®n por el premio Nobel Santiago Ram¨®n y Cajal no tard¨® en aparecer. Pese al respeto que le merec¨ªa, no le ten¨ªa por un genio, sino por la consecuencia l¨®gica de una tradici¨®n concreta: "Es rigurosamente falso que Cajal sea una figura aislada", explicaba hace unos a?os en una entrevista, "es un genio de primera magnitud, pero recoge una tradici¨®n histol¨®gica espa?ola de dos siglos y medio y cont¨® con los mejores medios t¨¦cnicos de su ¨¦poca para llevar a cabo sus investigaciones y su trabajo". A?os m¨¢s tarde, con respecto a Cajal, matiz¨®: "Eso que dijo Ortega de que los genios nacen, como si fuera por generaci¨®n espont¨¢nea, es una tonter¨ªa. Hay personas, hay talento y hay mucho esfuerzo".
Con Alemania en la mochila, Pi?ero intent¨® plantar en Valencia la semilla de su aprendizaje, a lo que dedic¨® su trabajo hasta que se jubil¨®, en 1998. Desde entonces y hasta el domingo, fulminado el equilibrio en su cuerpo, L¨®pez Pi?ero tuvo tiempo para escribir, escribir y escribir. Quiz¨¢, de seguir hoy despierto, este catedr¨¢tico a¨²n pensar¨ªa en revisar y ampliar su biograf¨ªa de Ram¨®n y Cajal. Ser¨ªa la sexta vez que lo har¨ªa.
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