"Es f¨¢cil ser gay en Turqu¨ªa si eres turista"
![Camilo S. Baquero](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F4156031f-39d7-418a-b602-b336393f9c2e.jpg?auth=92edbe7594ad0d495e18881b417f68bc63248be7499c4073a67dcf11720ecbb1&width=100&height=100&smart=true)
"Soy kurdo, soy gay y soy libertario". As¨ª se presenta Bawer ?akir, de 30 a?os. A este activista gay le cuesta ponerse c¨®modo en el sill¨®n rojo de una de las salas del Departamento de Interior, en Barcelona. Vive en la ciudad desde abril y es uno de los cinco beneficiarios del programa de protecci¨®n de defensores de los derechos humanos de la Generalitat. Despu¨¦s de su presentaci¨®n procede a dejar por tierra lo que considera "la fantas¨ªa" europea de la tolerancia turca hacia la homosexualidad. "Es f¨¢cil ser gay en Turqu¨ªa si eres turista. Lo que vale es tu dinero. Pero si vives all¨ª te enfrentas al rechazo y a los abusos", explica.
Para ?akir, periodista de profesi¨®n y miembro de la organizaci¨®n Lambda Estambul, las parejas del mismo sexo tomadas de la mano por la "supuesta" calle gay de Istiklal Caddesi o las fantas¨ªas porno en los ba?os turcos son postales vac¨ªas. La realidad que vive es otra. Desde la ONG y la revista en la que trabaja se ha dedicado, desde hace seis a?os, a denunciar la homofobia en Turqu¨ªa. En 2009, seg¨²n ¨¦l, hubo 20 asesinatos de odio. "Somos un problema para la sociedad turca, nos ven como corruptores de la moral", explica.
El caso m¨¢s triste, contin¨²a, es el de Ahmet Yildiz, un estudiante y activista de 26 a?os que en julio de 2008 fue asesinado de un tiro al salir de un caf¨¦. ?akir acusa del homicidio al padre de la v¨ªctima, que permanece huido, y critica que el Gobierno y la polic¨ªa ignoren las denuncias hechas por las entidades que velan por los derechos humanos. "Era un asunto de honor, muy isl¨¢mico. Nadie de su familia fue al funeral", asegura.
Sin embargo, con lo doloroso que puede ser que te maten por el simple hecho de tu identidad sexual, a ?akir le duele m¨¢s el rechazo del d¨ªa a d¨ªa, especialmente, hacia las personas transg¨¦nero. "Est¨¢s sentado en un restaurante con tus amigas trans y llega un polic¨ªa; 1.600 euros de multa. ?La raz¨®n? Escandalizar. No se puede vivir tranquilo", se queja. "La raz¨®n para ser activista soy yo mismo, porque quiero una vida feliz".
Aunque no es la primera vez que pisa Barcelona, a¨²n le sorprende la "libertad" con la que se vive. "El otro d¨ªa estaba en un bar con unos amigos y al lado se sent¨® un anciano. Ellos se besaban y el hombre no hizo ning¨²n gesto. Me preguntaba si estaba ciego. ?Eso es imposible en Turqu¨ªa!", explica.
En enero debe volver a su pa¨ªs. Hasta entonces se ha propuesto una meta. "Quiero entender qu¨¦ pasa en Espa?a, c¨®mo esta sociedad cambi¨® tan r¨¢pido despu¨¦s de la dictadura", dice.
![Bawer ?akir, defensor de los derechos de los homosexuales en Turqu¨ªa](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SHHT5O72EI7JGRSUQB6R3MSWKE.jpg?auth=ac39c04e3a8cc187a43c9f794777a2f8ea2392e4c972b9e473fe89b323220954&width=414)
Aire fresco para el regreso
El programa de protecci¨®n de los derechos humanos de la Generalitat acoge en Catalu?a, durante seis meses, a cinco activistas perseguidos en su pa¨ªs. Los escogidos son propuestos por diversas entidades catalanas y su caso es estudiado por la oficina de promoci¨®n de la paz y los derechos humanos. Una vez en Catalu?a, realizan trabajos con diversas instituciones y participan en actos p¨²blicos de sensibilizaci¨®n.
Dependiendo de la situaci¨®n de cada activista y seg¨²n el grado de amenazas que hayan recibido en sus lugares de origen, algunos van escoltados por la polic¨ªa. La idea es que la experiencia suponga para ellos una toma de aire fresco y puedan regresar con las pilas cargadas, con m¨¢s contactos internaciones y nuevas y mejores estrategias.
Este a?o, los beneficiarios son cinco: dos de origen colombiano, un turco, una hondure?a y una chechena.
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