Un banco es un robo al rev¨¦s
"Un banco es un atraco al rev¨¦s, de dentro afuera, en el que en lugar de quitarte los ladrones el dinero, vas t¨² a d¨¢rselo, y en el que la polic¨ªa no los persigue, sino que los defiende. O sea, que si te preguntan en un examen a qu¨¦ distancia est¨¢ la realidad de un banco, responde que a a?os luz, y sacar¨¢s sobresaliente en econom¨ªa", dice esta ma?ana Juan Urbano, mientras saca 20 euros de un cajero autom¨¢tico y, a continuaci¨®n, hace lo que hacemos la mayor parte de las personas en ese caso, que es quedarse mirando el recibo como las vacas miran pasar el tren, y no poder cre¨¦rselo: ?d¨ªa 11 y ya solo me queda esto? Y despu¨¦s maldice la comisi¨®n que le ha cobrado la entidad a la que le ha metido la tarjeta, que no es la suya, porque no hab¨ªa ninguna en los alrededores, es tarde y necesita dinero para volver a casa: tres euros.
En su partido todos corean el mismo discurso, tal vez porque llevan la repetici¨®n en las siglas
O sea, que no hace falta ser Einstein, que por otra parte es el sabio que dijo que el problema del hombre moderno es que cada d¨ªa sabemos m¨¢s y entendemos menos, para darse cuenta de que Juan Urbano tiene toda la raz¨®n del mundo: el banco de la esquina ya es otro planeta, en el que la ¨²nica ley es la ley del embudo y donde todo se mira con lupa a la hora de dar y con telescopio a la hora de recibir. Por eso te secuestran tres euros por sacar 20 de un cajero, te cobran dos por hacer t¨² mismo una transferencia a trav¨¦s de internet, otros tantos por ingresar un cheque, 14 o 15 por abrir una cuenta y otro mill¨®n de cosas que todo el mundo sabe.
No me digan que no es inexplicable que el mismo Ayuntamiento de Madrid, al que no le tiembla la mano si se trata de ponerle tasas de basura y otros mil impuestos a los ciudadanos, sea tan prudente a la hora de pon¨¦rselos a los bancos. Hay que o¨ªr para creer, en este caso al concejal de Hacienda, que nos hace pagar a todos por el espacio p¨²blico que consumen nuestras casas o nuestros coches, pero no quiere cobrarle a las entidades financieras por el que ocupan sus cajeros autom¨¢ticos. Dice que eso dar¨ªa lugar a un litigio muy caro, pese a que esa tasa est¨¢ avalada por una sentencia del Tribunal Supremo, de febrero de 2009, y como en su partido todos corean el mismo discurso, tal vez porque llevan la repetici¨®n en las siglas, una pe el eco de otra pe, le echa la culpa al Gobierno, "que arreglar¨ªa el problema si modifica la ley, para permitir a los Ayuntamientos que suban o bajen la tarifa local del impuesto de actividades econ¨®micas que se cobra al sector financiero, que supondr¨ªa que las entidades bancarias pasar¨ªan de pagar 30 millones de euros a 90". Y luego a?ade que esa ley no se modifica desde 1996, olvidando sin duda que ese a?o empezaron a gobernar ellos, y que lo hicieron hasta el 2004. ?En ese tiempo no pudieron hacer lo que ahora piden, seg¨²n Juan Urbano y yo con buen criterio, que hagan sus sucesores?
Mucho nos tememos los dos que aqu¨ª va a pasar lo de siempre, y por tanto esta volver¨¢ a ser la historia del asno de Burid¨¢n, que muri¨® de inanici¨®n porque no fue capaz de decidirse entre la hierba que ten¨ªa a su izquierda y el agua que ten¨ªa a su derecha. Es decir, que como unos no cambian esa Ley de Haciendas Locales, los otros no aplicar¨¢n esa tasa, que dependiendo de la f¨®rmula que se utilizase llevar¨ªa a la caja fuerte del Ayuntamiento entre un mill¨®n y medio y siete millones de euros. Lo que les va a costar recaudar eso mismo a base de ponernos multas por ir a m¨¢s de 50 en un t¨²nel, que es lo que ahora hacen. "El loro se est¨¢ quedando sin chocolate, pero el pavo real tiene la cola m¨¢s abierta que nunca", sentencia Juan Urbano, y a m¨ª me parece que est¨¢ clar¨ªsimo lo que quiere decir.
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