No se pierdan ese reportaje
Acabo de ver un nuevo y extraordinario reportaje que, dirigido por Shlomi Eldar, corresponsal en Gaza del Channel 10 israel¨ª, y titulado Una valiosa vida, narra la historia de Mohammed Abu Mustafa, un beb¨¦ palestino de cuatro meses que sufre una inusual carencia inmunitaria. Conmovido por la situaci¨®n del ni?o, Eldar les ayuda a ¨¦l y a su madre a trasladarse desde Gaza al hospital israel¨ª de Tel Hashomer para someter al peque?o a un vital tratamiento de trasplante de m¨¦dula ¨®sea.
La operaci¨®n cuesta 55.000 d¨®lares. Eldar hace un llamamiento a trav¨¦s de la televisi¨®n israel¨ª y a las pocas horas un jud¨ªo israel¨ª cuyo hijo muri¨® haciendo el servicio militar dona todo el dinero.
Sin embargo, el reportaje da un giro espectacular cuando Raida, la madre del beb¨¦, menospreciada en Gaza por someter a su hijo a un tratamiento en Israel, espeta que espera que de mayor este se convierta en terrorista suicida para ayudar a recuperar Jerusal¨¦n. Raida le dice a Eldar: "Desde el beb¨¦ m¨¢s peque?o, incluso m¨¢s que Mohammed, hasta la persona m¨¢s anciana, todos nos sacrificaremos por Jerusal¨¦n. Creemos tener derecho a hacerlo. T¨² puedes enfadarte, as¨ª que enf¨¢date".
'Una valiosa vida', de Shlomi Eldar, plasma la realidad del conflicto entre israel¨ªes y palestinos
Si nuestra cr¨ªtica es constructiva muchos palestinos e israel¨ªes nos escuchar¨¢n
Eldar se queda deshecho ante la declaraci¨®n y detiene la filmaci¨®n del reportaje. Pero no estamos ante una pel¨ªcula de propaganda israel¨ª. El drama del rescate del ni?o palestino en un hospital de Israel se yuxtapone con las represalias que el Estado hebreo lleva a cabo por el lanzamiento de proyectiles desde Gaza, que matan a familias palestinas enteras.
En plena realizaci¨®n del reportaje, el Ej¨¦rcito convoca a Raz Somech, el especialista que trata a Mohammed como si fuera su propio hijo, para que cumpla con sus obligaciones de reservista en Gaza. La carrera que israel¨ªes y palestinos realizan para salvar una vida se inserta en el proceso de mutuo y rutinario aplastamiento al que ambas comunidades se someten.
"Para m¨ª est¨¢ claro que la guerra en Gaza estaba justificada, ning¨²n pa¨ªs puede permitir que le disparen con misiles Qassam, pero no vi a mucha gente apenada por la p¨¦rdida de vidas que sufr¨ªan los palestinos", declar¨® Eldar al peri¨®dico israel¨ª Haaretz. "Como todos est¨¢bamos furiosos con Ham¨¢s, lo ¨²nico que quer¨ªa la opini¨®n p¨²blica israel¨ª era lanzar improperios a Gaza...".
"Hasta que no ocurri¨® el episodio del doctor Abu al Aish, el m¨¦dico de Gaza con el que habl¨¦ en directo en la televisi¨®n, cuando ¨¦l gritaba de dolor y de miedo, inmediatamente despu¨¦s de que un ob¨²s impactara contra su casa, matando a sus hijas, no descubr¨ª a la mayor¨ªa silenciosa que siente compasi¨®n, tambi¨¦n por los palestinos. Descubr¨ª quemuchos espectadores israel¨ªes sent¨ªan lo mismo que yo". De manera que Eldar termin¨® el reportaje dedicado a mostrar c¨®mo se hab¨ªa salvado la vida de Mohammed en Israel.
La crudeza de su cr¨®nica refleja el Oriente Pr¨®ximo que yo conozco, lleno de una sorprendente compasi¨®n, incluso entre enemigos, y de una pasmosa crueldad, incluso entre vecinos. Escribo esto ahora porque en el aire se percibe algo nauseabundo. Es la tendencia, tanto deliberada como involuntaria, de deslegitimar a Israel, de convertirlo en un Estado proscrito, sobre todo despu¨¦s de la guerra de Gaza. Se escucha al director Oliver Stone decir insensateces como que Hitler mat¨® a m¨¢s rusos que jud¨ªos, pero que estos recibieron toda la atenci¨®n porque dominan los medios y sus grupos de presi¨®n controlan Washington. Se escucha al primer ministro brit¨¢nico calificar Gaza de enorme "campo de prisioneros" israel¨ª, mientras su colega turco le dice al presidente israel¨ª: "Cuando se trata de matar, vosotros sab¨¦is muy bien c¨®mo hacerlo". Tambi¨¦n se ve a cantantes cancelar conciertos en Tel Aviv.
Si uno acabara de llegar de Marte, podr¨ªa pensar que Israel es el ¨²nico pa¨ªs que ha matado civiles en una guerra, y que no lo han hecho Ham¨¢s ni Hezbol¨¢ ni Turqu¨ªa ni Ir¨¢n ni Siria ni Estados Unidos.
No estoy aqu¨ª para defender el mal comportamiento de Israel. M¨¢s bien para lo contrario. Hace tiempo que he se?alado que las colonias israel¨ªes en Cisjordania son suicidas para la democracia jud¨ªa israel¨ª. Los amigos de Israel nunca insistir¨¢n lo suficiente en este punto ni con suficiente claridad.
Pero hay dos tipos de cr¨ªtica. La constructiva comienza por dejar claro que "yo s¨¦ en qu¨¦ mundo viv¨ªs". Yo s¨¦ que Oriente Pr¨®ximo es un lugar en el que los sun¨ªes masacran a los chi¨ªes en Irak, que Ir¨¢n mata a sus propios votantes, que supuestamente Siria acab¨® con la vida del primer ministro del pa¨ªs vecino, que Turqu¨ªa machaca a los kurdos y que Ham¨¢s realiza bombardeos indiscriminados, neg¨¢ndose a reconocer al Estado de Israel.
Todo eso lo s¨¦. Pero el comportamiento de Israel, en ocasiones, solo empeora las cosas, para los palestinos y para los israel¨ªes.
Si a los israel¨ªes les haces ver que comprendes el mundo en el que viven, y despu¨¦s los criticas, ellos te escuchar¨¢n.
La cr¨ªtica destructiva bloquea los o¨ªdos de los israel¨ªes. Les dice que ning¨²n contexto puede explicar su comportamiento, que la singularidad de sus errores es tal que eclipsa todos los dem¨¢s. Los cr¨ªticos destructivos se limitan a decir que Gaza es una c¨¢rcel israel¨ª, sin llegar nunca a mencionar que, si despu¨¦s de la retirada unilateral de Israel de la franja, Ham¨¢s hubiera decidido convertirla m¨¢s en Dubai que en Teher¨¢n, Israel tambi¨¦n se habr¨ªa comportado de otra manera. La cr¨ªtica destructiva solo fomenta que los sectores israel¨ªes m¨¢s destructivos puedan se?alar que poco importa lo que haga Israel, as¨ª que ?para qu¨¦ cambiar?
?Qu¨¦ tal si todos respiramos hondo, ponemos una copia de Una valiosa vida en nuestro reproductor de DVD y vemos ese reportaje sobre el Oriente Pr¨®ximo real?
Si despu¨¦s seguimos queriendo ser cr¨ªticos (y es mi caso), se¨¢moslo de manera constructiva. Muchos m¨¢s israel¨ªes y palestinos nos escuchar¨¢n.
Thomas L. Friedman, dos veces ganador del Premio Pulitzer, es columnista del diario The New York Times. Traducci¨®n de Jes¨²s Cu¨¦llar Menezo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.