Entre el ideal y el esc¨¢ndalo

La figura y la obra de Juergen Teller ejemplifican perfectamente el largo combate que a lo largo de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas ha mantenido la fotograf¨ªa de moda contra sus propios l¨ªmites. En este combate no se trataba solo de la necesidad de romper barreras y estilos, de ir m¨¢s all¨¢ de una serie de convenciones, sino tambi¨¦n de construir y conseguir definitivamente un di¨¢logo equilibrado con la esfera del arte. Hay que reconocer que, en la mayor parte de los casos, la estrategia m¨¢s efectiva en este proceso de apertura y ampliaci¨®n de la fotograf¨ªa de moda ha consistido sobre todo en su capacidad para la invenci¨®n, la sorpresa, la originalidad, la radicalidad (real o aparente) y, muy a menudo, el esc¨¢ndalo. Algo de todo ello podemos encontrar en la primera exposici¨®n individual que se dedica en nuestro pa¨ªs al trabajo de Teller. Se trata de una propuesta extensa y suficientemente representativa de sus intereses y aportaciones, que sin embargo presenta un punto d¨¦bil en la excesiva rigidez de su estructura. La presentaci¨®n de su obra sigue un gui¨®n demasiado literal y estrictamente ordenado por series fotogr¨¢ficas y tem¨¢ticas, una decisi¨®n que pone un cors¨¦ demasiado pesado sobre una obra entre cuyos valores se encuentra precisamente su fluidez y su capacidad para mezclar g¨¦neros y referencias.

El n¨²cleo central de la muestra est¨¢ constituido por dos series. Ed en Jap¨®n, dedicada a su hijo, en la que puede percibirse la frecuente inclinaci¨®n de Teller hacia la utilizaci¨®n del recurso del diario fotogr¨¢fico, y la serie Paradise, donde en un juego asociativo entre cuerpo, modelo y representaci¨®n quiz¨¢ demasiado evidente, la actriz Charlotte Rampling y la modelo Raquel Zimmermann posan en diferentes salas del Louvre. Se expone tambi¨¦n el resultado de la prolongada colaboraci¨®n entre el fot¨®grafo y la firma Marc Jacobs, y el que probablemente sea uno de los trabajos que mejor muestran la faceta provocadoramente narcisista de Teller, la serie Louis XV, en la que se autorretrata en el lujoso interior de una suite de hotel junto a Charlotte Rampling. Pero es en las im¨¢genes que completan la exposici¨®n donde se encuentra el perfil m¨¢s interesante de su trabajo. Se trata de fotograf¨ªas que dibujan un territorio que entra y sale de la esfera de la moda, y que en cierta medida transitan por lo que podr¨ªamos denominar una cierta periferia de dicho mundo. En este terreno destaca la serie Go-Sees, uno de sus trabajos m¨¢s rotundos y conseguidos. A trav¨¦s de un conjunto de retratos de j¨®venes modelos realizados a la entrada de su estudio en Londres, Teller ofrece una descripci¨®n, tan emotiva como descarnada, de un universo forjado en una explosiva mezcla de idealizaci¨®n y aspiraci¨®n.