CATORCE
Estoy en mi chabolo, como un sapo en su terrario, pero un sapo existente, menos mal. Cada poco me toco los brazos y las piernas o voy al cuarto de ba?o y me miro en el espejo. Por primera vez me mola mazo esta habitaci¨®n, me molan sus paredes forradas de papel selv¨¢tico, me mola el puto pez de colores, me mola mi cuerpo... Oigo caer una mu?eca por el tubo de ventilaci¨®n con aspiraciones a patio interior y me parece que todo ha vuelto felizmente a la normalidad, una normalidad de mierda si t¨² quieres, pero que me pertenece, que es m¨ªa porque la he armado yo como se construye una frase. A medida que el miedo se retira, olvido mi arrepentimiento anterior. La puta pizza de carne pasada, razono, me sent¨® mal, y en medio del mareo, obsesionado por el tema de la invisibilidad, me atac¨® el delirio de haber desaparecido. Ahora todo est¨¢ en orden, no volver¨¢ a ocurrir, aunque aprovechar¨¦ la experiencia para el relato sobre el hombre invisible.
Para calmar los nervios doy de comer al pez, hablo un rato con ¨¦l, enciendo el ordenata, lo apago...
El cague, con todo, permanece. Racionalmente s¨¦ que no puedo haberme vuelto invisible, pero irracionalmente s¨¦ que me he vuelto invisible (soy un experto en cosas que ocurren y no ocurren a la vez). Para calmar los nervios, doy de comer al pez, hablo un rato con ¨¦l, enciendo el ordenata, lo apago, lo vuelvo a encender, lo vuelvo a apagar, intento hacerme una paja que no sale ni a tiros... Entonces reparo en el sonido de la tele y me acerco al sal¨®n en busca de calor humano, que dicen. La patrona y la dominicana, que se han hecho ¨ªntimas, est¨¢n viendo una peli y compartiendo un porro. Me lo rutan, y digo que no, como siempre. Este no lo necesita, afirma la patrona, como si yo fuera un pirado. Luego, a prop¨®sito de algo que sucede en la peli, dice a la dominicana: a m¨ª me fue mal en la vida hasta que dej¨¦ de comportarme como si me debieran algo. Pienso que tambi¨¦n yo act¨²o de ese modo. Pero es que a m¨ª s¨ª me deben algo, joder. A m¨ª s¨ª me deben algo, digo en voz alta. ?Est¨¢s seguro?, pregunta la patrona. M¨¢s que seguro, digo yo. Entonces, dice ella, est¨¢s jodido. ?Jodido en qu¨¦ sentido?, pregunto yo. Jodido en el sentido de loco, remata la muy hija de puta.
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