El acto de fe de Lorenzo

Marcos tiene cinco a?os y es feliz cuando se sube a su moto en la escuela de pilotaje Lorenzo Competici¨®n, que dirige Chicho Lorenzo, el padre de Jorge, a las afueras de Palma de Mallorca. Es una tarde cualquiera del mes de mayo y el entrenamiento incluye unos giros extra: "Marcos, ?hacemos unas derrapadas?", le pregunta Chicho. "?S¨ª!", responde el enano. "Saca la manguera", ordena Chicho a uno de sus ayudantes. Y entre ambos, con una manguera y un cubo, empapan la pista. Un pu?ado de cr¨ªos espera entusiasmado. A continuaci¨®n, empiezan las derrapadas; o lo que es lo mismo, las ca¨ªdas, las salidas de pista. Con su estatura es casi imposible hacerse da?o, pero as¨ª pierden el miedo al asfalto mojado.

"Yo nunca me entren¨¦ de peque?o en un circuito mojado, s¨®lo en asfalto y en tierra", cuenta Jorge Lorenzo. Consciente de que su pilotaje no era tan brillante en mojado como lo es en seco, tambi¨¦n se ha dedicado a entrenarse especialmente en lluvia esta pretemporada. "No me sent¨ªa seguro porque siempre que quise ir r¨¢pido en lluvia me ca¨ª", explicaba a principio de curso. Y aunque se niega a explicar c¨®mo ha trabajado para ser m¨¢s r¨¢pido en agua -"son secretos"-, reconoce su progresi¨®n: "Es una cuesti¨®n de actitud y de confianza. S¨®lo he dado un pasito al frente. No soy el mejor en agua. Fui el m¨¢s r¨¢pido el a?o pasado en Le Mans; en cambio, en Sepang, Stoner nos sacaba tres segundos en cada vuelta". Su jefe de mec¨¢nicos, Ram¨®n Forcada, confirma la mejora: "En Le Mans cuando entr¨® al taller para cambiar los neum¨¢ticos de mojado por unos de seco le sacaba 49 segundos al segundo". Una barbaridad. Termin¨® primero, con m¨¢s de 17 segundos sobre Melandri. "El agua ya no es un problema", insiste Forcada, que se ha pasado el fin de semana consultando las previsiones meteorol¨®gicas: hay muchas probabilidades de que llueva hoy en Brno, aunque puede levantar a mediod¨ªa.

"En agua vas con m¨¢s cuidado porque sabes que, a la m¨ªnima que cometas un error, no podr¨¢s salvar la ca¨ªda. El secreto es rodar sin miedo a caer en cada curva, porque si es as¨ª, no eres r¨¢pido: frenas antes de tiempo y abres el gas m¨¢s tarde a la salida de cada giro", explica el piloto. "Los neum¨¢ticos de lluvia tienen buen agarre, pero termina siendo un acto de fe porque resulta muy dif¨ªcil notar d¨®nde est¨¢ el l¨ªmite. En seco el neum¨¢tico avisa, derrapa", a?ade Forcada. En agua no hay segundas oportunidades, como tampoco la tuvo ayer Lorenzo, que se cay¨® a falta de casi tres minutos para el final de la sesi¨®n, como tambi¨¦n le ocurri¨® a Rossi.