El tabaco de liar seduce al fumador
Las empresas del sector y el fisco pierden ingresos por culpa de la nueva moda
En Europa el tabaco de liar es desde hace a?os un recurso habitual entre los fumadores menos pudientes o m¨¢s ahorradores. En Espa?a, un pa¨ªs habituado a precios m¨¢s bajos que los de la UE, era solo cuesti¨®n de tiempo que los consumidores empezaran a buscar tambi¨¦n el modo de rebajar su gasto en humo. Lo est¨¢n haciendo con el tabaco de liar, una tendencia que se ha visto acelerada de resultas de la crisis y que ha cogido casi por sorpresa a tabaqueras y Gobierno, a los que no les viene nada bien el recorte de ingresos que trae consigo esta nueva pasi¨®n por el MYO (make your own) o, lo que es lo mismo, h¨¢ztelo t¨² mismo: un tabaco que, seg¨²n se?alan en Philip Morris, "ha dejado de ser en dos a?os un producto que se vend¨ªa a turistas a tener un p¨²blico local".
La mayor¨ªa de las marcas a la venta pertenecen ya a los grandes grupos
Las compa?¨ªas y el Gobierno quieren acercar el precio al de la cajetilla
Entre 2004 y 2009, la venta de este producto casi se ha triplicado
En Alemania representa la cuarta parte del mercado de cigarrillos
Es todo un movimiento nacido de abajo. A diferencia de otras industrias (transporte a¨¦reo, supermercados...), donde el bajo coste lo promovieron empresas del sector, en el tabaco, controlado por cuatro grupos, el fen¨®meno ha venido de la iniciativa de los propios consumidores, que encontraron en un art¨ªculo casi olvidado el medio de seguir fumando a mitad de precio. O menos. Mientras que una cajetilla oscila entre los 3 y 4 euros, las bolsas de tabaco de liar de 20 gramos salen por 1,6 euros. Teniendo en cuenta que con cada 0,75 gramos se l¨ªa un cigarrillo, este viene a costar 6 o 7 c¨¦ntimos (8 si sumamos el papel y el filtro): muy barato frente a los 17 c¨¦ntimos de un pitillo convencional, y lo suficiente como para que los muy fumadores (dos paquetes al d¨ªa) se puedan ahorrar unos 100 euros mensuales.
Entre 2004 y 2009, la venta de tabaco de liar en Espa?a ha pasado de los 144 a los 395 millones de euros, casi el triple. Y, pese a que en valor representa solo el 3,6% del mercado, en volumen es ya al 8,4%. Y podr¨ªa ir a m¨¢s: en Europa, donde es la principal fuente de crecimiento para las tabaqueras, alcanza cuotas elevadas en algunos pa¨ªses. En Alemania copa el 25,2% del mercado total de cigarrillos y en la Rep¨²blica Checa, el 20%. Tambi¨¦n en el Reino Unido y en Polonia alcanza cifras elevadas. No se olvide que esta afici¨®n, muy extendida entre los j¨®venes, no solo tiene causas econ¨®micas. Se ha convertido en una cultura. Para sus partidarios, el tabaco de liar no solo sabe mejor sino que su enrolle es como un rito, un esfuerzo que lleva a fumar menos.
?Cu¨¢l ha sido la reacci¨®n de las tabaqueras a la tendencia? Pues que al margen de que hubiesen preferido que el consumidor siguiera optando por la cajetilla, no les ha quedado m¨¢s remedio que posicionarse en el nuevo segmento, dominado hasta hace poco por marcas locales. "Tenemos la obligaci¨®n de estar en los segmentos que el p¨²blico demanda", explican en Altadis
. Pero la realidad es que les cost¨® entrar. "No quer¨ªan", apunta Manuel Fern¨¢ndez Vicario, presidente de la Uni¨®n de Estanqueros, "porque deja menos margen que la cajetilla".
Con el fin de asegurarse la mejor posici¨®n y neutralizar las marcas tradicionales, los grandes grupos han ido aumentando sus referencias en tabaco de liar: en cualquier estanco la mayor parte de las m¨¢s de 60 marcas disponibles son ya de los grandes grupos. Altadis rompi¨® el fuego en Espa?a en 2006, con su Fortuna para liar, y tres a?os despu¨¦s le segu¨ªa Philip Morris, con Chesterfield Roll Your Own. "Solo entramos cuando vimos que el segmento crec¨ªa lo suficiente para ser una oportunidad de negocio", dice un portavoz. Esta empresa comercializa ahora Chesterfield, L&M, Interval o Picadura; BAT lo hace con Pall Mall, Lucky Strike, Samson o Cutter Choice, y Altadis (Imperial), con Golden Virginia, Fortuna, Ducados, Drum u Or¨ªgenes. Para algunas, este tabaco empieza ya a contar. "En BAT es ya el 7,8% de las ventas", dice un portavoz.
Aun as¨ª, las multinacionales no han logrado desplazar totalmente de los primeros puestos a marcas como Pueblo o Domingo. Aun cuando Golden Virginia (Altadis/Imperial) es el m¨¢s vendido y siete de las primeras diez son de las cuatro grandes tabaqueras, Pueblo y Domingo ocupan la segunda y tercera posici¨®n, con el 20% del mercado.
Tabaqueras y gobiernos quieren controlar el fen¨®meno y tratan de ir subiendo su precio para reducir la diferencia con la cajetilla. "En junio del 2009", explica Fern¨¢ndez Vicario, "el Gobierno impuso el impuesto m¨ªnimo de 50 euros por kilo al tabaco de liar". Algo que, dice, "se hizo para nivelar la recaudaci¨®n que se les iba de las cajetillas. Pero a¨²n queda mucha diferencia hasta los 90 euros del tabaco normal".
Esa subida se ver¨¢ seguida de otras. El Estado, dice Fern¨¢ndez Vicario, "no va a permitir que baje la recaudaci¨®n, sobre todo cuando las autonom¨ªas se llevan el 54% del impuesto especial sobre el tabaco". Tambi¨¦n las tabaqueras y los estanqueros quieren m¨¢s impuestos sobre el tabaco de liar para reducir la diferencia y acabar con el goteo hacia el segmento. "Desde nuestro punto de vista", asumen en Philip Morris, "no deber¨ªa existir esa diferencia en la fiscalidad". De momento, este ya no es tan barato. Un paquete de 30 gramos de Pueblo, ahora en 2,85 euros, costaba 1,45 hace tres a?os. Lo que quiz¨¢ explique que este a?o haya bajado, por primera vez, un 17,6%.
Aun as¨ª y pese al fuerte crecimiento, este producto low cost apenas le ha ara?ado la cuenta de p¨¦rdidas y ganancias de las grandes tabaqueras en Espa?a. Pese a una ca¨ªda del consumo de cigarrillos (en cajetillas) entre el primer semestre de 2009 y de 2010 del 9,4%, los ingresos del segmento crecieron de 5.436 a 5.816 millones, un 7% m¨¢s. Queda la inc¨®gnita de lo que pasar¨¢ en el futuro. Si llegaremos a niveles europeos en tabaco de liar o volveremos todos a lo de antes. "Yo creo que al final", dice una fuente de los estanqueros, "el tabaco de liar acabar¨¢ costando igual que el otro y la gente volver¨¢ a lo c¨®modo".
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