La bancarrota de Sarah Ferguson

Aunque los desvelos financieros no lograran privar a Sarah Ferguson de unas lujosas vacaciones en el sur de Espa?a, la propia duquesa de York ha confesado que a su regreso dif¨ªcilmente podr¨¢ soslayar declararse en bancarrota. Los asesores del palacio de Buckingham siguen presionando a la antigua nuera de Isabel II para que d¨¦ ese paso como ¨²nico modo de afrontar unas deudas que la prensa brit¨¢nica estima en 6 millones de euros. Y ello a riesgo de "avergonzar a la reina y al pr¨ªncipe Andr¨¦s", el padre de sus dos hijas y de quien lleva un lustro divorciada.

Sarah es conocida por su afici¨®n a la ropa de marca, las fiestas de la gente guapa y un car¨¢cter manirroto, pero una exclusiva de The Times nos brinda el retrato de una empresaria de ¨¦xito que acab¨® topando con los socios equivocados. El origen de sus problemas est¨¢ en el colapso de la empresa que cre¨® para convertirse ella misma en una marca, Hartmoor, habida cuenta de los ping?es beneficios obtenidos promocionando dietas, escribiendo libros infantiles y produciendo pel¨ªculas. La compa?¨ªa se convirti¨® en depositaria de los derechos para utilizar el nombre de Sarah en varios productos y actividades, pero las ambiciones de sus socios apuntaron tan alto que los gastos de gesti¨®n acabaron superando a los ingresos. El colapso de la firma se traduce en unas p¨¦rdidas de 3,9 millones de euros, mientras los intereses de la deuda siguen acumul¨¢ndose. Y los acreedores se han echado encima de la ex nuera de una de las mujeres m¨¢s ricas del planeta. Quien no parece dispuesta a acudir en su rescate.