Un guardia civil muere tiroteado por unos ladrones

No hac¨ªa ni cuatro meses que Miguel Pi?eiro hab¨ªa sido padre de una ni?a. En la noche del lunes al martes le toc¨® a su mujer hacer guardia con el beb¨¦, porque ¨¦l deb¨ªa realizarla junto al cabo Alfonso Riveiro por la zona de Covelo (Pontevedra), el t¨ªpico sitio donde nunca pasa nada. Esta vez s¨ª ocurri¨®. Pasadas las seis y media de la madrugada les llamaron de la comandancia de Tui. Se hab¨ªa activado la alarma muda de una c¨¦ntrica oficina de Caixa Galicia en A Ca?iza, a unos 50 kil¨®metros de Vigo. Ellos eran la patrulla m¨¢s pr¨®xima. Tal vez solo fuera un animal suelto o un empleado que hab¨ªa adelantado su hora de entrada. Fueron para all¨¢, y se encontraron con una banda de atracadores que estaban perforando un butr¨®n desde un local anexo. Miguel Pi?eiro entr¨® delante. Los asaltantes, gente de gatillo f¨¢cil, le recibieron a balazos. Muri¨® al instante.

Miguel Jorge Lorenzo Pi?eiro naci¨® hace 38 a?os en Vigo, pero ¨¦l, su mujer y sus tres peque?os llevaban cuatro viviendo en Covelo, a unos 20 kil¨®metros de donde acabar¨ªa encontrando la muerte. Eran muy conocidos en el pueblo. Su viuda es una destacada directiva de la asociaci¨®n de padres de alumnos del colegio al que acuden los dos mayores, y al guardia civil era f¨¢cil encontr¨¢rselo en la piscina p¨²blica a cargo de su prole. Su muerte conmocion¨® esta localidad de 3.500 habitantes en la que nadie es un desconocido.

Para su compa?ero, Alfonso Rivero, el 17 de agosto ser¨¢ para siempre el d¨ªa en el que naci¨® de nuevo. En realidad, lo hizo hace 32 a?os tambi¨¦n en Vigo, pero llevaba solo unos meses viviendo en Covelo. No hab¨ªa pasado ni media hora desde que se encendiera la alarma cuando se adentr¨® con su linterna junto a su compa?ero en las tinieblas de aquel bajo en obras. Pi?eira recibi¨® cinco balazos. ?l se abalanz¨® sobre el agresor, que en el forcejeo apret¨® la culata contra el hombro del cabo y apret¨® el gatillo. Los proyectiles le ara?aron cuello y nuca, pero solo le causaron heridas leves. Se recupera en un hospital de Vigo.

No eran unos atracadores cualesquiera. Formaban parte de una banda organizada que ya hab¨ªa protagonizado robos violentos. Lo hab¨ªan pagado en la c¨¢rcel, pero en su hoja de antecedentes no figuraban delitos de sangre. Enfundados en monos de trabajo y protegidos con cascos, llevaban un rato picando la delgada pared que separaba el local en alquiler de la sucursal de la caja de ahorros cuando les sorprendieron los guardias civiles. J. V. C., de 41 a?os y natural de Vigo, autor de los disparos contra Riveiro y presunto responsable de la muerte de Pi?eiro, trat¨® de huir, pero el cabo y un vecino lograron reducirlo. Once horas despu¨¦s, la Guardia Civil deten¨ªa a J. A. M. M., natural de A Coru?a y de 36 a?os, considerado el cabecilla de esta banda viguesa que operaba en toda la comunidad aut¨®noma. Fue localizado en la parroquia de Bugari?a, a siete kil¨®metros del centro de A Ca?iza, adonde hab¨ªa logrado huir a pie.