'Manteros' m¨¢s agresivos y con productos de mejor calidad

?C¨®mo debe gestionarse el top manta? ?Hay que perseguir sin cuartel a los vendedores ambulantes o darles cuartelillo, como han hecho los alcaldes de El Vendrell y Calafell (Baix Pened¨¨s)? A la espera de que la reuni¨®n convocada por la Generalitat para la pr¨®xima semana aclare el panorama, en Cambrils ya se han hecho esas preguntas. Y, aunque no tienen la varita m¨¢gica, han dado con respuestas. La polic¨ªa local ha elaborado un detallado estudio que, por primera vez, disecciona la realidad de los manteros.

"Nos sorprendi¨® que nadie hubiese abordado antes el tema", afirma el jefe en funciones de la polic¨ªa municipal, Josep Mu?oz. El estudio, de unos 40 folios, se remitir¨¢ al Gobierno catal¨¢n y al Ministerio del Interior. Una de las conclusiones es que el abordaje policial es insuficiente para un fen¨®meno que, adem¨¢s, se ha robustecido y ha mutado la piel en el ¨²ltimo lustro.

El informe constata dos procesos paralelos: la enorme disponibilidad de mercanc¨ªa -que llega desde Asia a trav¨¦s del puerto de Barcelona- y la mejora en la calidad de los productos que se ofertan, lo que supone un perjuicio a¨²n mayor para el peque?o comercio de Cambrils. "Uno puede comprar pel¨ªculas de mala calidad por tres euros. Pero, si paga un poco m¨¢s, tambi¨¦n puede adquirir DVD en formato de alta calidad, que no est¨¢n ni en Internet. Los bolsos, que son el producto estrella, cada a?o se superan en calidad. Y en polos de marcas como La Martina, solo hemos detectado diferencias en los botones", ejemplifica Mu?oz.

El jefe policial admite las limitaciones del estudio, centrado en la ¨¦poca de m¨¢s afluencia de turistas y, por ende, de compradores y manteros, en la zona de Cambrils. Pero argumenta que los resultados son extrapolables, ya que el top manta es un fen¨®meno global. Sus autores han charlado con los vendedores y han obtenido pistas relevantes.

Hace unos a?os, la mayor¨ªa de manteros subsaharianos que se dejaban caer por el litoral de Salou y Cambrils pertenec¨ªan a etnias senegalesas acostumbradas al comercio y con una tradici¨®n de respeto a la autoridad. ?ltimamente, sin embargo, se han incorporado hombres j¨®venes de otras regiones del sur de Senegal, adem¨¢s de Guinea-Bissau, Sierra Leona y Ghana. El informe apunta que los nuevos, que en ocasiones proceden de zonas en conflicto, se comportan de forma m¨¢s agresiva con los polic¨ªas.

"Llevamos dos a?os avisando de que nos encontramos con gente violenta que incluso nos ha arrojado piedras desde la v¨ªa del tren", asegura Mu?oz, que advierte de los efectos colaterales. As¨ª, cuando los agentes se asoman por el paseo mar¨ªtimo, los vendedores salen en estampida y originan accidentes. "Hemos tenido ni?os, ancianos y ciclistas heridos graves tras ser arrollados, porque los manteros no miran por d¨®nde van".El estudio revela que un mantero puede ganar, de media, 140 euros diarios durante el mes de julio. De esas ganancias debe descontar la compra de material y el alojamiento. Los reci¨¦n llegados intentan ganar lo m¨¢ximo para enviar dinero a su pa¨ªs y, cuando no alcanzan lo deseado, "se ponen nerviosos y nos atacan". No prev¨¦n, por ejemplo, que la polic¨ªa les puede requisar el material.

Las agresiones a los agentes y las estampidas que dejan ciudadanos heridos han hecho a la Polic¨ªa Local replantearse su manera de actuar. El acoso a los manteros contin¨²a: no hay tolerancia. Pero ya no se trata tanto de salir corriendo detr¨¢s de j¨®venes subsaharianos como de insistir en la prevenci¨®n. La polic¨ªa ha impulsado una campa?a, Game Over, dirigida a los compradores. El cartel luce el s¨ªmbolo del comecocos para indicar la fagocitaci¨®n del comercio local.

"Esto es un binomio: no hay vendedor sin comprador. Hemos de dar a entender a la gente que si compra en el top manta no ayuda a un inmigrante, sino que favorece a las mafias que se lucran con este negocio", indica el jefe policial. El estudio refleja que los manteros son el ¨²ltimo eslab¨®n de una cadena cuyos m¨¢ximos beneficiarios est¨¢n en lugares tan distantes como Hong Kong y Shanghai.

Por si la prevenci¨®n no funciona, la ordenanza municipal de civismo prev¨¦ sanciones por la venta ambulante ilegal, que son m¨¢s severas para los compradores (300 euros) que para los manteros (entre 100 y los 200 euros). Mu?oz dice que ya se ha levantado alguna que otra acta a clientes de la manta, pero dice que prefieren avisar antes que sancionar. "Para la gente es una medida muy nueva y por eso, cuando les decimos que la compra est¨¢ castigada, se quedan sorprendidos. Piensan que solo est¨¢n ayudando a un inmigrante sin recursos".

La percepci¨®n sobre el top manta tambi¨¦n ha cambiado, seg¨²n el estudio. Las muestras de solidaridad con estos j¨®venes, que ven en la venta ambulante su ¨²nico medio de salir adelante, siguen siendo habituales. Pero la imagen se deteriora a medida que se suceden episodios violentos y que se sufren molestias por la ocupaci¨®n intensiva del espacio p¨²blico.

Seg¨²n el informe, en las primeras horas de la ma?ana hay una veintena de manteros en Cambrils. La cifra se eleva a 47 por la tarde, a 76 a primera hora de la noche y a 120, en algunos casos, despu¨¦s de cenar. "A esa hora empiezan a salir por todos lados y ah¨ª es donde nos desbordan", admite Mu?oz, quien asegura que el top manta se come buena parte de los recursos del cuerpo policial en verano.

"Hay muchos vendedores y mucho producto, y la competencia desleal al comercio es grande. Quiz¨¢ las aduanas deber¨ªan vigilar m¨¢s lo que entra en el pa¨ªs", zanja Mu?oz. El estudio indica que, al menos en Cambrils, el fen¨®meno del top manta crece a?o tras a?o y reclaman que se aborde de forma global.