Un Lope apasionado y pendenciero
Esta es la historia de alguien hambriento, alguien que quiere darle un buen mordisco al mundo. Detr¨¢s de todos los genios que han escrito su nombre a fuego en las p¨¢ginas de la historia hay j¨®venes ambiciosos, tenaces, tratando de sobresalir en aquella actividad que aman y en la que, de alguna manera, se intuyen superiores al resto. F¨¦lix Lope de Vega y Carpio (1562-1635) es uno de estos genios universales. M¨¢s de 1.500 obras dram¨¢ticas, m¨¢s de 3.000 poemas: su producci¨®n literaria es ingente, lo que lo llev¨® a ser conocido como El F¨¦nix de los Ingenios. Sin ir m¨¢s lejos, su coet¨¢neo (y vecino) Cervantes lo describi¨® como un "monstruo de la naturaleza". Pero antes del Lope de Vega de los libros de texto, de Fuenteovejuna, de El perro del hortelano o de tantas otras obras cl¨¢sicas y sonetos, hubo un joven apasionado, pendenciero, algo asilvestrado, que trataba de abrirse camino en el dif¨ªcil Madrid del Siglo de Oro. Era Lope, a secas, y esa es la parte de la vida del gran literato de la que trata esta pel¨ªcula.
"Quer¨ªamos hacer una pel¨ªcula de ¨¦poca, pero a la vez moderna, sobre todo en la interpretaci¨®n", dice el director, Andrucha Waddington
El actor Alberto Ammann lleva una trayectoria mete¨®rica: dos pel¨ªculas, dos protagonistas
"Estamos ante una historia universal que puede interesar a cualquiera persona en cualquier ¨¦poca"
Lope, que se estrena el pr¨®ximo 3 de septiembre, es una coproducci¨®n hispanobrasile?a de 13 millones de euros. Andrucha Waddington, su director, ha dado el salto desde Brasil, donde trabaj¨® en cine y publicidad, para reclutar a parte de lo m¨¢s granado del cine espa?ol: Leonor Watling, Pilar L¨®pez de Ayala, Luis Tosar, Antonio de la Torre, Juan Diego, entre otros. Y como protagonista, como joven Lope, el actor argentino Alberto Ammann, ¨²ltimo Goya al actor revelaci¨®n por Celda 211. "Lo m¨¢s importante para m¨ª son los actores", explica Waddington, "de nada sirve tener una fotograf¨ªa espectacular, un arte espectacular, si no funcionan los actores. Todo tiene que estar a su servicio. Si eso sucede, tienes una buena pel¨ªcula".
El director advierte de que esto no es una obra hist¨®rica literal: "La juventud de Lope es una fase de su historia conocida, pero en la que hay muchos huecos. As¨ª que hemos hecho una versi¨®n libremente inspirada en esta etapa, no es un documental ni un biopic". "Quer¨ªamos", contin¨²a, "hacer una pel¨ªcula de ¨¦poca, pero a la vez moderna, sobre todo en la interpretaci¨®n. Trabaj¨¦ durante ocho semanas en esto con los actores. Los veo algo impostados en las pel¨ªculas de ¨¦poca espa?olas. Distancian al espectador. En la clase social de Lope, media baja, yo creo que se hablaba de otra manera, de forma m¨¢s normal". As¨ª el filme huye del lenguaje arcaizante.
La ciudad marroqu¨ª de Essaouira est¨¢ en la costa atl¨¢ntica del pa¨ªs, a unas tres horas en coche al sur de Marraquech circulando por carreteras precarias y pistas de tierra y piedras. El Pa¨ªs Semanal fue invitado a visitar el rodaje en esta ciudad repleta de tiendas de especias olorosas y mercados de pescado fresco, famosa entre los surfistas y por un festival anual de m¨²sica ¨¦tnica, y frecuentada en los sesenta por ilustres hippies como Jimmy Hendrix o cineastas como Orson Welles. En Essaouria se recrean algunos de los escenarios de la pel¨ªcula: el puerto de Lisboa y ciertas zonas del duro Madrid de la ¨¦poca. Paralelamente al rodaje, dos equipos de decorados trabajan incansables transformando la ciudad, seg¨²n nos muestra uno de los productores, Edmon Roch, ataviado con una chilaba con las que se mimetiza perfectamente en las calles atestadas de gente: los t¨¦cnicos quitan los cables el¨¦ctricos y los letreros luminosos, arreglan algunas paredes y cubren las calles de arena. "Encontramos que esto es m¨¢s el Madrid del siglo XVI que lo que encontramos en el propio Madrid actual. La torre del puerto adem¨¢s sirve para recrear el puerto de Lisboa. As¨ª que nos venimos aqu¨ª", explica Roch. "En el cine hist¨®rico, gran parte del peso lo lleva sobre sus espaldas el equipo de decoraci¨®n, vestuario? Queremos hacer una pel¨ªcula del siglo XVI, pero tambi¨¦n muy del siglo XXI. Tiene que ser cre¨ªble ahora".
En el coraz¨®n de la ciudad, la medina y el puerto, Andrucha Waddington dirige el rodaje. Intenso y decidido, da ¨®rdenes a unos y a otros con voz algo aguardentosa; este hombre tiene algo del ¨ªmpetu del joven Lope (y como veremos, no ser¨¢ el ¨²nico). Bajo el sol violento y un cielo azul impoluto contra el que se recorta el vuelo de las gaviotas se suceden los ?corten! y los ?acci¨®n!, mientras cientos de extras con armaduras forman filas impert¨¦rritos y una multitud de curiosos aguanta el calor aplastante. Huele a mar, huele a sal. A la hora del almuerzo charlamos con el protagonista, Alberto Ammann.
Su talento es la comidilla de los miembros del equipo: dos pel¨ªculas (esta y Celda 211), dos papeles protagonistas, una progresi¨®n mete¨®rica. El actor se sienta a la mesa hecho un asco: el Madrid del Siglo de Oro no destacaba precisamente por su higiene, as¨ª que Ammann se pasa bastante tiempo caracterizado con el pelo grasiento, la cara sucia, los dientes amarilleados; es otra de las dificultades de este rodaje, aparte del calor, las armaduras o la monta de caballo. En Lope han tratado de ser fieles al ambiente sucio de la ¨¦poca; de hecho, seg¨²n cuenta el equipo de vestuario, fue m¨¢s costoso estropear la ropa que confeccionarla. "Lope es un muchacho con aspiraciones e inquietudes, consciente de su talento, alguien que busca", dice Ammann mientras ataca los sencillos manjares marroqu¨ªes. "Sabe que el tiempo lo pondr¨¢ todo en su sitio, de alg¨²n modo cree en el destino".
Cuando se le pregunta, el actor pierde la mirada en el vac¨ªo, reflexiona en silencio, luego te dirige otra vez esa mirada abismal y contesta lentamente. Sorprende la seguridad que demuestra, aunque afirma sentir la presi¨®n de la responsabilidad: "Prefiero no pensarlo porque me vuelvo medio loco", bromea. En cierto modo, parece pose¨ªdo por el personaje: "La verdad es que me identifico mucho con ¨¦l", confiesa luego. He aqu¨ª otro joven Lope de Vega.
El filme arranca cuando el literato regresa de combatir en la batalla de Isla Terceira (en las Azores) y trata de abrirse camino en la capital. Es entonces cuando empieza a ganar algo de dinero con sus obras teatrales y poemas, con los que adem¨¢s alcanza cierta popularidad. Entretanto se forma una suerte de tri¨¢ngulo amoroso cuyos otros dos v¨¦rtices son dos mujeres diametralmente opuestas. Elena Osorio, interpretada por Pilar L¨®pez de Ayala, es la Filis de los poemas de Lope y la hija del empresario teatral Jer¨®nimo Vel¨¢zquez (Juan Diego). Es una mujer compleja: "Apasionada y cerebral, irracional y estratega, dura y suave, ambivalente, una mujer contradictoria", seg¨²n la describe L¨®pez de Ayala.
En el otro extremo tenemos a Isabel de Urbina, encarnada en Leonor Watling, bautizada con el anagrama Belisa en la obra l¨ªrica del autor. "Isabel fue la primera mujer de Lope. Ella es de clase alta y ¨¦l no, pero ella est¨¢ locamente enamorada. Es un personaje muy bonito, inocente, dulce: el puro amor", resume la actriz. As¨ª, entre una y otra va Lope, lleno de amor e ¨ªmpetu; por momentos parece un ser amoral o inconsciente, que no encuentra nada extra?o en amar a dos mujeres a la vez (y no estar loco). "Se habla de los tipos de amor a trav¨¦s de los personajes femeninos", explica L¨®pez de Ayala. "Elena es el amor pasional e Isabel es un amor m¨¢s reposado". Con estos mimbres se trenza la historia, a buen ritmo, aventurera, en exteriores luminosos, a veces casi quemados, e interiores muy oscuros propios de aquel Madrid, un fuerte contraste en el que algunos de los planos parecen sacados de un cuadro de Vermeer o Caravaggio. "La luz es uno de los elementos que permite comprender c¨®mo se viv¨ªa en el siglo XVI", dice el productor Edmon Roch. "Hab¨ªa ventanas muy peque?as, una fuente de luz que ahora realza la figura de los actores".
"Estamos ante una historia universal", recalca Waddington. "Algo que le puede interesar a cualquiera en cualquier ¨¦poca, porque todos los j¨®venes quieren encontrar su sitio y ser reconocidos". Y tambi¨¦n, c¨®mo no, ante una historia de amor, porque, como dicen los versos de F¨¦lix Lope de Vega que ponen broche final a la pel¨ªcula: "Desmayarse, atreverse, estar furioso / ¨¢spero, tierno, liberal, esquivo / alentado, mortal, difunto, vivo?/ leal, traidor, cobarde y animoso / (?) / esto es amor, quien lo prob¨®, lo sabe".?
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