La reforma sale del Senado sin tocar el despido y con m¨¢s control al parado
El PSOE saca adelante el proyecto de ley con la abstenci¨®n de PNV y CiU - Los desempleados tendr¨¢n un periodo de 30 d¨ªas para rechazar cursos
Si al paso de la reforma laboral por el Congreso el debate se centr¨® en el dcspido y sus causas, en el tr¨¢mite del Senado las discusiones se han centrado en c¨®mo aumentar el control sobre los parados. No es que la rescisi¨®n de contratos haya estado ausente de las enmiendas, pero el texto final ha quedado como sali¨® del Congreso (bastar¨¢ la previsi¨®n de p¨¦rdidas o la ca¨ªda de ingresos para despedir con motivos). En cambio, los parados notar¨¢n antes el aliento de los servicios p¨²blicos de empleo si rechazan cursos. Ha tenido que sufrir el PSOE para lograrlo. El Senado aprob¨® ayer la reforma laboral con los votos a favor de los socialistas (126). En contra vot¨® el PP (123). Se abstuvieron CiU (7) y PNV (4). La misma foto que en el Congreso recab¨® las cr¨ªticas de los sindicatos, que ven "m¨¢s necesaria que nunca" la huelga general del 29 de septiembre.
Los sindicatos dicen que ahora hay m¨¢s motivos para la huelga
El PNV logra que se aprueben cuatro enmiendas contra el voto socialista
CiU pelea por poner un punto y coma en lugar de una coma en el despido
El contrato de obra se prolongar¨¢ s¨®lo si el trabajador no cambia de funci¨®n
Tras la votaci¨®n de ayer de la comisi¨®n de Trabajo del Senado, que ten¨ªa competencia legislativa plena, se ve que los primeros damnificados son los parados. El periodo de gracia del que gozan ahora para aceptar cursos cuando empiezan a cobrar la prestaci¨®n se reducir¨¢ de 100 a 30 d¨ªas a petici¨®n del PSOE. A partir de entonces podr¨¢n ser sancionados. Para lograr la unanimidad en torno a esta iniciativa, los socialistas aceptaron una propuesta del PP que exige que los cursos que se ofrezcan al desempleado se adapten a su perfil.
M¨¢s evidente fue la debilidad del PSOE en la aprobaci¨®n de cuatro enmiendas del grupo que integran PNV y BNG, a las que vot¨® en contra. Conf¨ªan los socialistas en tumbarlas -con los grupos de izquierda- cuando la reforma laboral regrese al Congreso y se vote definitivamente el 9 de septiembre. Pero el texto del Senado suprime aspectos con los que el Gobierno quer¨ªa atajar la temporalidad y se pliega a las demandas de la patronal para perseguir el absentismo.
El resultado final provoc¨® la inmediata reacci¨®n de los sindicatos, a los que ya disgustaron cambios promovidos por la reforma como la generalizaci¨®n del contrato con 33 d¨ªas por despido, la precisi¨®n de las causas de despido objetivo (el m¨¢s barato, con 20 d¨ªas por a?o trabajado) que facilita esta v¨ªa a los empresarios, permitir un proceso m¨¢s ¨¢gil para adoptar medidas de flexibilidad interna (cambios de horarios, jornada, turnos, traslados o salarios) o abrir la intermediaci¨®n laboral a la iniciativa privada.
"Al igual que ocurri¨® en el Congreso, la votaci¨®n del Senado empeora el proyecto de ley", criticaron UGT y CC OO, "facilita a las empresas la extinci¨®n del contrato; no aborda la lucha contra la excesiva temporalidad; y dota de mayor poder discrecional al empresario en perjuicio de la negociaci¨®n colectiva".
Alguno de los cambios promovidos por el PNV abundan en lo que critican los sindicatos. La reforma fij¨® un l¨ªmite de tres a?os para los contratos de obra o servicio. Si se superaba este periodo en la empresa, el trabajador pasaba a ser fijo. Tras la votaci¨®n de ayer es necesario que el empleado haya "realizado id¨¦ntica actividad y en el mismo puesto de trabajo". La novedad facilita que un simple cambio de puesto de trabajo ponga el contador a cero. El otro cambio significativo ata?e al absentismo. Ahora la ausencia justificada al trabajo entre un 20% y un 25% de los d¨ªas h¨¢biles es causa de despido objetivo si la media de ausencias de la plantilla supera el 5%. El Congreso rebaj¨® este ¨²ltimo requisito al 2,5%. El Senado lo ha eliminado.
Menos suerte que el PNV tuvo CiU. Los nacionalistas catalanes ten¨ªan inter¨¦s en redefinir el despido objetivo. Apenas lograron un cambio anecd¨®tico. El Congreso hab¨ªa fijado como motivos de rescisi¨®n de contrato "las p¨¦rdidas actuales o previstas, o la disminuci¨®n persistente" de ingresos. Reclamaron los nacionalistas catalanes cambiar la coma por un punto y coma. No fue necesaria la votaci¨®n. El letrado entendi¨® que el cambio era una simple cuesti¨®n de estilo.
Entre las enmiendas que introdujo el PSOE, sali¨® adelante una que garantiza a las empleadas de hogar (y quienes pueden percibir parte de su salario en especie) que cobren en dinero al menos el salario m¨ªnimo interprofesional (633,3 euros al mes).
"A la izquierda no nos suelen gustar las reformas laborales por ley", lament¨® Matilde Fern¨¢ndez, portavoz del PSOE en la comisi¨®n de Trabajo del Senado, durante una de sus intervenciones. A tenor de las palabras de la antigua dirigente de UGT, no puede concluirse que tenga mucha fe en la nueva norma: "La reforma laboral mejorar¨¢ un poquito a los trabajadores, a los que est¨¢n en paro y a los precarios; un poco a las empresas, a las que mejora la competitividad; y un poco a la econom¨ªa en general".
Por parte de la oposici¨®n, se repitieron los argumentos o¨ªdos en el Congreso. Los nacionalistas catalanes criticaron la "oportunidad perdida", seg¨²n el senador Jordi Casas. Y los vascos hablaron de una reforma que encontrar¨¢ "dificultades de aplicaci¨®n". A pesar de ello, la abstenci¨®n de ambos grupos permiti¨® la aprobaci¨®n del texto final. Tambi¨¦n el PP repiti¨® los argumentos. La portavoz popular Alicia S¨¢nchez Camacho defini¨® el proyecto de ley como la "reforma del despido" y no la del empleo.
Las principales novedades
- Flexibilidad interna. El proceso parlamentario apenas ha cambiado este elemento de la reforma. Las empresas con problemas podr¨¢n pactar con los trabajadores descolgarse de las subidas salariales que fije el convenio sectorial. La negociaci¨®n se acorta a 15 d¨ªas improrrogables. En el Senado ha prosperado, eso s¨ª, una enmienda del PNV que hace m¨¢s remota la participaci¨®n de las principales organizaciones sindicales y patronales en las empresas sin representaci¨®n sindical cuando los acuerdos se atasquen, como fijaba la reforma laboral inicial. Lo m¨¢s probable es que esta enmienda decaiga en la aprobaci¨®n final del Congreso de los Diputados. Como medida de flexibilidad figura tambi¨¦n el modelo alem¨¢n de reducci¨®n de jornada, que permite a las empresas acortar la jornada -y el sueldo- de los trabajadores en lugar de despedirlos. A cambio, cobran parte del paro.
- Contrataci¨®n y despido. Se universaliza el contrato con indemnizaci¨®n de 33 d¨ªas por a?o trabajado, frente a los 45 ordinarios, como f¨®rmula indefinida. Pero la novedad m¨¢s contestada de abaratamiento del despido ha sido la que facilita los que tienen causa econ¨®mica, indemnizados con 20 d¨ªas por a?o trabajado. Al permitir que se acojan a ese supuesto las empresas con p¨¦rdidas o la mera previsi¨®n de registrarlas, incluso con una ca¨ªda persistente de ingresos, se allana el terreno para el despido econ¨®mico, ahora muy poco utilizado pese a la crisis.
- Freno a la temporalidad. El origen de la reforma ha quedado reducido a un par de medidas poco ambiciosas. Se fija un tope de tres a?os, m¨¢s otro sujeto a negociaci¨®n colectiva, al contrato de obra, una figura hasta ahora ilimitada. A partir de 2012 aumentar¨¢ de 8 a 12 d¨ªas la indemnizaci¨®n por el vencimiento de los contratos temporales.
- Cursos para parados. Ha sido la gran novedad del tr¨¢mite de enmiendas. En principio, la reforma solo hac¨ªa referencia a la entrada de agencias privadas de colocaci¨®n como colaboradoras de los servicios p¨²blicos de empleo. Pero una enmienda ratificada ayer en el Senado se adentra en el espinoso asunto de las prestaciones al rebajar de 100 a 30 d¨ªas el periodo m¨¢ximo en el que un parado puede rechazar cursos de formaci¨®n sin ser sancionado. A pesar de la confusi¨®n inicial sobre si esas sanciones se aplicaban tambi¨¦n al rechazo de empleos, la enmienda se limita a regular la aceptaci¨®n de esos cursos.
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