'Parsifal' se estrena en Galicia con una versi¨®n de gran nivel

Parsifal, la monumental ¨®pera de Wagner, lleg¨® por fin a Galicia, de la mano del festival Xacobeo Classics. El Montsalvat, la monta?a m¨ªtica que alojar¨ªa el Santo Grial, donde el compositor alem¨¢n localiz¨® la acci¨®n de su obra, y que algunos sit¨²an en O Cebreiro, se edific¨® en la tarde del martes en el Auditorio de Galicia, en Santiago. En ese escenario, el Montsalvat creci¨® desde las manos de Vasily Petrenko, el director ruso, y las de los m¨²sicos de la Royal Liverpool Philharmonic Orchestra, quienes crearon la arquitectura sonora id¨®nea para el desarrollo de una acci¨®n teatral que no lo fue menos por no ser representada. Y eso fue posible gracias a la gran actuaci¨®n de quienes actuaron como protagonistas principales del que Wagner llam¨® "festival esc¨¦nico sacro".

El director y la orquesta crearon la arquitectura sonora id¨®nea para la acci¨®n

Los personajes de Nikolai Schukoff, como Parsifal, y Violeta Urmana (Kundry), se unieron a los de Jukka Rasilainen (Amfortas) y el, en todos los sentidos, extraordinario Gurnemanz de Kurt Rydl, bajo con una voz de nobil¨ªsimo timbre. Su soberbia interpretaci¨®n fue la base vocal de los actos primero y tercero y centr¨® al p¨²blico compostelano en la aventura m¨ªstica y humana de Parsifal sobre la que gira toda la acci¨®n de una obra de cinco horas de duraci¨®n.

Violeta Urmana fue una extraordinaria Kundry. Destac¨® sobre todo su actuaci¨®n en el segundo acto, en el que pas¨® por todos los cambios de su personaje: rebelde ante el malvado brujo Klinsor, encarnado por Egils Silins. Un bar¨ªtono dominador de su rol, al que da un car¨¢cter ciertamente artero en su maldad. Su lucha dial¨¦ctica con Parsifal tuvo una gran riqueza de matices entre el descarado intento inicial de seducci¨®n puramente carnal y el m¨¢s ladino, por ed¨ªpico, a trav¨¦s de la ternura del recuerdo de su madre (Herzeleide, el coraz¨®n que sufre).

Schukoff dota al personaje de Parsifal, otro buen salvaje tan caro a Wagner (recu¨¦rdese el Siegfried de la tetralog¨ªa), de un gran misticismo que convendr¨ªa completar con un punto m¨¢s de hero¨ªsmo. Pero para ello necesitar¨ªa algo m¨¢s de cuerpo en su voz, especialmente en el registro central y bajo. Rasilainen presenta a Amfortas con esa cierta debilidad moral que le hace un personaje siempre doliente. El Titurel de Ain Anger tiene prestancia en su lejan¨ªa, lastrada por un vibrato algo excesivo.

Los secundarios se diferenciaron por sexos: las mujeres, brillantes en su intervenci¨®n como muchachas-flor; los hombres, francamente flojitos de voz y car¨¢cter. El Coro de la ?pera Nacional de Brno (Chequia), dirigido por Josef Pancik, mostr¨® un espl¨¦ndido empaste de voces, particularmente meritorio por su dificultad en las combinaciones tenores-mezzos, y un poder¨ªo y riqueza de timbre realmente notables en los tutti. El coro infantil-juvenil Cant¨¢bile, que dirige Pablo Carballido, tuvo precisi¨®n, seriedad de profesionales y un especial encanto en sus voces blancas. A lo largo de la noche se dej¨® sentir la poco reconocida pero siempre eficaz labor de coordinaci¨®n de Ludmila Orlova como maestra repetidora.