Alejandro Maclean, piloto de ¨¦lite de vuelo acrob¨¢tico

"M¨¢s tiempo para volar. Eso es todo lo que quiero". Con esta frase, Alejandro (Alex) Maclean, piloto fallecido el 17 de agosto a los 41 a?os reci¨¦n cumplidos, en Toledo, finalizaba una entrevista en la que resum¨ªa, hace poco, una vida dedicada a la aviaci¨®n, a la que tanto amaba y por la que tantos sacrificios hab¨ªa realizado.

Pese a tener un apellido que le dej¨® en herencia un abuelo de origen escoc¨¦s, naci¨® en Madrid el 6 de agosto de 1969 y, fascinado desde ni?o por la idea de volar, comenz¨® su andadura aeron¨¢utica con 18 a?os. Sus padres se opon¨ªan, pero acabaron prest¨¢ndole el dinero para sus clases de ultraligero, en los que sum¨® m¨¢s de 1.000 horas de vuelo, entre las que incluy¨® algunas maniobras acrob¨¢ticas que, seg¨²n ¨¦l, casi le costaron un disgusto.

Tras volar con un amigo en un avi¨®n acrob¨¢tico, acab¨® demostrando que sus aptitudes para este tipo de vuelo eran m¨¢s que prometedoras. Con 20 a?os viaj¨® a Estados Unidos para realizar un curso de acrobacia a¨¦rea donde aprendi¨® y perfeccion¨® las maniobras que le convirtieron, una d¨¦cada despu¨¦s, en uno de los mejores pilotos acrob¨¢ticos de Europa. Fue capit¨¢n del Equipo Espa?ol de Vuelo Acrob¨¢tico, y desde 2003 participaba en la que muchos consideran la prueba m¨¢s espectacular que ha existido jam¨¢s en Aviaci¨®n: la Red Bull Air Race, es decir, la f¨®rmula 1 del aire. La consideraba "una diversi¨®n muy seria" y muy beneficiosa para el mundo de la acrobacia a¨¦rea por el "desaf¨ªo m¨¢ximo" que representa.

Difundir la afici¨®n

Algunas de estas competiciones, como la disputada en Barcelona en 2006, reunieron a m¨¢s de un mill¨®n de personas. Sin embargo, aunque Maclean era un piloto de ¨¦lite al nivel de otros muchos espa?oles de distintas disciplinas deportivas, nunca tuvo la repercusi¨®n medi¨¢tica de estos. Adem¨¢s, intent¨® siempre difundir la afici¨®n por volar. As¨ª consigui¨® el prestigioso Paul Tissandier Diploma, otorgado por la Federaci¨®n Aeron¨¢utica Internacional (FAI), por su "contribuci¨®n a la divulgaci¨®n de la aviaci¨®n general y deportiva, reconocimiento a su trabajo, iniciativa y devoci¨®n por la causa".

Era un piloto con un af¨¢n de superaci¨®n absoluto frente a la adversidad, distante para la prensa, pr¨®ximo para el aficionado (procuraba no negar nunca un aut¨®grafo), y familiar y respetuoso con su equipo: el mec¨¢nico Jes¨²s Ca?adilla, la coordinadora Carola Bisci y el entrenador Eneko Larrumbe.

Continuador de la historia acrob¨¢tica espa?ola iniciada en los a?os cuarenta por Jos¨¦ Luis Aresti y heredada por Tom¨¢s Casta?o, su nombre ha estado unido al de pilotos en activo como Ram¨®n Alonso, C¨¢stor Fantoba, Juan Velarde, Anselmo G¨¢mez, Jorge Mac¨ªas, Sergio Pl¨¤ y otros muchos formados por entrenadores de prestigio mundial pero desconocidos para la mayor¨ªa: el desaparecido Vytas Lapenas y la actual entrenadora del Equipo Nacional de Vuelo Acrob¨¢tico, la rusa Khalide Makagonova.

A lo largo de su carrera sufri¨® diferentes incidentes, algo que cualquier piloto acrob¨¢tico asume como posible en esa profesi¨®n de alto riesgo. En 1992 perdi¨® una h¨¦lice con un avi¨®n experimental. Siete a?os m¨¢s tarde, su avi¨®n, un Sukhoi nuevo, se parti¨®; salt¨® en paraca¨ªdas a solo 200 metros del suelo. Pese a todo, su gran experiencia ayud¨® a desarrollar, junto a su compa?ero Nigel Lamb, el novedoso MXS-R, su avi¨®n actual.

El 17 de agosto, durante los entrenamientos que realizaba dentro de la zona de seguridad denominada chimenea acrob¨¢tica del aer¨®dromo de Casarrubios del Monte (Toledo), Mclean ejecutaba una barrena plana que no pudo recuperar. Estaba casado y ten¨ªa dos hijos, de 7 y 12 a?os.