Cita literaria en espa?ol
Un temblor imperceptible recorre a muchos escritores hispanohablantes. Ya han escrito el libro. Ya nada depende de ellos. Ahora estar¨¢ en sus manos, s¨ª, en las suyas, en la de los lectores, porque esta temporada ser¨¢ la del oto?o de los narradores en espa?ol. Abrir¨¢n las novedades, la pr¨®xima semana, Almudena Grandes y Ricardo Piglia y la cerrar¨¢n, a finales de noviembre, Mario Vargas Llosa y Juan Eduardo Z¨²?iga. Pocas veces han coincidido tantos nombres importantes con otros que buscan revalidar el suyo en el panorama literario, como Elvira Lindo, David Monteagudo, Javier Montes y Pedro Mairal.
Sus obras mostrar¨¢n la geograf¨ªa de la literatura en castellano m¨¢s contempor¨¢nea. Un territorio dominado por la novela pero donde el cuento gana cada d¨ªa m¨¢s prestigio. El protagonismo de la creaci¨®n en lengua espa?ola no termina aqu¨ª, hay m¨¢s noticias que justificar¨¢n que se hable de ella:
- Un in¨¦dito de Adolfo Bioy Casares (Unos d¨ªas en el Brasil. Diario de viaje, en P¨¢ginas de Espuma).
- La biograf¨ªa novelada de Jos¨¦ Donoso escrita por su hija basada en sus diarios (Correr el tupido velo, en Alfaguara).
- Argentina es el pa¨ªs invitado a la Feria de Fr¨¢ncfort.
- Nace el Premio de Novela Francisco Casavella, convocado por la editorial Destino, que busca apoyar nuevas voces.
- La novela gr¨¢fica se hace m¨¢s visible.
- Granta habla espa?ol por primera vez. La prestigiosa publicaci¨®n brit¨¢nica elegir¨¢, como ya ha hecho con los anglosajones, a una veintena de escritores menores de 35 a?os en cuyas manos estar¨ªa gran parte del futuro de las letras hispanohablantes.
Mientras se anuncian esos nombres, y para distraer el temblor del nerviosismo de los escritores en v¨ªsperas de que sus obras lleguen a las librer¨ªas, aqu¨ª est¨¢n 19 protagonistas del oto?o literario contestando a dos preguntas, que son pilares en cualquier creador y, a su vez, motivaci¨®n para el p¨²blico.
1. ?Por qu¨¦ ha elegido ese tema o argumento para el nuevo libro?
2. ?Cu¨¢ndo y c¨®mo fue el momento de inspiraci¨®n para escribir sobre eso?
Ricardo Piglia
Blanco nocturno (Anagrama)
1. En el origen estuvo la figura de Luca y la leyenda familiar; pens¨¦ la novela centrada en un h¨¦roe enfrentado al destino y trabaj¨¦ una trama con muchos personajes secundarios y varios conflictos. Trat¨¦ de buscar un registro digamos ¨¦pico. ?C¨®mo ser¨ªa hoy escribir una historia ¨¦pica? Ese fue para m¨ª el desaf¨ªo del libro.
2. Imagin¨¦ la historia hace mucho tiempo, antes de publicar Prisi¨®n perpetua. Escrib¨ª una primera versi¨®n y la dej¨¦, luego la retom¨¦ y la reescrib¨ª y la volv¨ª a dejar... Me gusta -aunque no lo recomiendo- ese modo de escribir porque las historias cambian, como si -al decantarse- encontraran su propia inspiraci¨®n.
Almudena Grandes
In¨¦s y la alegr¨ªa (Tusquets)
1 y 2. No estoy muy segura de haber escogido el tema de In¨¦s y la alegr¨ªa. M¨¢s bien, la invasi¨®n de Ar¨¢n me escogi¨® a m¨ª. Cuando le¨ª que un ej¨¦rcito de cuatro mil hombres hab¨ªa invadido el valle en oto?o de 1944, y que lo hab¨ªa ocupado durante nueve d¨ªas a la espera de un apoyo aliado que nunca lleg¨®, me cost¨® trabajo aceptar que semejante episodio permaneciera en el olvido. Averig¨¹¨¦ algo m¨¢s sobre el origen y las caracter¨ªsticas de aquella aventura, y descubr¨ª a un personaje irresistible, Jes¨²s Monz¨®n, moviendo los hilos de una trama m¨¢s fascinante que cualquiera que yo hubiera podido inventar.
Ricardo Men¨¦ndez Salm¨®n
La luz es m¨¢s antigua que el amor
(Seix Barral)
1. Porque frente a cierto discurso c¨ªnico y desencantado acerca de la muerte del arte, sostengo que hoy todav¨ªa existen propuestas de una radicalidad implacable, que rescatan para el arte no s¨®lo su capacidad de conmover est¨¦ticamente, sino de significar ¨¦ticamente.
2. Al comenzar a redactar un ensayo acerca de la obra de Mark Rothko, lo que para m¨ª supon¨ªa un doble reto: aproximarme a una figura sacralizada de la historia del arte contempor¨¢neo sin ser experto en pintura e indagar en la potencia del lenguaje literario para apropiarse del arte abstracto.
Rafael Argullol
Visi¨®n desde el fondo del mar (Acantilado)
1 y 2. Es posible que la idea del libro surgiera a partir de la muerte de mi padre, hace 10 a?os, y del sentimiento repentino de estar pisando arenas movedizas. Esto es desconcertante pero tambi¨¦n tentador porque te exige un ajuste de cuentas contigo mismo. Dej¨¦ que la idea naufragara en la memoria tres o cuatro a?os y, luego, a lo largo de otros cinco, rescat¨¦ literariamente los restos. Lo que quer¨ªa ofrecer al lector era esta tarea de rescate. En consecuencia, la narraci¨®n se despliega como un rompecabezas cuyas piezas adquieren sentido a medida que se avanza en la lectura. Escrib¨ª todo el manuscrito a mano porque sent¨ªa la necesidad casi anat¨®mica de recomponer los fragmentos. Al final uno puede, si quiere, sentarse sobre un mont¨®n de 1.500 p¨¢ginas manuscritas y darse cuenta de que es el mundo, en realidad, el que ajusta cuentas con nosotros. Y que este es el juego.
Pedro Mairal
Salvatierra (El Aleph)
1 y 2. El argumento me cay¨® sobre la cabeza como un rayo, o como un virus que empieza a usar mis conexiones cerebrales para expandirse. Vi la imagen final: un edificio torre, de vidrios espejados, en medio de la llanura de pasto. Ten¨ªa que llegar hasta ah¨ª. Desde la actualidad, ten¨ªa que ir hacia atr¨¢s en el tiempo, con una crisis de deterioro y retroceso, hasta la destrucci¨®n total. Despu¨¦s me pregunt¨¦ qui¨¦n iba a contar esa historia y decid¨ª que mi personaje fuera una chica de veinte a?os.
Medardo Fraile
Antes de un futuro imperfecto
(P¨¢ginas de Espuma)
1 y 2. Antes del futuro imperfecto se divide en dos partes y contiene, en total, 37 cuentos. Como otros libros m¨ªos, Ladrones del para¨ªso o Entradas de cine, tiene unidad de tema, porque se abarca en ¨¦l la trayectoria dram¨¢tica de la infancia, la juventud y la vejez, con sus expectaciones y desenga?os. Son cuentos que navegan en vientos favorables y desfavorables como la vida de todo ser humano. Adem¨¢s, igual que en poes¨ªa, hay que saber lo que es distintivo en el creador, menos aparente, pero que tambi¨¦n confiere unidad. ?Motivaci¨®n...? "Escribir libros es lo que el escritor hace..."
Santiago Roncagliolo
Tan cerca de la vida (Alfaguara)
1. Tan cerca de la vida va sobre la soledad. Es la historia de un hombre tratando de comunicarse con el mundo exterior. Ve cuerpos, hasta se acuesta con algunos, pero no sabe si dentro de ellos hay personas. Creo que eso nos pasa a todos.
2. El escenario es el mercado del sexo en Tokio, que tiene un concepto muy distinto del occidental sobre qu¨¦ comprar y qu¨¦ vender de un cuerpo. Estuve ah¨ª el a?o pasado, en un momento personal muy dif¨ªcil. Ten¨ªa claro que no volver¨ªa a escribir una novela pol¨ªtica nunca m¨¢s, y que deb¨ªa buscar algo nuevo si quer¨ªa seguir escribiendo. Y Tokio es una ciudad muy buena para un thriller. Hay algo misterioso en ella.
Elvira Lindo
Lo que me queda por vivir (Seix Barral)
1. Hac¨ªa tiempo que quer¨ªa escribir sobre mis a?os de radio (justo coincide con la d¨¦cada de los ochenta). Fueron, por muchos motivos, profesionales e ¨ªntimos, fundamentales para m¨ª. Siempre me ha costado llevar un diario, me da pereza escribir sin m¨¢s sobre mi propia vida, as¨ª que empec¨¦ a pensar en pasar mi experiencia por la ficci¨®n.
2. Un d¨ªa escrib¨ª un peque?o relato sobre una noche de diario en que llev¨¦ a mi hijo al cine cuando ten¨ªa cinco a?os. Hablaba de la diferencia entre sus recuerdos y los m¨ªos. Al terminarlo supe que ah¨ª estaba el germen de una novela.
Jes¨²s Ferrero
Balada de las noches bravas (Siruela)
1 y 2. Nunca hab¨ªa abordado la bravura del amor y su perduraci¨®n en el espacio y el tiempo de forma tan personal y tan vinculada a mi vida. La geograf¨ªa de la narraci¨®n se parece a la m¨ªa: Espa?a, Grecia, China, y sobre todo Par¨ªs, que funciona a la vez como ciudad real donde los personajes gozan y padecen, y como espacio m¨ªtico en el que se han ido proyectando desde la infancia, ignorando su cara oculta y su locura. La novela est¨¢ conformada por c¨ªrculos que no llegan a cerrarse del todo y que se prolongan unos en otros dibujando una espiral.
Juan Eduardo Z¨²?iga
Brillan monedas oxidadas
(Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores)
1 y 2. Este libro es una antolog¨ªa que recoge relatos aparecidos en distintas ¨¦pocas y que nunca se hab¨ªan reunido en un libro. Son temas que siempre han estado presentes en mi obra como la codicia, las frustraciones existenciales, la b¨²squeda de la libertad, la soledad de quienes ocultan una doble vida. He recuperado en las r¨¢fagas del tiempo estas historias que se basan en peque?os hechos o vivencias y que, sin embargo, nos hablan de la realidad m¨¢s secreta.
El criterio que adopt¨¦ para hacer la selecci¨®n fue elegir aquellos textos en que predominaban la intimidad y los estados de ¨¢nimo sobre la voz de la historia y aunque algunos evoquen personajes reales est¨¢n convertidos en sombras de ficci¨®n.
Javier Montes
Segunda parte (Pre-Textos)
1 y 2. Una idea se la rob¨¦ a un amigo. Otra la tom¨¦ prestada de una historia que me contaron (y muy bien contada, por cierto). A uno de los protagonistas lo escuch¨¦ en la radio. Cre¨ª que inventaba algunas escenas y resultaron ser recuerdos camuflados. Muchas las recordaba y ahora me dicen que son puro invento m¨ªo. Uno va arrastrando embriones de personajes, situaciones y gestos que se empe?an en pedir voz. Si hay suerte, al escribir acabas entendiendo sus razones: qu¨¦ ten¨ªan de fundamental, de cercano a la fibra secreta de las cosas.
El caso es que no importa lo lejos que ponga el punto de partida. Al final siempre queda el poso de los mismos asuntos: la capacidad infinita de lo que hay en el mundo para cifrar mensajes y esconder s¨ªmbolos; lo dif¨ªcil que resulta destilar lo verdadero de lo falso; los pudores y las trampas de quien cuenta y quien escucha, del que escribe y el que lee; las f¨¢bulas como ¨²ltimo recurso realista.
Manuel Rivas
Todo es silencio (Alfaguara)
1 y 2. "La boca no es para hablar. Es para callar". As¨ª empieza mi novela Todo es silencio. Es lo que dice un personaje, un joven introducido en el ambiente del contrabando de finales de los a?os sesenta, cuando las principales mercanc¨ªas eran el tabaco y el g¨¹isqui. Y esa frase, de alguna forma, es tambi¨¦n el embri¨®n de la novela. El aprendiz de capo se inspiraba, sin saberlo, en un salmo b¨ªblico. Es un texto que me acompa?a desde hace tiempo de una manera obsesiva: tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen o¨ªdos, y no oyen... Y esta paradoja de los sentidos est¨¢ presente en obras anteriores, como Los libros arden mal, pero en este caso de una forma muy directa. Quer¨ªa escribir sobre el poder y la corrupci¨®n, y de la relaci¨®n umbilical entre el crimen y la manipulaci¨®n del lenguaje.
Unos datos informativos: Como todas las obras anteriores, el original est¨¢ escrito en gallego (Todo ¨¦ silencio). El t¨ªtulo est¨¢ inspirado en un poema de Rosal¨ªa de Castro: "Todo ¨¦ silensio mudo..." (silensio, tal cual). Aparecer¨¢ en gallego y castellano en el mes de octubre. La traducci¨®n es de Dolores Torres Paris y m¨ªa.
Andr¨¦s Barba
Agosto, octubre (Anagrama)
1 y 2. Naci¨® de la inquietud y el deseo de escribir una novela que girara en torno al asunto del perd¨®n, pero no desde el punto de vista de la redenci¨®n, sino desde el de c¨®mo conforma nuestro car¨¢cter, en determinado momento de la vida, la experiencia de "haber sido perdonados" por otra persona y de c¨®mo ese hecho nos puede llegar a modificar por completo. Me pareci¨® que se pod¨ªa hacer una novela de formaci¨®n interesante sobre ese tema, con adolescentes como protagonistas en un paisaje veraniego. Me decant¨¦ por el paisaje del sur de Espa?a, que era el que yo conoc¨ªa mejor y la escritura de la novela, tal vez por esa raz¨®n, acab¨® siendo un placer porque comenzaron a despertarse, como en nebulosa, todos los fantasmas de los viejos veranos. Al final el libro acab¨® pareci¨¦ndose a una mezcla entre las novelas italianas de Pavese y Moravia y las pel¨ªculas de Gus Van Sant sobre adolescentes.
Manuel Vicent
Aguirre, el magn¨ªfico
Retablo ib¨¦rico (Alfaguara)
1 y 2. Se trata de un retablo ib¨¦rico en torno a la figura de Jes¨²s Aguirre, un cl¨¦rigo que se convirti¨® en duque de Alba. No es exactamente su biograf¨ªa, sino la memoria de un tiempo y de un espacio en la que este personaje, como una figura de Valle-Incl¨¢n, al reflejarse en los espejos deformantes del Callej¨®n del Gato, podr¨ªa expresar como esperpento medio siglo de historia de Espa?a. Escrito en primera persona es tambi¨¦n una cr¨®nica de las generaciones que ocuparon la vida pol¨ªtica y social desde la posguerra hasta el inicio del siglo XXI como si se tratara de una ficci¨®n literaria.
?ngela Vallvey
El hombre de coraz¨®n negro (Destino)
1 y 2. Me interes¨¦ por el tema de las mafias del Este hace unos a?os, en principio yo quer¨ªa escribir una especie de Los Soprano, en forma de novela, con mafiosos del Este de Europa. Pero entonces empec¨¦ a buscar informaci¨®n y, m¨¢s que nada, a leer libros. No sobre mafias, porque la bibliograf¨ªa es escasa por no decir inexistente, sino sobre la historia, pasada y presente, de unos pa¨ªses de los que tenemos en general un profundo desconocimiento y unas escuetas y superficiales ideas que pueden calificarse de falsos t¨®picos. Esa b¨²squeda de informaci¨®n me llev¨® mucho tiempo. La mayor parte de las cosas que aprend¨ª quiz¨¢s no pude trasladarlas a la novela, sin embargo han cambiado de una manera sensible mi mirada sobre el mundo actual y el proceso de globalizaci¨®n. Atisb¨¦ y conoc¨ª historias que me han conmovido profundamente. Mi novela ha supuesto para m¨ª, m¨¢s all¨¢ de la pura narraci¨®n, un proceso de transformaci¨®n personal. Hondo, ¨ªntimo.
Mario Vargas Llosa
El sue?o del celta (Alfaguara)
1 y 2. No me acuerdo cu¨¢ndo descubr¨ª este personaje, pero s¨ª que fue al leer una biograf¨ªa de Joseph Conrad. Al principio me despert¨® la curiosidad, sobre todo porque vi que hab¨ªa estado en la Amazonia, en el Per¨² amaz¨®nico. Empec¨¦ a buscar materiales sobre ¨¦l. Descubr¨ª dos, tres art¨ªculos. Cuando me quise dar cuenta, me hab¨ªa atrapado. Hay personajes que son as¨ª, te atrapan sin remisi¨®n. Es uno de los primeros europeos que tienen una conciencia clara de lo que es el colonialismo y denuncia sus trampas. Fue un hombre adelantado a su tiempo y una persona con muchas caras distintas y apasionantes.
(La novela est¨¢ inspirada en el personaje de Roger Casement. C¨®nsul brit¨¢nico en el Congo Belga, dedic¨® dos d¨¦cadas de su vida a denunciar las atrocidades del r¨¦gimen de Leopoldo II en el pa¨ªs africano. Tambi¨¦n clam¨® contra las barbaridades que se comet¨ªan en el Per¨² amaz¨®nico en las plantas de extracci¨®n de caucho. Muri¨® ahorcado en 1916 por conspirar con los independentistas irlandeses contra Inglaterra).
David Monteagudo
Marcos Montes (Acantilado)
1 y 2. La novela se me ocurri¨® cuando todav¨ªa trabajaba en la f¨¢brica, en una ¨¦poca en la que -tal vez por alg¨²n peque?o susto o despiste que tuve con una m¨¢quina especialmente peligrosa- empec¨¦ a reflexionar sobre la posibilidad de sufrir un accidente, que imaginaba en forma de aplastamiento o aprisionamiento: una perspectiva que me resulta aterradora, a causa de mi claustrofobia. Marcos Montes naci¨® como una terapia, como una forma de exorcizar esos temores enfrent¨¢ndome a ellos, aunque s¨®lo fuera en el plano literario. Como ocurre a menudo, la nave, una vez fletada, acab¨® intern¨¢ndose en aguas m¨¢s profundas; algunas no del todo conscientes, casi metaf¨ªsicas; otras como subtramas en las que pasar cuentas con algunos fantasmas del pasado, de esos que te hacen dar vueltas y m¨¢s vueltas en la cama, en las noches insomnes.
Juan Jos¨¦ Mill¨¢s
Lo que s¨¦ de los hombrecillos (Seix Barral)
1 y 2. Tendr¨ªa yo siete u ocho a?os cuando un d¨ªa vi salir de uno de mis zapatos a un hombrecillo que desapareci¨® debajo de la cama. Jam¨¢s volv¨ª a vestirme sin comprobar que no hab¨ªa hombrecillos dentro del calzado. As¨ª comenz¨® una relaci¨®n secreta que, con altibajos, se ha mantenido hasta la actualidad. Hace cosa de tres o cuatro a?os, se me apareci¨® en sue?os uno de estos hombrecillos para reprocharme que jam¨¢s hubiera escrito una novela sobre ellos. Es que no s¨¦ de qu¨¦ trat¨¢is, le dije yo. Tampoco nosotros sabemos de qu¨¦ tratas t¨², dijo ¨¦l, y no por eso negamos tu existencia. Esa misma noche me puse a escribir Lo que s¨¦ de los hombrecillos y el libro sali¨® solo, como al dictado. Al terminarlo, ya sab¨ªa de qu¨¦ trataban los hombrecillos, incluso de qu¨¦ trataba yo. Con cada novela se aprende algo.
Andr¨¦s Neuman
Peque?as Resistencias 5. Antolog¨ªa del nuevo cuento espa?ol (P¨¢ginas de Espuma)
1 y 2. Peque?as Resistencias es una feliz tradici¨®n inaugurada hace casi 10 a?os, en los inicios de P¨¢ginas de Espuma. Como su bandera era el cuento, que entonces se encontraba algo desatendido, la editorial me propuso coordinar una mega-antolog¨ªa del cuento actual escrito en espa?ol en todo el mundo. El proyecto parec¨ªa tan insensato que no pude resistirme. Desde entonces se han publicado cuatro vol¨²menes, tres de ellos dedicados a Latinoam¨¦rica. Como nuestro objetivo es seleccionar el presente m¨¢s rabioso y ca¨®tico, no estudiarlo a toro pasado, ahora aparece el quinto, con cuentistas espa?oles que han debutado durante la primera d¨¦cada del siglo. Hemos atendido especialmente a autores j¨®venes o poco conocidos, celebrando adem¨¢s dos noticias magn¨ªficas: la creciente influencia de las peque?as editoriales y la imparable aparici¨®n de cuentistas mujeres.
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